Silverstone fue un aviso. Nürburgring, la confirmación. El tramo final del mundial 2009 promete emociones fuertes y muchos candidatos al triunfo. La dualidad Red Bull-Brawn GP de los últimos grandes premios cambiará rápidamente a poco que Ferrari, McLaren y Renault validen en otro circuito las prestaciones de este fin de semana. Alonso 'amenaza' con buenos resultados, Ferrari ya tiene un podio y McLaren ha vuelto a asomar la cabeza con Kovalainen y Hamilton. ¡Y los Brawn GP tienen problemas! Este mundial promete.
Pocas victorias han alegrado tanto al paddock como la de Webber en Alemania. El australiano, una de las personas más sencillas de la parrilla, ha triunfado después de 130 intentos, uno de los intervalos más largos de la historia (el líder en la estadística es Nick Heidfeld, que ya acumula 159 pruebas disputadas sin un solo triunfo). Su actuación de hoy ha sido calcada a la de Vettel en Inglaterra, pero con una circunstancia que la hace más valiosa aún, lograrla a pesar de un drive through. Webber ya es tercero del mundial, por delante de Barrichello, y amenaza los galones de su compañero.
Alemania ha visto al Vettel más gris de la temporada que, aun así, ha sido segundo. Sebastian, falto de ritmo desde los ensayos de ayer, ha sacado petróleo a la inteligente táctica de su equipo y ya está a 'sólo' 21 puntos de Button. La distancia parece, a priori, insalvable, pero queda mucho mundial y, visto lo visto en Nürburgring, hay nuevos equipos acechando a los Brawn GP.
Ferrari ya tiene un podio en 2009. Sin embargo, esa no es la mejor noticia del fin de semana. Los ingenieros del F60 han dado un importante paso adelante en materia técnica -manchada tan sólo por la avería de motor en el coche de Kimi Räikkönen- y son el único equipo de la parrilla que ha conseguido hacer un monoplaza competitivo con el KERS instalado. El siguiente paso adelante, la victoria, aunque no será nada fácil, al menos mientras dure la buena estrella de los Red Bull.
Patrick Head dio esta vez una lección de estrategia al mago de la materia, Ross Brawn. La baza jugada por el alemán (táctica asimétrica de tres paradas, con un tramo largo y dos muy cortos) se ha traducido en un trabajado cuarto puesto que afianza la quinta plaza del equipo en el mundial de constructores, ahora con 6,5 puntos de margen sobre McLaren-Mercedes.
Button empezó a gafar la carrera la semana pasada, cuando le dio por autoproclamarse el mejor piloto del mundo.En Alemania, todo funcionó mal para la escudería británica: táctica mal aplicada (Ross Brawn se mantuvo firme con las tres paradas, en lugar de rectificar sobre la marcha y optar por sólo dos) y problemas de temperatura en los neumáticos, defecto que llevó de cabeza a media parrilla durante la pretemporada. Pero el dinero se agota, y Brawn GP no tiene, a fecha de hoy, ni el patrocinador ni el mecenas que le permita seguir progresando al ritmo de, digamos, Red Bull o McLaren. Las carreras veraniegas, presumiblemente disputadas en asfaltos muy calientes (hecho que oculta los defectos del BGP001) determinarán el signo definitivo del mundial.
Lo que parecía un milagro ha llegado, de golpe, en 30 vueltas. Fernando marcó la vuelta rápida, fue el piloto más rápido del GP de Alemania durante un tercio del mismo y afirma que lo mejor está todavía por llegar. Igual que el año pasado con la revolucionaria suspensión posterior, parece que Pat Symonds y el equipo técnico de Enstone ha tocado la tecla adecuada. Pedir un triunfo suena presuntuoso, pero volver a ver a Fernando en el podio ya no es una quimera.
La escudería británica debía salvaguardar el honor de dos de sus padrinos de importancia en Alemania. Por un lado, la estrella de Mercedes; por el otro, el Banco Santander, patrocinador del equipo y del GP. Hamilton estuvo a un tris de convertirse en protagonista, pero quien consiguió finalmente el resultado fue el invitado inesperado. Kovalainen, que corría con las especificaciones de Inglaterra (un coche que, en palabras de Hamilton, no podía aspirar a nada), luchó lo indecible para sumar un punto de oro, pírrico premio dado el esfuerzo empleado. Parece complicado que el finlandés siga en McLaren en 2010, pero actuaciones como la de hoy podrían, por lo menos, asegurarle un asiento en la categoría reina.
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