De primero crema de calabaza. Filete de ternera con patatas de segundo. De postre, una manzana y para beber, agua. Todo ello al módico precio de 9,80 euros. Pero... ¿y si lo hubiésemos hecho en casa? La cosa cambiaría y mucho. El menú no hubiese subido de los 4 euros, un ahorro de más del 50%. Un día vale, pero así todas las semanas, todos los meses del año... el gasto acaba siendo excesivo. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada español invierte 1.575 euros al año en comer fuera de casa. Ahora que la crisis es más que evidente, la fiambrera de toda la vida podría ayudarnos a ahorrar.
España es el país de Europa donde más a menudo se come 'de menú'. Nuestra forma de organizar la jornada laboral, unido a otras circunstancias como la distancia del hogar respecto al puesto de trabajo o la necesidad de ahorrar tiempo, hace que un 26% de los españoles coman cada día fuera de casa. De ellos, 8 de cada 10 optan por el menú de día. Es decir, 9 millones de personas.
Las precios que ofrecen los menús de los restaurantes son muy variados pero ninguno se ajusta a lo que costaría hacer la misma comida en casa. Según la OCU éstos pueden ir desde 5,9 euros hasta 20. Ambos, curiosamente, de dos restaurantes en Sevilla. Pero la media está en 9,5. Esto hace que el 30% del presupuesto anual de alimentación se invierta en los 'menús del día'.
Ahora que la crisis está en boca de todos, muchos se han planteado ahorrar en comida, especialmente a mediodía. Recurrir al 'tupper' es la mejor opción —un 10% de los que comen fuera de casa ya lo hacen—. La otra sería apostar por la comida basura y muchos ya lo están haciendo. Cada vez hay más gente que recurre a estos restaurantes a la hora de comer. La crisis no afecta a los 'fast food' que han aumentado sus ventas más de un 5%. Algo no muy recomendable según los nutricionistas. Sobre todo, porque en España un 16% de la población adulta es obesa y un 30% sufre sobrepeso.
Con una radiografía poblacional como ésta, el tupper no sólo contribuye al ahorro, también ayuda a llevar una dieta mucho más saludable y equilibrada. La OCU advierte que de los 400 menús analizados, en 100 restaurantes de ocho ciudades españolas distintas, sólo un 12% ofrecen una alternativa saludable. Pecan sobre todo de falta de legumbres y huevos. Mónica Hernando, nutricionista, achaca este problema más a los comensales que a la oferta poco variada de los restaurantes. "Cuando comemos fuera de casa tendemos a elegir lo que más nos gusta o lo que mejor hacen en los sitios sin pensar en qué hemos comido los días anteriores", explica.
Los más de 9 millones de españoles que cada día comen de menú tienden a ir a los mismos sitios, los más cercanos al trabajo y donde ya les conocen. Cada restaurante ofrece una medida de 160 comidas distintas al año y esto contribuye a la falta de variedad en la dieta. Además, son muy pocos los que tienen el sello de Gustino. Apenas hay restaurantes que recogen el decálogo de la comida saludable propuesto por la Agencia Española de Seguridad Alimentario (AESA), dependiente del Ministerio de Sanidad.
El simple hecho de preparar la comida en casa nos obliga a planificar nuestro menú semanal y eso, según Hernando, es una ventaja. Con el ritmo de vida actual apenas hay tiempo durante la semana para cocinar el plato del día siguiente: de hay que la solución sea elaborar el menú durante el fin de semana. "De esta forma se equilibra mejor la dieta y se controla mucho más los alimentos que ingerimos", explica.
La comida de restaurante —sobre todo en los de menú— suele estar elaborada con "más grasa y muchas veces, las menos aconsejables". Además, con el menú del día se "ingieren más calorías de las que se necesitan". El informe de la OCU explica que no hay distinciones y se oferta el mismo menú a los oficinistas que a los que hacen un trabajo físico intenso. De ahí que insistan en que terminar lo que hay en el plató no es una obligación.
Con el 'tupper' no todo son ventajas. Muchas empresas carecen de un comedor para los empleados. En verano, incluso en primavera, esto no importa porque normalmente hay parques donde comer, pero cuando llega el invierno la cosa se complica. Mucha gente acaba comiendo en la mesa de trabajo. Por eso, lo recomendable en un caso así es aprovechar el resto del tiempo de comida para salir a dar un paseo o tomar un café fuera de la oficina. La hora de comer también tiene que servir para desconectar.
El otro gran problema es que no todo el mundo tiene tiempo para preparar la comida y muchas veces, tampoco se sabe el qué. Mónica Hernando recomienda platos únicos que contengan todos los nutrientes necesarios como "paella de pescado o pasta con verduras", la otra opción sería "hacer una merluza en salsa verde, que no se seca, y acompañarlo de una ensalada, por ejemplo". Nosotros te explicamos cómo puedes hacer alguno de estos platos.
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