Del Olmo dice que el despido fue por vulnerar las normas, no por declarar en el juicio

Santander.-  El ex consejero de Industria Javier del Olmo ha afirmado hoy que cuando presidía el Puerto de Santander no despidió a un directivo debido a que declarara en favor de otro trabajador en un juicio laboral, sino que lo hizo porque cometió una infracción grave contra las normas de organización de ese organismo.

El ex consejero ha declarado esta mañana, durante casi hora y media, en el juicio celebrado por el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander y en el que afronta una petición de pena de la Fiscalía de tres años de cárcel y ocho de inhabilitación por dos delitos de obstrucción a la Justicia y uno de prevaricación.

Está acusado de haber despedido, sin tener competencias para ello, a un directivo del Puerto por haber declarado a favor del otro empleado en un juicio laboral y de haber hecho que empeoraran las condiciones de trabajo de este último tras ese pleito.

Del Olmo, que presidió el Puerto de Santander entre 2004 y 2007, ha reconocido que tomó la decisión de despedir al directivo José Manuel del Río tras conocer la sentencia del juicio que dio la razón al otro trabajador (Antonio Martínez), porque entendía que reflejaba una "infracción grave" de las normas de organización.

Según ha destacado, la declaración que hizo Del Río revelaba que Martínez había trabajado con él en el departamento de Finanzas sin autorización e incumpliendo los protocolos de movilidad.

Para Del Olmo, ese comportamiento suponía "una infracción gravísima", ya que, si cada uno trabajara donde quisiera, se podría llegar al "desorden" y la "anarquía absoluta", y se pondría "en riesgo" el funcionamiento del Puerto.

Ha asegurado que hasta la sentencia no tuvo conocimiento de que Antonio Martínez, que estaba adscrito al departamento de Explotación y no al de Finanzas, estuviera trabajando en este último.

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) declaró nulo el despido de Del Río en julio de 2007 porque, a su juicio, se produjo "en represalia" por haber declarado en el juicio. Esa decisión dio pie a que el directivo y el otro trabajador, Antonio Martínez, presentaran una querella criminal contra el ex presidente del Puerto y ex consejero de Industria.

Del Olmo se enfrenta además al cargo de prevaricación porque las acusaciones entienden que la facultad de despedir a un directivo no le correspondía a él como presidente del Puerto, sino al consejo de administración.

El ex consejero ha explicado hoy ante el juez que tomó la decisión de despedir a Del Río después de que el entonces director del Puerto, Mariano Revestido, y el jefe de Recursos Humanos, Carlos González, le dijeran oralmente que estaba facultado para ello como presidente.

Ha aludido a un informe de la Subdirección General de Recursos Humanos de Puertos del Estado que concluye que esa competencia de despido le corresponde a la Presidencia.

Y ha subrayado que también creía que podía hacerlo porque él fue quien nombró a José Manuel del Río jefe del Departamento de Finanzas cuando accedió a la Presidencia del Puerto.

"Yo le había nombrado para ese puesto. ¿Cómo iba a pensar que no podía desnombrarlo?", ha dicho Del Olmo, que ha apostillado que a día de hoy aún tiene el "convencimiento intelectual" de que podía adoptar esa decisión.

Por todo ello, ha remachado que, cuando acordó el despido, tenía "absoluto convencimiento" de que, como presidente, era competente para tomar esa decisión.

Ha hecho hincapié en que el despido se acordó tras analizar todas las circunstancias. "Soy consciente de la tragedia humana que supone un despido. Yo soy un asalariado como Del Río", ha agregado.

El ex consejero ha manifestado que el despido posterior de Antonio Martínez, que luego fue sustituido por una sanción de suspensión de empleo y sueldo por un mes, se decidió a propuesta de un instructor externo al Puerto, tras una auditoría sobre el uso de internet.

Ha señalado que la sustitución de la sanción se acordó después de que el trabajador alegara y ha negado que ordenara a la policía portuaria que acompañara a esa persona a recoger sus pertenencias al ser despedido ni que colocara su fotografía en los controles de acceso al Puerto.