Zapatero ansía esta foto. Que los agentes sociales y el Gobierno posen juntos delante de la Moncloa tiene una lectura: 'habemus pacto social'. El presidente no es el único que la ansía. La quieren los sindicatos y la quiere la patronal para, como mínimo, justificarse ante los suyos. Pero un año después de que se retomaran las conversaciones en el marco del diálogo social —justamente por la preocupación de tan magna crisis— entre ellos no han conseguido ponerse de acuerdo ni en lo que vale una goma de borrar. ¿Conseguirán esta instantánea antes de irse de vacaciones?
La foto que acompaña (Toxo sustituye a Fidalgo en CCOO), se tomó en el palacio de la Moncloa el 29 de julio de 2008. El presidente del Gobierno puso entonces énfasis en que el diálogo social se centrara en el crecimiento, en el empleo y la protección social. De las reuniones que llevan manteniendo desde entonces no se ha arrancado, sin embargo, ninguna conclusión clara en ninguno de estos tres aspectos.
Ante tal parón, y con una sociedad demandando cambios, el Gobierno ha decidido tomar las riendas del asunto y ha puesto al frente de las negociaciones a uno de sus mejores hombres: el director de la oficina económica de Moncloa, Javier Vallés. El resultado ha sido un borrador que sale desde el Gobierno y que no ha contentado por su tibieza a ninguno de los que tienen que estampar su firma en él.
"Es claramente insuficiente e irrisorio", nos cuenta el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, tras una reunión de su junta directiva con el ministro de Fomento. El jefe de los empresarios, que se encuentra esta tarde en el Ministerio de Trabajo con el titular del mismo y los representantes de los sindicatos para hablar del borrador, se niega a aceptarlo tal cual, y pide más concesiones hacia los empresarios para firmar y que llegue la ansiada foto. En el documento de Moncloa (pincha aquí para decargártelo) hay cosas que interesan —y mucho— a los empresarios, pero "el Gobierno se ha quedado claramente corto", consideran desde la cúpula empresarial.
A lo que la patronal hace referencia es a la rebaja en medio punto de las cotizaciones a la Seguridad Social que propone Moncloa (y que hará que no ingresen 1.600 millones de euros en las arcas del Estado), es decir que el empresario pague menos por contratar y mantener a un trabajador. "Nosotros pedimos una rebaja de cinco puntos, así que fíjate el abismo que hay entre ellos y nosotros", explica Díaz Ferrán. Parece ser, según fuentes económicas cercanas al Gobierno, que la rebaja acabará siendo mayor con la intención de conseguir el beneplácito de la patronal, pero que no llegará a los cinco puntos que pide.
El otro punto de desencuentro en el borrador es la renta que durante seis meses cobrarán los parados a los que se les agote la prestación, y que ascenderá a 421 euros. Eso sí, estará ligada a la formación durante ese periodo. Los sindicatos también están de morros con el Gobierno, en este caso porque consideran poco dinero esos 421 euros —un ahorro que al Estado vendría a costarle un total 453 millones de euros—. Desde CCOO confirman que en la reunión de esta tarde, "discreta" y a la que no acudirá Toxo, se hablará largo y tendido del borrador. Su posición ya la ha marcado su secretario de acción sindical, Ramón Górriz, quien cree que, además, la duración de la prestación (medio año) es totalmente insuficiente.
El encuentro que esta mañana ha mantenido el ministro de Fomento, José Blanco, con la cúpula de los empresarios ha dejado una imagen de apoyo y comprensión mutua entre patronal y Gobierno. "Los socialistas y los empresarios tienen actualmente una muy buena relación", ha dicho Blanco tras salir y abrazar efusivamente a Díaz Ferrán. El presidente de la patronal no ha querido llegar tan lejos: "La relación con el ministro es muy buena" porque "se preocupa por nosotros". Se lleva bien con el ministro que le abraza, pero sobre el resto guarda silencio.
Y es que con algunos sectores del Ejecutivo las relaciones son más complejas. La pretendida reforma del mercado laboral que vienen planteando desde la CEOE y otras organizaciones (que incluye el abaratamiento del despido) no está como tal en los planes de ZP y cuando él o alguien de su equipo escucha esas dos palabras juntas no hace más que emplazar a que se resuelva solito en el marco del diálogo social.
En el borrador de seis páginas redactado desde Moncloa se ha aprovechado para, de paso, incluir medidas que son idénticas a las que ZP anunció hace unas semanas en el Debate sobre el Estado de la Nación. Todo el tercer bloque del documento (páginas 5 y 6), el referido a las materias del diálogo social reforzado, hace hincapié en lo que el presidente del Gobierno comentó en la tribuna del Congreso de los Diputados: reducción del Impuesto de Sociedades para pymes, un fondo del ICO para la economía sostenible, y eliminación de las deducciones por vivienda habitual en 2011.
Sobre este bloque ni sindicatos ni patronal se han manifestado aún. A falta de saber lo que se extrae de la reunión de hoy, en el único punto en que ambos extremos de la mesa del diálogo social están de acuerdo es en el rechazo a las medidas 'estrella' que ha propuesto el Gobierno para contentar a unos y otros. Aun así, esperan, según han confirmado desde ambos lados, que la firma de todos se estampe antes de irse de vacaciones. A lo que no están dispuestos, comentan fuentes patronales, es a darle la foto a ZP sin conseguir unos mínimos a cambio.
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