"Sólo hasta el 2 de julio dos juguetes en cada Happy Meal por el mismo precio". No todos los niños se resistirán a este eslogan. Es la última promoción de McDonald's orientada a los más pequeños de la casa. Empieza hoy. Con cada menú infantil la cadena regala dos juguetes y un extra: alrededor de 500 calorías, lo que aportan la hamburguesa, patatas fritas, el refresco y el postre que componen el menú.
La cadena de comida rápida más famosa del mundo no es la única que regala juguetes con sus alimentos infantiles para atraer a los niños. Lo mismo hace Burger King, donde "en cada Diverking hay un transformer oculto". Hay ocho en total. Así que si se quiere hacer la colección completa no queda más remedio que comerse ocho menús con un contenido y un valor nutricional muy similar al de su competencia directa en un plazo de 37 días, lo que dura la promoción. Otro ejemplo es el de Telepizza. Con cada compra, los niños acumulan puntos como miembros de 'la tribu' para luego canjearlos por juegos.
Podríamos seguir dando ejemplos de regalos vinculados con comida 'basura', pero ésa no es la cuestión. La cuestión es saber si es lícito utilizar este tipo de promociones para ganase el estómago de los más pequeños. Sobre todo teniendo en cuenta que se quieren vender son productos conocidos como 'comida basura' —ricos en grasas y calorías— en una sociedad donde la obesidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha convertido en la epidemia del siglo XXI. Y donde preocupa especialmente su aumento entre los niños. Según un estudio de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), más del 30% de los menores españoles son obesos o tienen sobrepeso.
¿Deberían prohibirse entonces este tipo de promociones? Brasil ya tiene la respuesta y es que sí. Según su fiscal federal Marcio Schusterschitz da Silva Araújo, estas ofertas alientan a los niños a comprar comida con alto contenido en grasa. "El juguete adquirido con la comida, antes o después se perderá, pero los hábitos alimenticios o las consecuencias del consumo de la comida con exceso de grasa o azúcares tienden a persistir", asegura. Es por eso que el pasado 15 de junio pidió que se prohíba a McDonald's, Burger King y la cadena brasileña Bob, regalar juguetes con la comida. La decisión está ahora en manos del juez.
En España no existe ningún tipo de normativa que prohíba regalar juguetes con estos alimentos y según asegura la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) tampoco la va a haber. Lo más parecido es el Código Paos, elaborado en 2005 y enmarcado dentro de la estrategia NAOS, cuyo objetivo es "disminuir la prevalencia de obesidad y sobrepeso y sus consecuencias". Este Código, aprobado por el 97% de los anunciantes, establece una serie de recomendaciones a seguir en la elaboración de campañas publicitarias dirigidas a menores de 12 años.
Y se refiere a menores de 12 porque "cuanto menor es la edad del público al que se dirige el anuncio, mayor es su credulidad y vulnerabilidad". Así los anuncios no pueden inducir a error sobre la adquisición de fortaleza, estatus, popularidad, crecimiento, habilidad o inteligencia. Tampoco pueden sugerir que un padre sea mejor si compra un alimento o que adquiriéndolo el menor obtenga mayor aceptación entre sus amigos. Ni siquiera se acepta que un personaje famoso promocione este tipo de productos.
Tampoco en el resto del mundo hay nada parecido. O al menos por el momento. Aunque sí se ha puesto en marcha un intento de elaborar un conjunto de recomendaciones sobre la comercialización de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a niños y niñas. En marzo de 2008 Consumers International (CI) y la organización Internacional Obesity Task Force (IOTF), avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), iniciaron el proyecto Junk Food Generation para hacer frente a la creciente obesidad infantil.
El Código de Comercialización Internacional de Alimentos para Niños, incluido dentro de éste, "pretende proteger a generaciones presentes y futuras frente a las consecuencias dañinas para la salud y socioeconómicas de la ingesta de alimentos hipercalóricos, muy poco nutritivos, ricos en grasas, azúcares o sal, y fomentar una comercialización responsable dirigida a los niños y las niñas". Y entre sus recomendaciones, el Código habla de prohibir "la inclusión de regalos gratis, juguetes o artículos coleccionables que puedan atraer a niñas y niños" (artículo 6, apartado h). Este mes la OMS comenzó las consultas entre sus países miembros para decidir si debe ser o no aprobar el Código. Terminarán en agosto.
Curiosamente la única medida relativa a alimentos y obsequios que hay en la Unión Europea es una directiva aprobada en diciembre de 2008 en la que se prohíben los productos en los que haya un juguete dentro que no esté embalado. Pero la medida no tiene como fin evitar el aumento de la obesidad, su objetivo es mejorar la seguridad de los niños.
¿Y tú qué opinas? ¿Deberían prohibirse este tipo de regalos? ¿Son lícitas estas promociones? ¿Es necesario llevar a cabo una iniciativa como la de Brasil?¿O es exagerada su postura?
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