MADRID.- Ya llega, ya llega. Y rebajado de precio. Los cazadores de tendencias y los consumidores más fashion están a la espera. Telefónica confirmó ayer en un escueto comunicado el lanzamiento del iPhone en España. Eso sí, afortunadamente sólo después de que Steve Jobs, boss de Apple, anuncie el lunes próximo algunas mejoras imprescindibles. Pero lo mejor, esperamos, será el despegue de la internet móvil en España con el aumento de la competencia entre operadoras con más tarifas planas.
El iPhone ha revolucionado la telefonía móvil desde su aparición en junio de 2007. No porque sea el mejor teléfono, sino por la popularización de una interfaz diferente. Con el iPhone el teléfono se separa al fin de su historia. Ya no es un cacharro con un teclado y números al que se suma una pantalla. Ahora es todo pantalla táctil y hay auténtica navegación: no sólo en internet, sino en el propio uso del iPhone como teléfono.
La otra revolución es ser un auténtico ordenador multimedia de bolsillo. ¡Eh, pero si ha habido muchos cacharros antes con vídeo, fotos y música! Sí, ya, ya. Cierto. Pero Apple ha sabido explotar el efecto iPod: convertir a un aparato en el referente de la multimedia personal. Al iPhone le falta una cosa: puedes bajarte canciones o vídeos de iTunes desde una conexión wifi, pero olvídate de hacerlo con tu tarifa plana hasta que no soporte 3G.
¿Y el Bluetooth? Sí, hace falta mejorarlo para conseguir conectividad total con línea, wifi y en distancias cortas para el diálogo con otros equipos.
Y una cámara mejor. Eso. Posiblemente no batirá a los modelos de Nokia, pero un objetivo mejor no estaría mal.
Todo esperanzas para el próximo show de Jobs, rey del marketing estiloso, vendedor de suspenses y esperanzas. Está a punto. iTunes crece con películas, series, que hasta ahora se resistían. Y el canal de comercialización digital atado a los más deseados cacharros es el gran negocio de la reinvención de la marca de la manzana. La solución, el lunes 9.
20.000 iPhones vendidos al día. 1,7 millones los tres primeros meses de este año. Apple espera vender diez millones al acabar 2008. Pero para eso ha habido que rebajarlo. Mucho. Veremos a cuánto lo lanza Telefónica, aunque fuentes del sector aseguran que estará alrededor de los cien euros. La revolución no puede ser demasiado cara.
Lo más importante para todos, te guste o no el teléfono de Apple, es que las operadoras comiencen a comercializar verdaderas tarifas competitivas para que internet de verdad se pueda llevar en el bolsillo y sea ubicua.
A Telefónica le interesa. Con casi 109 móviles por cada cien habitantes, el mercado en España comienza a ralentizarse y el ex monopolio necesita nuevas ofertas para aguantar la competencia del resto de operadoras. La portabilidad bajó en marzo un 19%, según datos de la CMT. Telefónica quiere darle otro buen impulso con el iPhone y tarifas competitivas, porque el mercado de datos crece más que el de voz: un 55% frente a un 10% del tráfico general en 2007. Y eso que menos del 8% de los usuarios se conectan a internet desde el móvil.
La revolución espera tarifas baratas. Anímense.
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