MADRID.- Eduardo Madina es el último treintañero que consigue un puesto con poder en la política española. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, le ha propuesto como nuevo secretario general del Grupo socialista en el Congreso, cargo de enorme relevancia durante esta legislatura para el Ejecutivo. Suma así su nombre al de otros colegas de la generación 'baby boom' que han pasado de ser un atractivo cartel electoral a tomar las riendas de los dos principales partidos.
Tanto Zapatero como Rajoy han aprovechado los nombramientos de estos jóvenes políticos para destacar su juventud y ponerla como valor en alza para asumir los cargos de responsabilidad. Esta mañana, el presidente aseguraba que los socialistas estaban "muy orgullosos de poder promover a personas tan jóvenes y con tanto futuro". "A mí también me decían que era muy joven, aunque ahora no tanto", añadía, con media sonrisa, Zapatero.
Con cuarenta años, el actual inquilino de la Moncloa se convirtió en secretario general del PSOE y cuatro años después, en presidente del Gobierno. También rondaba los cuarenta Aznar cuando ganó sus primeras elecciones generales. Pero sin duda, uno de los políticos más precoces que degustaron las mieles del poder fue Felipe González. Con menos años que Madina, Pajín, Sáenz de Santamaría o Ayllón, González asumió la secretaria general del PSOE —en aquel histórico congreso de Suresnes— y con cuarenta se convirtió en el jefe de Gobierno más joven de la democracia.
Madina (1976) sustituye en el cargo al donostiarra Ramón Jáuregui, que irá de segundo en las listas europeas. Con diecisiete años, Madina se afilió a las Juventudes Socialistas de Euskadi, a cuya secretaría general llegó en 2002. Pocos meses después fue víctima de un atentado de ETA en el que perdió una pierna y que le apartó para siempre de su gran pasión, el voleibol, al que se dedicaba profesionalmente. Este terrible episodio, como él mismo relató años después, sumió a su familia en una profunda depresión: "En mi casa se hizo de noche y una sombra de pena y de tristeza envolvió a mi familia", y provocó un infarto mortal a su madre.
Madina no abandonó su cargo al frente de la rama juvenil del PSE-EE hasta 2005. Un año antes había sido elegido diputado general por Vizcaya y durante la pasada legislatura ganó peso interno dentro del partido. Actualmente es miembro de la ejecutiva del PSE-EE y de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Además, es licenciado en Historia Contemporánea y está especializado en Relaciones Internacionales. Se trata de un diputado muy querido en la Cámara —suele asistir a todos los plenos— y en el partido —protagonizó la mayor ovación del último Congreso Nacional—. Es íntimo amigo del futuro lehendakari, Patxi López, que ejerció de dj en su boda, y de los diputados Joan Herrera (de Iniciativa per Catalunya) y Leire Pajín.
Precisamente Pajín (1976) es otra treintañera que en poco tiempo ha cosechado mucho poder dentro del partido. Hace un año fue nombrada secretaria de Organización, cargo desde el que controla las tripas del PSOE. Además, el nombramiento de José Blanco como ministro de Fomento le ha despejado el terreno para hacerse con las riendas de Ferraz (sede central del partido), ya que sus funciones solían solaparse en muchas ocasiones con las del vicesecretario general. Esta mañana algunos diputados se preguntaban qué hacía Pajín en la mesa 'presidencial' con Zapatero, De la Vega y Alonso. "Soy la 'número tres' del partido", ha sido su respuesta, con la que volvía a marcar su terreno de poder.
Pajín sonó como ministra en el primer gobierno de Zapatero de la presente legislatura. Su nombramiento al frente del Ministerio de Igualdad al final recayó en otra joven política, mucho más desconocida: Bibiana Aído (1977). Su experiencia política antes de obtener esta cartera de nueva creación fue la Delegación en Cádiz de la Consejería de Cultura, así como la dirección de la agencia de desarrollo del flamenco. Con 31 años se convertía en la ministra más joven de la democracia, aspecto que le valió más de una crítica —no exenta de cierto tono machista— por parte de alguna prensa. Se estrenó con sus "miembras" y "fistros" y ahora lidia con el controvertido encargo de reformar la ley del aborto.
La juventud en los cargos de responsabilidad también se ha contagiado al Partido Popular. Tras la segunda derrota electoral del Mariano Rajoy, éste decidió barrer el 'aznarismo' de la primera fila tanto en Génova (sede del partido) como del Congreso. Su primera decisión fue nombrar a Soraya Sáenz de Santamaría (1971) como nueva portavoz parlamentaria, en sustitución del quemado Zaplana. Esta vallisoletana, abogado del Estado, se fue ganando la confianza del jefe por su carácter empollón, lo que acabó convirtiéndola en la guardaespaldas del líder de la oposición en el Parlamento.
Su elección no fue acogida, sin embargo, con efusivo entusiasmo por sus compañeros, aunque sus habituales y esperados rifirrafes con la vicepresidenta De la Vega le han permitido hacerse con las riendas de la bancada 'popular'. Sin embargo, no ha podido escapar de las críticas por su juventud, que arreciaron con su posado en plan 'femme fatale' en la portada de 'El Mundo'.
Sáenz de Santamaría decidió colocar de 'número dos' a otro compañero de su quinta. José Luis Ayllón (1970) conocía las tripas de Moncloa antes que las del Congreso. El actual secretario general del Grupo Parlamentario del PP —es, por tanto, el homólogo de Madina cuando éste sea nombrado oficialmente— fue uno de los jóvenes 'fontaneros' de Aznar a las órdenes de Carlos Aragonés. Rajoy decidió contar con él para la elaboración de su programa electoral y, a pesar de perder su escaño en las elecciones de 2004, ganó peso interno con la Secretaría de Comunicación del partido, junto a su íntimo amigo Gabriel Elorriaga. El hombre que escribe los argumentarios del líder 'popular' también cae simpático en el Hemiciclo, donde destacan su habilidad para la negociación y su carácter bromista.
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