Han sido 60 horas de tensión que han tenido en jaque a la población de Bombay y a los cuerpos de seguridad indios, que por fin respiran tranquilos. El Taj, uno de los dos lujosos hoteles que fueron atacados el miércoles por un grupo de terroristas, está bajo control, aunque no se puede bajar la guardia todavía. La más impactante serie de atentados sufrida por la emblemática ciudad, estuvo rodeada de momentos de tensión, especialmente cuando de madrugada se pudieron escuchar cinco explosiones en el interior del edificio y, posteriormente, asomaron por las ventanas llamas e intensas columnas de humo. Las autoridades han confirmado la muerte de unas 160 personas y la existencia de centenares de heridos, entre los que se encuentra un matrimonio español. El ataque se atribuye al grupo Deccan Muyahidín que, según la prensa local, tenía la intención de perpetrar un '11-S indio'. Resumimos las novedades de las últimas horas.
El jefe de la Guardia Nacional de Seguridad, cuerpo que ha llevado el peso de los operativos antiterroristas, J.K. Dutt, explicó a la prensa que sus comandos de élite ya han ganado el control del Taj, situado en el sur de Bombay. "Los comandos mataron a tres terroristas después de un intenso tiroteo dentro del hotel", explicó Dutt. Son pocos los detalles que se han revelado sobre esta última operación. De hecho, las fuerzas de seguridad indias habían insistido en las últimas 24 horas en que tan sólo un terrorista se hallaba en el interior del edificio.
El ejecutivo de Isolux-Corsán Álvaro Rengifo y el consejero delegado de Ferrovial-Agromán, Alejandro de la Joya, los dos españoles que estuvieron encerrados en una habitación del Oberoi durante gran parte del ataque, han aterrizado en la base aérea de Torrejón de Ardoz en un avión privado fletado expresamente para su repatriación. Ya desde su casa, Rengifo ha confirmado que está "bien" después del horror vivido en Bombay. El resto del contigente español, en el que se encuentra el eurodiputado Ignasi Guardans, aterrizará en España en las próximas horas.
Las autoridades indias han encontrado un navío abandonado a cinco millas náuticas de Bombay que podría haber sido utilizado por los terroristas para lanzar su ataque. De hecho, según fuentes de seguridad, los atacantes alcanzaron la costa de Bombay en una barca neumática tras secuestrar el barco Kuber, arrojar al agua a tres miembros de la tripulación y atar y decapitar al cuarto, Amarsinh Solanki. Los terroristas borraron el número de serie del motor de la lancha y también las pegatinas de los fabricantes.
Los agentes aún están comprobando las 400 habitaciones del hotel por si aún quedara dentro algún terrorista o explosivos colocados. El último reducto de terroristas había intentando crear confusión prendiendo fuego a dos tiendas que se encontraban en la planta cero del ala norteña del hotel, pero los comandos indios acabaron finalmente con sus vidas.
El jefe de los servicios secretos paquistaníes (ISI), Ahmed S. Pasha, no se desplazará a la India para reunirse con su homólogo indio y colaborar en las investigaciones sobre los atentados de Bombay debido a la negativa del ISI a esta propuesta de su propio Gobierno. "Esta opción no era correcta desde el primer momento. No sé en qué país se hacen este tipo de cosas", explicó el portavoz Zafar Iqbal, quien agregó que en lugar de Pasha acudirá "un representante del ISI de perfil alto" que "todavía está por decidir". El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, prometió ayer, ante la petición de su homólogo indio, Manmohan Singh, que el jefe del ISI se desplazaría a la India para intercambiar información sobre los ataques. Pero el portavoz Iqbal dijo hoy que "existe mucha desconfianza entre las cúpulas militares y de inteligencia" de ambos países, sobre todo después de que India atribuyera los ataques a grupos pakistaníes.
La India despidió hoy con honores a los dos comandos y al jefe de Policía fallecidos durante los ataques. Los tres funerales fueron retransmitidos en directo por varias cadenas de televisión. Durante todo el día se han sucedido en la India ceremonias religiosas para despedir a los más de 160 muertos. El cadáver del jefe de la Brigada Antiterrorista de Bombay, Hemant Karkare, fue transportado cubierto de flores en una furgoneta abierta desde su casa del barrio de Dadar hasta el crematorio de la ciudad, en un trayecto seguido por unas 5.000 personas, según la agencia india IANS. A la ceremonia de cremación asistieron el jefe del Gobierno regional de Maharashtra, Vilasrao Deshmukh, el ministro regional de Interior, R.R. Patil, y el comisario de Policía de Bombay, Hasan Gafur.
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