Asunción.- Grupos campesinos y movimientos de izquierdas afines al presidente paraguayo, Fernando Lugo, comenzaron hoy una protesta de cinco días en Paraguay para exigir la renovación la Corte Suprema y repudiar la gestión del Congreso.
Los medios de comunicación indicaron que hasta ahora las manifestaciones convocada en Asunción y en once de los 17 departamentos del país están teniendo escasa participación.
De acuerdo el ministro de Interior, Rafael Filizzola, del socialdemócrata Partido Democrático Progresista (PDP), durante las primeras horas de movilizaciones no se han registrado incidentes, incluido el departamento de San Pedro donde son muy activas las organizaciones de campesinos "sin tierra".
En esa región, una de las más pobres del país y en donde el ahora mandatario paraguayo, Fernando Lugo, se desempeñó durante una década como obispo católico, existen 18 puntos de concentración de grupos de campesinos, detalló el dirigente Elvio Benítez, uno de los coordinadores de la movilización.
También se registran pequeñas concentraciones en los departamentos de Alto Paraná, Caaguazú, Canindeyú, Caazapá, Concepción, Guairá, Itapúa, Misiones, Ñeembucú y Paraguarí.
La movilización en Asunción es encabezada por centenares de seguidores de grupos de izquierdas integrantes de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), coalición de amplio espectro ideológico que llevó a Lugo al poder en los comicios generales del 20 de abril de 2008 y puso fin a 61 años de Gobierno del Partido Colorado.
La protesta concluirá el día 14 próximo, un día antes de que se cumpla el primer año de mandato de Lugo, quien se encuentra hoy en Quito para participar en una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unadir) y la investidura de Rafael Correa para un segundo mandato presidencial.
El ministro de Interior, cuya renuncia exigen los grupos convocantes, afirmó que los más de 4.000 policías desplegados por el país no permitirán las alteraciones del orden público, como el corte de carreteras, y afirmó que Lugo le pidió que se preserve el "derecho de terceros" como el de la libre circulación de personas.
Una de las principales reivindicaciones de la protestas es la renovación de la Corte Suprema de Justicia, que ha sido heredada del gobierno anterior.
Esa propuesta formó parte de las promesas de gobierno del actual mandatario, pero el cambio de los miembros del Supremo solo puede darse a través de un juicio político promovido por el Congreso o por la renuncia de sus miembros.
Los manifestantes también repudian la gestión del Parlamento, al que consideran un representante de la derecha y exigen que se lleve a cabo una consulta popular para someter a la evaluación de la población el trabajo de los congresistas.
Esta exigencia ha sido duramente criticada por los principales partidos con representación parlamentaria, quienes acusan al propio presidente de alentar esa iniciativa porque el oficialismo es minoría en ambas cámaras.
El oficialismo cuenta con el respaldo de una parte del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de centro derecha y la segunda fuerza política del país, en el Congreso.
Además, tiene el apoyo de los grupos minoritarios de izquierdas Movimiento Popular Tekojoja (dos parlamentarios) y de los partido País Solidario (PPS, un senador), PDP (un senador y un diputado) y del Movimiento Al Socialismo (P-MAS), este último extraparlamentario, al que pertenece el ministro de Emergencia Nacional, Camilo Soares.
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