Túnez.- El presidente tunecino, Zine el Abidine Ben Alí, ganó hoy las elecciones presidenciales con una aplastante mayoría, mientras que la escasamente representada oposición tunecina puso en duda los resultados y los consideró una ocasión fallida para avanzar en el proceso de democratización del país.
Ben Alí obtuvo el 89,62 por ciento de los votos, algo menos que en las últimas presidenciales cuando logró el 94,48 por ciento, y su partido gubernamental, la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), arrasó igualmente en las legislativas con el 84,59 por ciento del respaldo de los electores, según los datos oficiales anunciados hoy por el ministro del Interior, Rafik Haj Kacem.
El presidente logró para su quinto mandato, tras 22 años en el poder, el respaldo del 94,85 por ciento de los sufragios de los emigrantes tunecinos en el exterior y del 89,28 por ciento de los residentes en el país lo que representa un total de 4.238.711 votos de los casi 5.300.000 censados.
La participación, según los datos proporcionados por el ministro, fue del 89,4 por ciento tanto en las presidenciales como en las legislativas.
Los otros tres candidatos que optaban a la presidencia recibieron menos del 5 por ciento de los votos.
Entre los dos candidatos próximos al poder que elogiaron durante al campaña al presidente, Mohamed Bouchiha, del Partido de la Unidad Popular (PUP) consiguió un 5,01 por ciento y el de la Unión Democrática Unionista (UDU), Ahmed Inoubli, un 3,80 por ciento.
El único candidato a la presidencia realmente opositor, el secretario general del Movimiento de la Renovación (Etajdid), Ahmed Brahim, que denunció varias irregularidades durante la campaña, obtuvo sólo un 1,57 por ciento de los votos.
El todopoderoso partido gubernamental RCD consiguió más votos de los necesarios para alcanzar los 161 escaños concedidos por el peculiar sistema tunecino a la formación mayoritaria, para lo que le hubiese bastado con un 75 por ciento.
Siete de las nueve fuerzas de oposición que se presentaron a las legislativas -seis de ellas muy poco críticas con el Gobierno- han obtenido alguno de los restantes 54 escaños reservados para ellas en el Parlamento.
Entre éstas, la única formación realmente opositora, el movimiento Etajdid, vio, sin embargo, reducida en estos comicios su representación de tres a dos diputados.
Tras presentar los resultados, el ministro de Interior afirmó que "la democracia y el pluralismo siguen un modelo tunecino" y "no tienen otra referencia y organización que la tunecina".
Ante las críticas de la oposición sobre la regularidad del proceso electoral, Haj Kacem insistió en que los comicios han sido "libres y transparentes"y se han desarrollado "con todas las garantías".
Sin embargo, el Partido Democrático Progresista (PDP), una de las principales formaciones de la oposición tunecina, contestó los resultados electorales y afirmó que tanto los índices de participación como el apoyo conseguido por el presidente son "propios de una dictadura".
La secretaria general del PDP, Maya Zeribi, la primera mujer al frente de una fuerza política en el país, estimó que los resultados demuestran "que la vida política tunecina no ha evolucionado y está bloqueada".
Zeribi aseguró que los cuadros de su partido en las diferentes circunscripciones y regiones del país constataron que los colegios "no estaban especialmente llenos de gente" para alcanzar una tasa de participación como la anunciada oficialmente.
Por su parte, el líder de Etajdid y candidato a la presidencia afirmó que las elecciones fueron "una ocasión perdida para democratizar" la vida política de Túnez y destacó que "sólo la vía del diálogo y la apertura" podrán beneficiar al país.
Brahim advirtió de que "la atmósfera que han creado los resultados electorales es peligrosa", aunque resaltó la importancia de su participación "pese a los obstáculos" que enfrentó su candidatura.
"No he hecho ninguna concesión, ni mi participación ha sido decorativa, me he mantenido en la competición a pesar de las presiones de algunos sectores del poder para que me retirase y eso ya es positivo", dijo.
El quinto mandato de Ben Alí, de 73 años, será su último si no se vuelve a reformar la Carta Magna, ya que la reforma constitucional de 2002, que suprimió la limitación de mandatos presidenciales, fijó una edad máxima de 75 años para poder optar a la máxima magistratura del país.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.