El martes y jueves se celebra en Madrid el juicio contra Pablo Soto, creador de Blubster, Piolet y Manolito, programas P2P para el intercambio de archivos de reconocido alcance internacional. Todos los ojos están puestos sobre el juicio que enfrenta a este joven contra las principales empresas de la industria discográfica y Promusicae. La cifra que le reclaman es astronómica: 13 millones de euros por daños y perjuicios. La industria considera que las aplicaciones programadas por Soto representan una competencia desleal.
Pablo Soto, a través de su empresa MP2P Technologies fue denunciado el año pasado al crear varias herramientas para la libre circulación de archivos. Estas aplicaciones P2P llegaron a ser utilizadas por más de 25 millones de usuarios en todo el mundo.
A pocas horas del juicio, Javier de la Cueva, abogado de Pablo Soto junto con David Bravo, explica a Soitu.es que "es un típico juicio cuya estrategia del contrario es la de que el bosque no deje ver los árboles. Esperamos poder explicar bien lo sencillo que es". De la Cueva considera que tienen posibilidades de ganar, aunque declara que "el Derecho no son Matemáticas, por lo que hablar de posibilidades es pura especulación".
Sobre el resultado del juicio, Javier de la Cueva comenta que presupone que el juicio llegará hasta el Tribunal Supremo, "puesto que o recurrimos nosotros o recurre la industria del entretenimiento. Ahora bien, un abogado en el tema de los recursos aconseja a su cliente y éste es el que decide el camino a ejecutar". En este caso, el recurso al litigio pasaría en primer lugar por la Audiencia Provincial de Madrid, antes de acabar en la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo. Pueden pasar varios años hasta que exista una sentencia definitiva.
Es la primera vez en nuestro país que se celebra un juicio por crear una herramienta para el intercambio de archivos, aunque el caso más celebre a nivel mundial contra una aplicación de este tipo fue Napster, cuyo juicio se celebró hace diez años en EEUU.
El punto débil de Napster era que todos los archivos pasaban a través de un servidor central, controlado por la compañía. Sin embargo, a raíz de este juicio, surgieron otras tecnologías que no necesitaban almacenar datos en sus propios servidores. Entre los desarrollares que tomaron el relevo de Napster se encuentra Pablo Soto, una de las figuras más reconocidas en el sector de creadores de tecnologías P2P en el mundo.
El pasado mes de junio, Pablo Soto declaraba a Soitu.es que "somos una empresa de nueve personas de cierto nivel, hacemos investigación, tenemos 'partners', clientes, proveedores, vamos a ferias, damos cursos de verano en las universidades... no somos un barco pirata ni el ejército de Pancho Villa".
El juicio llega en un momento donde la ofensiva contra el intercambio de archivos se está produciendo desde diferentes frentes por los lobbys culturales. La semana pasada, se aprobó en Francia la llamada Ley Hadopi que prevé avisos y cortes de conexión a los usuarios que descarguen a través de estas aplicaciones, aunque el Parlamento Europeo consideró unos días antes que sólo un juez puede restringir el acceso a Internet. En el caso de las páginas de enlaces, en nuestro país todos los juicios celebrados se han saldado con el sobreseimiento libre de los encausados, menos en el caso del administrador de InfoPSP, que pactó su condena por temor a un posible juicio civil.
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