Lewis Hamilton ha roto, con su triunfo en el GP de Hungría, el implacable dominio de Red Bull y Brawn GP, que se habían repartido las diez carreras anteriores. El inglés ha compartido podio con Kimi Räikkönen y Mark Webber, que ha heredado de Sebastian Vettel la segunda plaza en el mundial, a 18,5 puntos de Jenson Button. Fernando Alonso se ha visto forzado al abandono tras un error humano en su primer repostaje y Jaime Alguersuari ha completado un excelente debut clasificándose en 15ª plaza, por delante de su compañero, Sébastien Buemi.
Pedro Martínez de la Rosa lo había advertido a TV3: "Hoy podemos ganar". Hablaba de Hamilton y lo justificaba sacando a relucir la estrategia programada por el equipo y el previsible buen ritmo de carrera del británico. Y acertó.
La salida vio como los KERS de Lewis Hamilton y, especialmente, Kimi Räikkönen, alteraban el guión establecido. Fernando Alonso, impecable desde la pole, se escapó en cabeza mientras, por detrás de él, un Ferrari y un McLaren zigzagueaban para ganar posiciones. Hamilton calcó su actuación en Nürburgring, alargando sobremanera su frenada para apartar a sus rivales hacia la zona sucia. Ahora bien, esta vez no cometió error alguno y pudo reintegrarse al grupo en una cómoda tercera plaza, a rebufo de Mark Webber. Menos fortuna tuvieron quienes se toparon con el Ferrari de Räikkönen, especialmente Sebastian Vettel. El alemán se quedó en la zona sucia de la recta principal para salvaguardar el interior del primer viraje, aunque Kimi, en aras de ganarle la partida en el ápice, le cerró la puerta en plena curva. Sus monoplazas llegaron a tocarse, aunque quien salió más malparado fue Vettel, que tuvo que frenar y cayó, en consecuencia, a la séptima plaza. Entre tanto, en el otro extremo del pelotón, Jaime Alguersuari salía indemne de su primera salida en F-1 y se posicionaba en última posición.
Fernando Alonso empezó a tirar fuerte para abrir hueco respecto a sus perseguidores, consciente de su suicida estrategia a tres repostajes. Mientras Webber rodó tras su R29 no hubo problema, y el asturiano logró acumular un promedio de medio segundo por giro a su favor. Sin embargo, el McLaren de Hamilton no tenía nada que ver con el indomable coche de Inglaterra o Alemania, como quedó claro en la vuelta 5, donde el campeón en título se marcó un adelantamiento de órdago. Lewis siguió una estrategia propia del karting, insinuándose en el primer viraje, escondiéndose después y sorprendiendo a Webber por el exterior en la segunda izquierda.
Poco a poco, Hamilton fue acercándose a Alonso, que agotaba sus últimos instantes como líder de la carrera mientras lidiaba con una defectuosa bomba de gasolina. El inglés, consciente de que el repostaje de Fernando llegaría un mínimo de cinco vueltas antes del suyo, se dedicó a ahorrar carburante aplicando los mejores preceptos de la escuela Indycar. Los ataques, más adelante y sólo si eran estrictamente necesarios.
El líder se detuvo en la duodécima vuelta, reintegrándose en el centro del pelotón. Y ahí acabó su carrera. ¿Recordáis 2006 y la famosa tuerca desprendida? Pues en 2009 se repitió la película. El español había recibido la señal de salida mientras sus mecánicos acababan de fijar el tapacubos del neumático delantero derecho, operación que sigue al anclaje de la tuerca. En consecuencia, este elemento quedó suelto y se desprendió coincidiendo con el regreso a la pista. Unas curvas después se desencajó la goma, lo que forzó a Alonso a completar una cuarta parte del circuito a tres ruedas, circunstancia que dañó seriamente los bajos del vehículo, que, a su vez, precipitó su primera retirada de 2009 cinco giros después.
La baja de Alonso le quitó la salsa al GP. Con Hamilton fortísimo, el único duelo de interés enfrentaba a Webber y Räikkönen, y acabó de decidirse en el primer repostaje a favor del finlandés. Un error humano de los mecánicos de Red Bull alargó un segundo la maniobra de su piloto, tiempo suficiente para entregar la segunda posición al de Ferrari. En adelante, el campeón mundial de 2007 se escapó sin remisión en busca de su segundo podio anual. Por delante, Hamilton sentenció el GP en su primera parada, que le devolvió a la pista por delante de todos sus rivales.
De ahí al final de la carrera, el clásico sopor de los GGPP en Hungría, apenas roto esta vez por los problemas mecánicos de Sebastian Vettel, que se retiró coincidiendo con el 27º paso por meta. El alemán dijo adiós como consecuencia de la rotura de la suspensión de su Red Bull, muy tocada desde el toque con Räikkönen en la salida. Entre tanto, el líder provisional del campeonato mundial, Jenson Button, sobrevivía con muchos apuros en séptima plaza. El BGP001, espejo técnico de media parrilla en los inicios de la temporada, es ahora un coche más en la pelea por los puntos. Cuestión de evolución. A Ross Brawn se le acabó el dinero tras el GP de Gran Bretaña mientras todos los demás progresaban a pasos agigantados. En adelante, el equipo británico deberá confiar en la alternancia de ganadores como única arma para conservar el liderazgo en ambos campeonatos mundiales.
Mientras Hamilton, Räikkönen y Webber descontaban vueltas hasta el final, en el otro extremo de la pantalla de tiempos, Jaime Alguersuari seguía entrenando. El español cerró una carrera de menos a más. Muy cargado al principio, el español centró sus primeras vueltas en descubrir detalles de su monoplaza, que nada tienen que ver con las reacciones de su World Series. Con el transcurso de las vueltas, Jaime se fue animando, y estableció su ritmo entre el 1’23 alto y el 1’24 bajo, que repetía mecánicamente a cada paso por meta. No cometió un solo error de pilotaje en la carrera, y quizá como premio a esta esperada constancia (los únicos deberes que le había puesto su jefe de equipo, Franz Tost), acabó superando a su compañero, que le regaló la 15ª posición final al salirse recto en la segunda curva en la vuelta 39. Alguersuari, lejos de relajarse, siguió mejorando hasta la bandera, que recibió coincidiendo con su mejor vuelta personal, 1'23"4. Y como prueba de la competitividad que va a reinar en Toro Rosso en lo que queda de año, Buemi también rebajó su marca personal a 1'22"9. Esto, con Bourdais, no pasaba...
El aplastante triunfo de Hamilton dibuja algunos interrogantes de futuro. Cierto, esta pista es la que mejor se adapta a las condiciones del McLaren (no hay apenas curvas rápidas, con lo que se desactiva el peligro de destrozar los neumáticos, mal endémico del monoplaza británico), pero el ritmo demostrado por Hamilton revela que, quizá, hay algo más. Lo mismo podemos decir de Ferrari, que brindó el mejor homenaje a Felipe Massa con la brillante segunda plaza de Räikkönen, tercer podio del equipo en lo que va de año y segundo de forma consecutiva.
El tercer puesto de Mark Webber, combinado con el abandono de Vettel, eleva al australiano hasta la segunda posición del mundial, a 18,5 puntos de Jenson Button, que consiguió salvar dos puntos a su cada vez más reducido margen. En el certamen de constructores, el margen entre Brawn y Red Bull es de tan sólo 15,5 puntos. La próxima cita del campeonato será el GP de Europa, previsto en el circuito urbano de Valencia el próximo 23 de agosto.
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