Falafel, Babaghanus, Tahine y vinos del Bekaa condimentan el Festival Amal

Santiago de Compostela.-  Falafel, babaghanus, tahine y otras especialidades gastronómicas de Oriente Medio y del Magreb, acompañados de vinos del fértil valle libanés de Bekaa, condimentan el Festival de Cine Euro-Árabe Amal, que se desarrolla actualmente en Santiago de Compostela.

Los organizadores del evento, la Fundación Araguaney-Puente de Culturas, promueve durante la semana de duración del festival las delicias de la gastronomía árabe, una cita amenizada incluso con espectáculo de danza del vientre.

La semana gastronómica árabe que acompaña al festival de cine incluye algunas de las especialidades más conocidas y suculentas de diversos puntos del mundo árabe, principalmente platos de cocina mediterránea oriental o bien recetas más propias de la tradición magrebí.

La cocinera Aboucharif Nancy indicó que entre las especialidades figuran tradicionales recetas del mundo árabe que van desde exquisiteces de la cocina palestina o libanesa, asados especiados con curry y hierbas aromáticas o sencillas composiciones de legumbres y verduras más propias del área mediterránea, pero subrayó que "lo más apreciado es la mezcla del dulce y salado".

Entre los clásicos destaca el falafel, unas croquetas a base de garbanzos y perejil aliñados con cardamomo, canela, comino, clavo, pimentón y pimienta blanca, o kafta, albóndidas de carne picada con curry acompañadas de arroz.

También figura en la carta el babaganoush, a base de berenjena asada con ajo y aceite de oliva y aderezada con crema de sésamo, y adas, una especie de potaje o sopa a base de una variedad de lentejas amarillas palestinas o jordanas.

Entre las especialidades está además el waraqd dawali, una especie de croqueta en la que el envoltorio es de hoja de parra rellena en su interior de arroz, tomate, cebolla y ajo cocidas con limón, una especialidad propia del mediterráneo oriental tradicional también en varios países del área cristiano-ortodoxa de la extinta Unión Soviética.

De los platos más elaborados destaca la pastela, una especie de pastel de hojaldre con pollo y almendras que combina precisamente el dulce y el salado, y que representa uno de los atractivos de esta semana que, desde hace varios años, la fundación Araguaney dedica a promover la cocina árabe.

También destaca el tahine de rape, que combina ese pescado con chermoula, una salsa marinada típica magrebí que suaviza la textura y la impregna de aromas, o el cous-cous moreno, a base de sémola y verduras acompañado de carne de ternera.

Más simples son otros platos como el hommos, una crema de garbanzos elaborada con sésamo y aceite de oliva; el tabbouleh, una ensalada que combina la sémola de trigo con abundante perejil, menta y limón; o el fattush, a base de tomate, lechuga, pepino y pan.

Además de esas y otros especialidades, que bien pueden combinarse en un menú degustación o apreciarse por separado a la carta, están los clásicos dulces que combinan frutos secos y miel, y vinos del valle del Bekaa, uno de los vergeles de Oriente Medio.

Aboucharif, la chef encargada de tan variada oferta, que lleva residiendo en España desde hace cuatro años, aseguró que uno de los platos que considera más seductores para su gusto es el de callos a la gallega, ya que está hecho a base de garbanzos y un pimentón parecido al que se utiliza en su Marruecos natal.

La semana gastronómica árabe es una de las actividades complementarias del VII Festival de Internacional cine Euro-Árabe Amal, que se desarrolla en Santiago de Compostela hasta el 31 de octubre, y que prevé proyectar un total de 36 películas en competición, entre largometrajes de ficción, documentales y cortometrajes.