Microsoft lanza hoy la nueva versión de su sistema operativo móvil, Windows Mobile 6.5. Pero en su estreno mundial —y también en el español, celebrado esta mañana en el madrileño Teatro Alfil— se ha evitado pronunciar ese nombre, mucho menos sonoro que el de competidores como Android o Symbian. A partir de ahora, los teléfonos que utilizan el programa de Microsoft para funcionar se llaman Windows Phones. Sí, como los Google Phones.
A falta de grandes novedades en un sistema operativo "de transición" mientras llega su versión 7 (parece que no gusta ni siquiera al mismo Steve Ballmer), Microsoft ha decidido centrar el marketing de su producto en los flamantes nuevos teléfonos que llegarán a las tiendas en las próximas semanas y en sacudirse su etiqueta "de negocios" orientándose al público general. "Queremos hacer lo mismo que hicimos hace unos años en el mundo de la informática", ha dicho el director de Marketing de Microsoft España, Antonio De la Rosa. Que la "marca Windows" guíe al usuario a los móviles inteligentes igual que entonces los guió dentro de la informática es su razonamiento.
Vodafone es el principal aliado de la compañía en el desembarco de los Windows Phones y se encargará de distribuir 250.000 unidades del LG GM-750 (alias Leila), que en España costará entre 0 y 49 euros. Sencillo —pero smartphone al fin y al cabo, con pantalla táctil de 3 pulgadas y Wifi— ya está en las tiendas y lo veremos hasta en la sopa, sobre todo en la campaña navideña. La apuesta de las compañías por el mercado doméstico no es casual. En España, el 23% de los usuarios de móvil posee un teléfono inteligente y somos el segundo mercado occidental en penetración tras Italia, según datos de Nielsen. Según los cálculos de Vodafone, los smartphones son para ellos ya el 35% de sus ventas españolas. Esperan que el año que viene la mitad de sus clientes posean uno (con su correspondiente y sabrosa tarifa de datos). Microsoft disfruta de un 17% de la cuota de mercado de los sistemas operativos móviles y son segundos en penetración.
Entre las novedades que estrena Windows Mobile 6.5 se incluyen el nuevo Internet Explorer —que promete una experiencia de navegación similar a la del PC— o o el servicio My Phone, que permite almacenar en internet todos los datos del teléfono, desde los contactos a las fotos y que consolida la apuesta por 'la nube' de los de Redmond. Por supuesto, se facilita el acceso a las redes sociales, desde Twitter a Facebook, MySpace o Flickr.
También se estrena la esperada tienda de aplicaciones de Microsoft, Windows Marketplace, de donde es posible descargar aplicaciones que podrán 'descambiarse' dentro de las primeras 24 horas desde su compra. Aunque incluye aplicaciones llamativas, para los analistas llegan tarde: los usuarios ya se han acostumbrado a la exuberancia de la rentable tienda para iPhone (han superado los 2.000 millones de descargas) y a la gratuidad del Android Market. En la Windows Marketplace serán los desarrolladores quienes decidan si sus aplicaciones (previamente certificadas por Microsoft) serán gratuitas o no, y se quedarán con el 70% del precio de venta.
No sólo LG tiene listo su Windows Phone. En noviembre llegará con Telefónica el Omnia 2 de Samsung, tope de gama de sus teléfono y orientado al público profesional. La "familia Omnia" permitirá elegir entre un modelo con pantalla AMOLED de 3,7 pulgadas y resolución WVGA; el B7610, con teclado oculto desplegable; el B7320, con teclado Qwerty a lo BlackBerry y el B7300, el más sencillo de los Omnia 2.
HTC lanzará en noviembre con Vodafone (o libre previo pago de 649 euros) otro espectacular móvil de negocios, el HTC HD2. Se trata de un equipo con una enorme pantalla táctil de 4,3 pulgadas WVGA (el doble de resolución que el Hero) y procesador SnapDragon a 1Ghz. HTC calcula que para finales de año dispondrá de cuatro terminales con Windows Mobile 6.5: el citado HTC HD2, el Touch 2 (que se venderá libre por 349 euros y también con todas las operadoras), el Touch Pro 2 y el Touch Diamond 2, que aunque ya están en el mercado serán actualizados. HTC continúa su estrategia de juego a dos bandas. "Elegir entre Android y Windows Mobile es como elegir entre dos hijos", bromeaba el lunes Pedro Abad, director de HTC España.
A pesar del "amor" que declaran los fabricantes por el sistema operativo de Microsoft, lo cierto es que muchos de ellos se están esforzando al máximo por esconder bajo una interfaz propia los menús marca de la casa, una tendencia que continúa en los nuevos "Windows Phones". HTC con Sense, o LG con S-Class intentan que el usuario nunca se de cuenta de que detrás de su bonita fachada se esconde un pequeño Windows. "Se trata de permitir la personalización al máximo, tanto para los fabricantes como para los usuarios", defendían esta mañana en la presentación madrileña representantes de Microsoft.
Además de LG, Samsung y HTC, serán Toshiba (a través del TG01), Sony Ericsson (con su X2), HP, Acer y Asus el resto de marcas que pondrán a la venta sus propios Windows Phones durante las próximas semanas. Por supuesto, muchos de los que ya están en el mercado podrán actualizar su sistema operativo a la última versión. Microsoft prevé que para finales de este año se puedan elegir entre 30 Windows Phones en 20 países diferentes.
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