BARCELONA.- La noche ha vuelto a ser tensa en Barcelona, una de las ciudades más beligerantes contra el plan Bolonia. Unos 2.000 estudiantes se han manifestado por el centro en protesta por el desalojo de 53 personas que estaban encerradas en la Universidad de Barcelona y contra la controvertida reforma universitaria que homologará los títulos en el conjunto de la Unión Europea. Los Mossos d'Esquadra han vuelto a cargar con dureza.
Sin embargo, la manifestación se ha saldado con un nuevo encierro: una treintena de estudiantes ha ocupado nuevamente la biblioteca de la Universidad Pompeu Fabra para llevar a cabo una huelga a la japonesa, según ha informado la asamblea por los derechos de los estudiantes.
En un comunicado han señalado que el encierro se ha llevado a cabo "para estudiar para los exámenes y por un nuevo plan de estudios, que nos exige más horas de trabajo personal ilimitado" y poder conciliar el modelo pedagógico que impone el plan Bolonia.
También han asegurado que todos los jóvenes que están llevando a cabo esta acción están matriculados en la UPC y que este acto "es una actuación legítima dentro del marco de las libertades colectivas que se deberían dar a una sociedad democrática y de derecho".
En el comunicado, en el que aseguran que el rector, Josep Joan Moreso, ha aceptado reunirse con la asamblea de estudiantes, condenan también la actuación de ayer de los Mossos d'Esquadra en la puerta del rectorado de la Universidad de Barcelona y la dura represión de la manifestación de los estudiantes.
La actuación policial, con cargas cuando los manifestantes intentaban acceder a las Rambles, al Portal de l'Àngel y a la Plaza Sant Jaume, se ha saldado con varios estudiantes heridos y con algunos fotógrafos también contusionados.
Entre otros, han sido agredidos periodistas de La Vanguardia, El País, Catalunya Ràdio, ADN, RAC-1 y un equipo de TVE-Sant Cugat, uno de cuyos miembros, Joan Francesc Escrihuela, ha sido atendido en una ambulancia de las heridas sufridas, según el Sindicat de Periodistes de Catalunya (SPC).
El SPC ha criticado la actuación de los Mossos al no distinguir entre informadores y alborotadores, y ha denunciado que, al contrario de lo que dijo en su día el conseller de Interior, Joan Saura, los agentes de la policía catalana no llevaban hoy visible su número de identificación, "obstaculizando así cualquier posible denuncia de los profesionales agredidos".
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