Secciones bajar

Apuntes al natural desde el Congreso

  • Bono se ha mostrado muy tranquilo frente a Soraya Sáenz de Santamaría
  • El modelo de Ana Pastor ha sido uno de los que más ha lucido en el Congreso
Por PILAR PORTERO (SOITU.ES)
Actualizado 01-04-2008 16:57 CET

Bono me besa y yo le doy la enhorabuena. Qué suerte. He tenido que esperar a que saliera hasta el último gato pero por fin le tengo delante. El recién elegido presidente del Congreso me clava esos ojos azules y me repite a dos palmos de la boca: "Ya he dicho que no voy a decir nada que no quiera decir. Vamos a tener muchos días por delante", concluye con ese 'ejqueo' que le caracteriza. Marco Schwartz de El Periódico de Cataluña, Pablo Ordaz de El País, Marisa Cruz de El Mundo, Paula de las Heras de Colpisa y yo le acorralamos para felicitarle y de paso saber cómo se sentía al ser el primer presidente del Congreso que ha necesitado una segunda vuelta para ser elegido en mayoría simple o cualquier otra cuestión que estuviese dispuesto a comentar.

Es el hombre del día y no se le debía dejar escapar de rositas. Ya se sabe que el acto de hoy es un mero trámite pero el exiguo apoyo a Bono a pesar de que los socialistas han cedido dos de los cinco puestos en la mesa del Congreso a favor de CiU y PNV ha sorprendido.

La tranquilidad de Bono choca con la hiperactividad de Soraya Sáenz de Santamaría, quien tras achucharse con José Antonio Alonso, se ha dedicado a dar instrucciones a sus compañeros de partido desde su escaño. Acebes, sentado a su izquierda, ha tenido que aguantar un imparable ataque de verborrea. Tras dejarle agotado la ha emprendido con José Luis Ayllón, una de las sorpresas del día al ser designado secretario general del grupo en la Cámara. Luego, se ha dirigido al ex ministro 'popular' Arias Cañete, sentado en la fila de atrás, cinco escaños a su izquierda. El veterano e irónico diputado ha escenificado una especial premura mientras hacía un comentario jocoso a Aparicio y Elorriaga, sus colegas de asiento. Soraya se ha tomado su papel tan a la tremenda que el hemiciclo parecía hoy su despacho. Móvil en mano organizaba sin descanso. En la tribuna de prensa se bromeaba sobre qué tipo de estimulante habría ingerido para estar tan sobreexcitada.

Pasarela en la Cámara

En los bancos socialistas Eduardo Madina besa efusivamente a Leire Pajín, el nombre que suena como próxima ministra de Asuntos Sociales. La hija de los dueños del hostal de Riaño en el que Zapatero pasaba sus vacaciones juveniles iba enfundada en un vestido tipo bata en salmón desvaído con bailarinas con destellos plateados que la trasladaba directamente a un bautizo. Y es que los modelitos inaugurales de sus señorías dan mucho juego. Hay quienes, como Leire, optan por el disfraz.

En ese mismo grupo, Carme Chacón, ministra de vivienda en funciones, ha decidido entregarse al rol de embarazada y que se note. No sólo es su actitud desparramada de preñada de libro, ese blusón amplísimo para que dure hasta el día del parto ocultaba su personalidad además de la tripa. La primera ministra que dará a luz en el Gobierno era uno de los centros de atención. Por su sillón han pasado decenas de colegas de distintas formaciones interesándose por la marcha de su estado. Dicen que la baja maternal se la va a coger su marido, me cotillea una colega.

Al que habría que avisar sobre los demodé que resultan las corbatas de gánster es a Jesús Caldera. Una cosa es imitar el estilo de Zapatero, que también lucía corbata de rayas —aunque la suya era impecable—, y otra lograrlo. Ahora he entendido las prisas que tenía anoche Ana Pastor en recoger un modelito en El Corte Inglés de Serrano. Era la falda tan luxury en blanco y negro que lucía hoy. Una de las diputadas más llamativas ya que Trinidad Jiménez, Elena Salgado y Elena Espinosa han echado mano del socorrido gris, muy soso cuando se usa de la cabeza a los pies.

Zaplana y Costa aplauden a cámara lenta, con desidia, los nombramientos de sus compañeros. Si Juan Costa se queda es porque Rajoy le habrá ofrecido la secretaría general en el Congreso de junio, me soplan. La insatisfacción entre algunos diputados 'populares' tras los últimos acontecimientos en su partido es evidente. A la hora del cafetito, en los bares de la zona, Soraya salta de conversación en conversación. "Le falta experiencia", es lo más suave que se oye.

En el hemiciclo todo son palmaditas en la espalda. Una de las más sinceras, la de Mª Teresa Fernández de la Vega, quien al acercarse a votar aprovecha para mostrarle su apoyo a la nueva portavoz del PP. En sus asientos, los señores diputados charlan por el móvil, se envían mensajitos, leen el periódico, parlotean unos con otros y permanecen con el ordenador apagado el 90%. Desde luego ellos no están entre los 20 millones de españoles que el Gobierno contabiliza conectados a internet. Como ha apuntado José Bono en su discurso, a ver si van tomando ejemplo de la sociedad.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Di lo que quieras

Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.

Volver a actualidad Volver a portada
subir Subir al principio de la página