El primer año de Lugo en el poder, marcado por los enfrentamientos de sus aliados

Asunción.-  El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cumplirá mañana, 15 de agosto, su primer año de mandato, marcado por los enfrentamientos dentro de la alianza que lo llevó al poder y que puso fin a 61 años de hegemonía del Partido Colorado.

Lugo, de 58 años y quien sucedió en el cargo a Nicanor Duarte (2003-2008), se convirtió en el primer ex obispo católico en asumir como jefe de Estado, luego de renunciar a su estado clerical en 2005 para dedicarse a la política.

El analista Alfredo Boccia indicó a Efe que el primer año del Gobierno de Lugo fue marcado por las pujas de poder entre los integrantes de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), una coalición de amplio espectro ideológico que llevó al ex prelado al poder en los comicios generales del 20 de abril de 2008.

La APC está encabezada por el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, centroderecha), la segunda fuerza parlamentaria, que debe ratificar en una próxima convención si deja la coalición porque considera que su representación en el Gobierno no corresponde a su peso político.

Boccia opinó que esa lucha no afectó a la gobernabilidad ni "trajo el caos al país como lo habían vaticinado los pesimistas".

Sin embargo, consideró que sí frenó en gran medida los cambios prometidos hace un año y el cumplimiento de las principales promesas de Gobierno de Lugo, quien abrazó la "Teología de la Liberación" y era considerado el obispo de los pobres antes de su llegada al poder.

Lugo había prometido y no ha conseguido, entre otras cosas, impulsar la renovación en la Corte Suprema de Justicia, cuya estructura fue heredada del Gobierno anterior y cuyos integrantes solo pueden ser cambiados por renuncias o por juicios políticos promovidos por el Parlamento, de mayoría opositora.

Además, se comprometió a asistir a las comunidades indígenas, pero no obstante, centenares de familias de indios acampan desde hace varios meses en precarias carpas en dos plazas públicas de la capital en reclamo de terrenos y asistencia integral.

Boccia opinó además que "era evidente que este Gobierno no iba a poder hacer un cambio ideológico hacia la izquierda demasiado profundo porque su base de apoyo del Parlamento es muy pobre. El principal apoyo político de Lugo está dado en el PLRA, que no es socialista, por el contrario es bastante conservador".

Los demás partidos oficialistas sólo cuentan con cinco parlamentarios y la APC está integrada además por una treintena de organizaciones sociales y grupos de izquierdas minoritarios.

Un ejemplo de la fisura en la coalición se produjo esta semana cuando el presidente, por iniciativa de los grupos izquierdistas, se negó a firmar un acuerdo democrático, iniciativa del titular del Congreso, el senador Miguel Carrizosa, que hoy firmaron los partidos parlamentarios.

Lugo, que a última hora se excusó de avalar ese pacto, reafirmó a Efe que sus asesores elaboraron una "contrapropuesta" para garantizar la participación ciudadana, que ha sido el eje de la campaña que le llevó al poder.

Carrizosa criticó la postura del mandatario y sostuvo que el presidente tendría que renunciar si no está de acuerdo con la "democracia de maquillaje" que le permitió llegar al poder.

Por su parte, el ex general Lino Oviedo, líder de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), segunda fuerza de la oposición, expresó hoy que "Lugo debe entender que tiene un solo camino democrático.

"Que gobierne este país con los actores políticos que hicieron posible que él fuese presidente", aseguró, y acusó además al jefe de Estado de promover una "lucha de clases, de campesinos contra productores".

La firma del acuerdo parlamentario se llevó a cabo el mismo día en que concluye una protesta nacional de cinco jornadas y de escaso poder de convocatoria de grupos campesinos y de izquierdas afines al mandatario, que exigen la reglamentación de una consulta popular para evaluar la gestión del Legislativo.

El primer año de Gobierno de Lugo, al que el Vaticano redujo al estado laico en julio de 2008, fue marcado también por el escándalo surgido en abril pasado cuando reconoció la paternidad de un hijo de 2 años, Guillermo Armindo, de una relación con Viviana Carrillo (26).

Además, afronta una demanda de paternidad presentada por Benigna Leguizamón (27 años), quien asegura que uno de sus hijos, de 6 años, es fruto de una relación con Lugo cuando este se desempeñaba como obispo de la diócesis del departamento de San Pedro (centro), una de las regiones más pobres del país.

Una tercera mujer, Hortensia Morán Amarilla, de 39 años, también sostiene que Lugo es padre de su hijo Juan Pablo, de 1 año, aunque afirma que no pretende presentar ninguna demanda.

El Ejecutivo se atribuye como uno de sus principales logros en estos últimos 12 meses el acuerdo refrendado el 25 de julio pasado por Lugo y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en torno a lo reclamos de mayores beneficios en la hidroeléctrica de Itaipú, compartida por ambos países.

El acuerdo, que según un sector de la prensa local no puede ser considerado como un logro, permitiría a Paraguay recibir 360 millones de dólares al año a partir de 2010 por la cesión a su socio de la parte de energía que no consume, frente a los 107 millones de 2008.

El documento, que sigue pendiente de aprobación en los Parlamentos de Brasil y Paraguay, se dio en el marco de la negociaciones de casi un año entre los Gobiernos de ambos países y forma parte de una las promesas electorales de Lugo.

Además, entre otros logros, el Gobierno decretó la gratuidad de la atención médica en los hospitales públicos y emprendió un proceso de reforma agraria con la que, según Lugo, se ha asistido hasta el momento a 64 asentamientos y se recuperaron 80.000 hectáreas de tierras mal habidas.