"Guisasola es mi supervillano"

Sus amigos, graciosos ellos, le han regalado una hucha con forma de cerdito. Normal. No a todo el mundo le cae antes de los 30 una demanda de trece millones de euros. Es la cantidad que le reclaman las cuatro grandes discográficas (Sony, Universal, Warner, EMI) y su patronal (Promusicae) como compensación por crear "programas para el intercambio ilegal de música protegida". Pablo Soto es uno de los grandes desarrolladores del p2p y el centro de las iras en España de una industria que lucha contra su reconversión. Luchador, autodidacta, positivista, flaco y con grandes ojos azules, confiesa que hace años se planteó una vez si podía estar haciendo daño a un mundo —el de la música— que ama, pero que tras conocer a Lessig se le despejaron todas las dudas.

Queda poco para que se dicte tu sentencia. ¿Cómo matas la ansiedad?

Las discográficas no me dejan quedarme quieto, tengo cosas que hacer. Y como estamos en agosto me voy de vacaciones.

¿A qué lugar paradisíaco?

(Risas). Estoy buscando un sitio exótico para poner fotos en mi blog. [La acusación sacó a relucir sus viajes durante el juicio como muestra del lucro de sus empresas]

¿A quién demandarías por trece millones de euros?

La verdad es que a nadie. Pero a lo mejor el Estado tendría que intentar hacer algo respecto a las discográficas. No es normal que defiendan la siguiente postura: "Como tenemos el 90% del mercado de la música, cualquier mercado colindante que requiera su existencia también es nuestro. No puedes tener una herramienta que haga uso de la música porque la música es mía, te estás aprovechando de lo mío". Eso es un monopolio expansivo que sólo puede monopolizar más. Tienen el 90% de la música y quieren tener el 90% de la distribución de bienes digitales en formato audio. Luego querrán todas las conexiones en internet, porque por ahí puede cruzar el audio. No les demandaría por trece millones de euros, pero sí por prácticas monopolísticas.

Lo primero que harás si desestiman tu demanda será...

Celebrarlo con mi familia, mis abogados, mis compañeros de trabajo... y mis amigos en sentido amplio.

O sea, una fiesta

Sí, eso.

Y lo primero que harás si te condenan a pagar los trece millones...

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¿Y si sólo te condenan a pagar un euro?

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Tu momento surrealista favorito del juicio

Hubo tantos momentos de Ally McBeal, de película de juzgados... cuando daba entrevistas y Guisasola se ponía detrás de la persona que me entrevistaba y me ponía caras para intentar despistarme. Era tan infantil, tan rocambolesco en un asunto de trece millones de euros. Me decía "esto no puede estar pasando, esto no es un asunto entre personas, seres de otro planeta han venido y se están riendo de nosotros".

¿Te has bajado el disco de Javier de Torres, el abogado de las discográficas?

He entrado en su MySpace y he escuchado algunas canciones. No me ha disgustado, aunque no es mi estilo de música. Yo también hago música pero de un estilo totalmente distinto.

¿Qué email o mensaje recordarás de toda esta etapa dentro de unos años?

Ha sido la leche la cantidad de emails, de llamadas... Siempre voy con retraso, pero esos días hice el esfuerzo de leérmelo todo. Estaba emocionado todo el día con el móvil en la mano. En la comunión de mi sobrino otros niños que la hacían con él me decían "¿Tú eres Pablo Soto? Estamos contigo" y mi sobrino estaba todo orgulloso. Imagínate toda esta batalla pero con el rechazo de la sociedad. No sé si a Guisasola le irán dando ánimos por la calle.

¿Quién es tu supervillano?

Creo que Guisasola [el presidente de Promusicae, patronal de las discográficas]. Wine Rosso es un supervillano que te cagas, pero es un tío muy ambicioso. Todo el mundo sabe de qué pie cojea y si mañana tiene que vender a las discográficas al diablo por dinero lo hará. Pero Guisasola se cree gran parte de lo que dice y dice unas burradas... compara el intercambio de archivos p2p con la pedofilia, habla de músicos muertos de hambre cuando sabe que las empresas a las que representa están condenadas por manipulación de precios... sabe cuál es el principal motivo de que los músicos estén como están y aún así se cree que él forma parte de la defensa de los músicos como institución y de la cultura. Eso tiene más peligro.

Pongámonos en lo peor. La industria del disco desaparece y...

¿Y quién ha dicho que eso sea lo peor? (Risas). En términos científicos estoy seguro de que ahora se genera muchísima más cultura por cauces que no están industrializados por la industria de contenidos. La tecnología permite que cualquiera genere, publique y distribuya cultura. Hay millones de usuarios de MySpace que no tienen contrato discográfico, muchos más de los que tienen. Habría que ver la calidad. Ellos dicen que no son relevantes en el mercado, pero claro, el mercado es lo que la industria hace. La cultura es eso y todo lo demás que de calidad no sabemos, pero en cantidad es mucho más. Si la industria muere morirá una parte minoritaria que por otro lado tampoco tiene que quedarse ahí como expresión cultural. Bisbal puede seguir haciendo sus discos. Otra cosa es que igual sin promoción no se va de galas por Hispanoamérica.

¿Cómo ves el futuro de la distribución de música? ¿Triunfará el streaming o el p2p?

Creo que son complementarios. El streaming significa que según voy necesitando el contenido lo voy recibiendo al vuelo para su ejecución. El p2p es una topología que puede permitir eso entre otras cosas. El streaming puede ser de cliente-servidor o p2p, de hecho Spotify es un p2p. El p2p como es una tecnología, una forma de hacer una transferencia de datos (sea para almacenamiento, para streaming o lo que sea)... es el presente, el pasado y será el futuro de las topologías de red. Por definición internet es una gran nube en la que hay muchos más clientes que servidores y el p2p permite usar los recursos de los clientes. Sirve para mover grandísimas cantidades de datos, y no sólo hablo del eMule. Telefónica a nivel interno usa p2p, también Skype, la BBC... los Juegos Olímpicos no se hubieran podido retransmitir sin p2p. Sirvió para mover audio hace diez años, y hoy por hoy para mover vídeo y en el futuro, no sé, quizá para mover vídeo en alta definición.

A todo esto... ¿alguien ha avisado a las discográficas del streaming?

Es que van muy lentos. Hace ya diez años de Napster. Y están pegándose ahora con desarrolladores p2p.

¿De qué hablas con los desarrolladores p2p de tu generación? ¿De vuestras demandas?

Últimamente de Wayne Rosso (risas). El mundo es un pañuelo, al final todo el mundo se conoce. Cada uno está pendiente de sus juicios y de sus batallas. Pero hay ilusión dentro del sector tecnológico porque se empiezan a vislumbrar posibilidades de conciliación de intereses por un camino o por otro.

¿A qué te refieres? ¿A Spotify?

Es un ejemplo. Otro son las sentencias de las webs de enlaces en España. El p2p es un terreno que podría ser fértil a nivel empresarial, tecnológico, de I+D pero hay muchísimo miedo ante él y a todos los gurús que he conocido durante estos años lo que les ha ocurrido es que no han conseguido ejecutar ideas buenísimas porque cuando tienes enfrente a Hollywood no sabes por dónde te van a venir los golpes, pero sí que van a intentar tumbar tu proyecto desde el 'día 1'. Aunque no seas un emprendedor independiente y seas YouTube. Pero ahora hay ilusión, porque eso está cambiando. Sea porque ya está claro qué es legal y qué no, sea porque hay modelos que permiten ir a por un modelo seguro legalmente hablando.

¿Y no cansa decir todo el rato que la tierra es redonda?

Es mucho decir. Me dieron el premio Galileo por eso, pero la diferencia es que a Galileo lo iban a matar. Si a mí me fueran a matar dejaba el p2p, que bastante tengo con lo que tengo.

¿Te arrepientes de algo?

No, y seguiré lanzando proyectos mientras se me ocurran ideas.

¿Ahora que hay hasta eurodiputados del Partido Pirata, has pensado en la política?

¡Pero si lo que a mí se me da bien es la informática! Y si se te da bien una cosa lo mejor es que te dediques a eso porque, si no, lo más posible es que la cagues. Además, el contacto más cercano que tuve con la política fue un lobby que monté en EEUU que pretendía educar a los legisladores sobre el p2p y que reunió a las compañías que lo hacíamos (Morpheus, Growster, Limewire, Blubster...) y al cabo de un año aquello no era un sitio para educar, sino que las empresas poníamos pasta y los políticos hacían así con la mano.

Pero imagina que cambias de vida y te dedicas a la música. ¿De qué vivirías?

Qué bien, no te digo yo que no ocurra. Pues viviría de los conciertitos. Yo antes me sacaba unas pelillas, y eso siendo muy malos. No, no daría el paso. Pero no por el dinero, sino porque la vocación que tengo por la informática es mayor.

¿Cómo hubiera sido tu vida en Estados Unidos?

Parecida a la que es aquí, porque es la vida de la gente de mi generación que ha hecho lo mismo que yo. Quizá con más pasta, con una demanda por más pasta y con unos abogados que cobrarían más pasta. Pero estaríamos en las mismas.