La situación en Darfur se complica después de que hayan sido secuestrados tres trabajadores de la ONG Médicos sin Fronteras que operaban en el oeste de Sudán. El presidente del país africano, Omar al-Bashir, reaccionó a la orden internacional de arresto contra él expulsando a varias organizaciones humanitarias "al no poder garantizar su seguridad".
MSF ha confirmado que cinco de sus trabajadores, dos sudaneses y tres extranjeros, fueron capturados en la zona de Sherif Umra, en la provincia sudanesa de Norte de Darfur, a las 5:50 horas GMT. Posteriormente, uno de los trabajadores locales sudaneses fue liberado a 20 kilómetros del lugar, y el segundo a una distancia similar de donde tuvo lugar la primera liberación.
Las tres personas que permanecen retenidas son un responsable francés, un médico italiano y una enfermera canadiense. "Dos trabajadores sudaneses de MSF también fueron secuestrados al mismo tiempo y poco después fueron liberados", asegura la ONG en un comunicado.
La organización ha asegurado en rueda de prensa desde Bruselas que los tres cooperantes "en buen estado". El responsable de MSF Bélgica, Christopher Stokes sostiene que la ONG ha hablado con un miembro del personal de la organización en Sudán, que les ha garantizado que los tres secuestrados están "en buen estado, han sido bien tratados y han recibido comida".
Stokes dijo que MSF planea sacar a todo su personal de Darfur tras este incidente, que las autoridades sudanesas atribuyen a móviles económicos, aunque la organización humanitaria no confirma ese detalle. En principio, se plantean trasladar a todos los cooperantes de su entidad que quedan a Jartum, la capital sudanesa, excepto a los que puedan resultar necesarios para la liberación de los tres secuestrados.
El grupo de MSF atacado ya había evacuado el lugar de donde había sido expulsado la semana pasada de Darfur. Por ello, MSF no considera que haya relación entre este ataque y la decisión que el Gobierno de Sudán tomó la pasada semana de expulsar de Darfur a las organizaciones humanitarias, en respuesta a la orden de arresto que la Corte Penal Internacional emitió el pasado día 4 contra el presidente del país, Omar Al Bachir, por crímenes de guerra y lesa humanidad en esa región.
Stokes y el director de operaciones de MSF Bélgica, Stephan Goetheuer, indicaron que los miembros de MSF que siguen en el país tienen permiso para trabajar en otros lugares distintos a aquellos de donde han sido expulsados.
MSF tiene actualmente en Sudán una treintena de expatriados, además de personal local. Antes de la orden de expulsión de Darfur el número de cooperantes ascendía a unos 60, pero la mitad aproximadamente salió del país la pasada semana.
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