León.- La Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha declarado hoy oficialmente la existencia de la bacteria conocida como fuego bacteriano en diversas plantas de las comarcas leonesas de El Bierzo y La Cepeda y en el término municipal de Paredes de Nava en la provincia de Palencia.
Las plagas de la bacteria en la provincia de León han sido detectadas en la localidad de Santo Tomás de las Ollas, en el término municipal de Ponferrada, y en la localidad de Palaciosmil del municipio de Quintana del Castillo, según ha publicado hoy el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL).
A través de esta resolución, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha ordenado a los propietarios arrancar las plantaciones con frutales de pepita abandonadas (manzano, peral y membrillero) que se ubican en las localidades citadas antes del 31 de diciembre del 2009.
Asimismo, la Consejería dicta la destrucción inmediata de toda planta visiblemente afectada y de todas aquéllas, aún sin síntomas, en su entorno, con el fin de evitar la propagación a otras zonas.
Hasta la fecha, se han arrancado y destruido 62 perales y 88 manzanos en plantaciones diseminadas en El Bierzo que eran portadoras de esta bacteria, así como un número no determinado de plantas ornamentales infectadas, según ha informado a EFE el jefe del Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, Fidentino Reyero.
En las muestras analizadas en el diagnóstico de plagas realizado en el Laboratorio de Sanidad Vegetal de Castilla y León en Aldearrubia (Salamanca), un centro de referencia regional según Reyero, se ha detectado un número mayor de plantas ornamentales afectadas.
Los análisis se han ido realizando en Salamanca desde el mes de junio y la campaña de erradicación de la Junta se llevará a cabo hasta el día 15 del presente mes.
El fuego bacteriano es una enfermedad que afecta a familias de rosáceas, entre las que se encuentran el peral, el manzano, el membrillo y los nísperos, entre otras plantas.
En las ornamentales afecta básicamente a aquellas que tienen fruto con hueso, como la pyracanta y el serval.
Las posibilidades de propagación de este organismo vivo son muy diversas y se puede transmitir a través del viento, del agua, de insectos, de pájaros, así como por herramientas de poda sin desinfectar, según ha explicado Reyero.
La erradicación de esta bacteria es muy difícil, según ha precisado Fidentino Reyero, quien recomendó, al menos, un control periódico de la vegetación.
Selección de temas realizada automáticamente por 
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Subir al principio de la página
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.