Estás parado, no encuentras trabajo de ninguna de las maneras y está a punto de acabarse tu subsidio por desempleo como ya le ha ocurrido a más de un millón de personas. Puede ser que hayas visto al presidente del Gobierno por la televisión o que hayas leído u oído sus declaraciones. Ha anunciado que asegurará por ley que se extienda esa prestación seis meses más —justamente el día en que se da a conocer que más de 4 millones de personas están de brazos cruzados en este país— y eso te ha hecho ver una luz al final del túnel.
Pues te pedimos que seas cauto y que guardes esa media sonrisa para el 13 de agosto, día en que se celebrará un Consejo de Ministros extraordinario en el que se aprobará esta extensión del subsidio y otras "medidas que considere oportunas", tal y como acaba de expresar el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
¿Por qué hay que ser cauto? El presidente del Gobierno ha dicho en Palma de Mallorca, lugar donde se ha trasladado junto a todo su equipo para aprobar un paquete de medidas especial para el turismo, que se dará una ayuda que tendrá, en principio, una duración de seis meses, una vez agotado el subsidio del paro. ZP no ha especificado nada más y desde ningún ministerio quieren saltarse ni una línea de lo dicho por el jefe del Ejecutivo ni quieren añadir ni una coma. La duda surge ahora en si respetará o no lo que llevan negociado hasta ahora con los sindicatos.
En el último borrador (PDF) que presentó el Gobierno al ya muerto diálogo social (que según el Ejecutivo ha matado la patronal al exigir más de lo permisible), y que habían aceptado los sindicatos, especificaba que la ayuda sería exactamente de 420 euros y que no sería para todos. Así lo contaba en el mismo documento:
Con la finalidad de proteger a los desempleados que agoten el periodo de prestaciones, se establecerá un Programa Temporal de Inserción. Serán beneficiarios del mismo todos los desempleados que agoten un periodo previo de prestaciones por desempleo, tanto de carácter contributivo como de subsidio asistencial, y que se encuentren en situación económica de necesidad. La situación de necesidad de los beneficiarios se justificará por la correspondiente prueba de rentas familiares (75% del salario mínimo interprofesional [es decir, que tu familia no ingrese más de 624 euros mensuales]). La prestación tendrá una duración de seis meses y tendrá una cuantía del IPREM del 80% [es decir, 420 euros]
Si esta medida se cumple tal cual, algo que fuentes sindicales dan por seguro, la ayuda a los parados no iría a parar al más de un millón de personas que ya no reciben ni un euro del Estado porque se les ha acabado la prestación, sino que ese grupo se reduciría a unos 200.000 según cálculos del propio Gobierno y dejaría fuera a personas que vivieran en familias donde entraran más de 624 euros mensuales. Por otro lado, el subsidio, que pagaría con un adelanto de los fondos europeos, estaría ligado a programas de inserción en el mercado laboral. ¿A que así ya no es tan bonito como parecía?
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