Rubens Barrichello y Jenson Button han dado a Brawn GP el cuarto doblete de la temporada en el Gran Premio de Italia, celebrado hoy en Monza. Kimi Räikkönen les ha acompañado en el podio tras aprovecharse de un accidente de Lewis Hamilton en la última vuelta. Fernando Alonso ha sido quinto, y Alguersuari se vio forzado al abandono por problemas en el cambio. El mundial sigue encabezado por Button, que conserva 14 puntos de margen respecto a su compañero y 26 sobre Vettel, que sólo ha podido ser octavo.
McLaren jugó con fuego en la última fase de la clasificación de ayer, y ha terminado quemándose. Lewis Hamilton confiaba en salir desde la pole y abrir un hueco suficiente en los 13 primeros giros respecto a la competencia para salir indemne y libre de tráfico de la primera parada. Una táctica suicida a la vista de la lista de pesos publicada el sábado por la tarde. Apenas los tres primeros clasificados de la parrilla, el propio Hamilton, Adrian Sutil y Kimi Räikkönen, serían los únicos en jugar la baza de las dos paradas. Todos los demás, incluyendo los Brawn GP, apostarían por una táctica a una sola detención.
Las simulaciones acertaron. Era más rápido parar una sola vez que hacerlo en dos ocasiones. Sin embargo, los planes de Hamilton no acabaron de torcerse hasta poco después de su primera parada. El inglés consiguió reincorporarse en un magnífico quinto puesto, por delante del grupo que formaban Liuzzi y Alonso. A priori, aire limpio por delante y a esperar al repostaje de los Brawn GP. Y aquí llegó la sorpresa. Aunque Barrichello y Button habían optado por compuestos distintos (el inglés con los blandos, para defenderse en la salida, y su compañero con los duros, a fin de marcar un ritmo regular en la primera fase del GP), ambos empezaron a calcarse los tiempos y a abrir hueco hasta su repostaje, que llegó en las vueltas 28 y 29, respectivamente.
Los neumáticos habían aguantado, así que la única esperanza de Hamilton pasaba por abrir un hueco de 14 segundos en apenas seis vueltas. Una quimera. La segunda detención de Hamilton dejaba la carrera en manos de los fallos ajenos y el posible desgaste excesivo de los neumáticos de los Brawn, circunstancia más que improbable a la luz del rendimiento de sus gomas en la fase inicial del GP. De hecho, al final, quien cometió el error no fueron ni Barrichello ni Button, sino el propio Hamilton, que estrelló su McLaren en las curvas de Lesmo, arruinando con ello el merecido triplete de los motores Mercedes.
El doblete de hoy contrasta con el rendimiento de los otros dos aspirantes al título, los Red Bull, que estuvieron desaparecidos desde el viernes. Mark Webber enterró sus opciones en la puzolana de la Variante della Roggia, mientras Vettel, con un monoplaza cargadísimo, iba perdiendo posiciones vuelta a vuelta. El desarrollo de la carrera tampoco auxilió al germano, que quedó apartado a la lucha por el octavo puesto, premio conquistado finalmente gracias al abandono de Hamilton. El alemán está obligado a ganar en Singapur, aunque en adelante deberá cuidar al máximo la mecánica, pues hoy utilizó su último motor nuevo. A partir de ahora, pues, deberá administrar mecánicas previamente utilizadas durante el año si no quiere verse penalizado por la FIA. Difícil tesitura.
Con Vettel medio descartado, se abre la incógnita en Brawn GP. La escudería británica, encabezada por un enemigo declarado de la igualdad entre pilotos, Ross Brawn, tiene en sus manos una difícil elección: permitir a Barrichello seguir atacando a Button como en las últimas tres carreras, o bien dictar órdenes de equipo que permitan al británico sellar un campeonato al estilo de Ferrari en otros tiempos. De momento, 14 puntos separan a uno y otro en la clasificación, una diferencia abismal o ridícula, siempre dependiendo de las circunstancias de carrera que envuelvan a las próximas cuatro citas mundialistas y, sobre todo, el papel de los jueces involuntarios de este campeonato, el McLaren de Hamilton y el Ferrari de Räikkönen.
Para los nuestros, Monza volvió a dejarnos un sabor amargo. Fernando Alonso cumplió, como de costumbre, llevando a casa el máximo botín al que aspiraba, la quinta plaza. El asturiano se vio especialmente lastrado por una mala salida, donde el KERS no le proporcionó el extra de ayuda que necesitaba. A partir de ahí, consiguió recuperar dos posiciones en la pista y colocarse a la altura de Vitantonio Liuzzi, que rodaba como un avión con su Force India. Después de tentar el acercamiento en un par de ocasiones, Fernando se vio forzado a esperar a la primera parada del italiano para adelantarle. Sin embargo, el retorno a pista de Räikkönen tras su primer repostaje acabó por arruinar toda esperanza de podio. El finlandés, que volvía con gomas frías y muy cargado, se coló justo entre Alonso y Liuzzi, haciendo perder al asturiano más de cinco segundos en tres vueltas. Tras su preceptiva parada, Fernando regresó en tierra de nadie y optó por disminuir las revoluciones de su mecánica y esperar hasta el banderazo en una cómoda sexta posición, luego convertida a quinta gracias a la inesperada baja de Hamilton.
Peor fueron las cosas a nuestro segundo representante en la categoría reina, Jaime Alguersuari, que debió abandonar en el vigésimo paso por meta por problemas en la caja de cambios. El catalán rodaba en ese momento a la estela de su compañero, en 17ª posición, con el objetivo de seguir acumulando kilómetros en una pista que le ha visto crecer desde su debut en la Fórmula Junior italiana en 2005. Para él empieza ahora la fase difícil del año, pues no ha rodado jamás en ninguna de las pistas que restan para la conclusión del campeonato.
La última gran reflexión del GP de Italia debe incluir a los verdaderos protagonistas del fin de semana, los Force India. El equipo ha dado el salto de calidad que tanto ansiaba su propietario, y lo ha completado con dos mortales hacia adelante. A diferencia de otras escuderías en el pasado, como Renault o BMW, no ha perdido el tiempo hablando de puntuar con regularidad: en Spa hicieron la pole y se subieron al podio, y en Italia repitieron tentativa, aunque quedándose muy cerca de ambos objetivos. El reemplazo de Giancarlo Fisichella en el equipo, Vitantonio Liuzzi, firmó una actuación excelente, quebrada únicamente el domingo por la rotura del cambio cuando peleaba con Alonso por el quinto puesto. Sin embargo, por una vez, el premio gordo fue para Adrian Sutil, que al fin sumó sus primeros puntos del año. El alemán, que no entraba entre los ocho mejores desde el GP de Japón de 2007, que acabó en octavo puesto, cruzó la meta en cuarta plaza, a rebufo de su compañero de aventuras durante todo el GP (y tradicional bestia negra), Kimi Räikkönen. Sutil se llevó, de paso, un premio inesperado, su primera vuelta rápida en F-1.
La prestación de Sutil en Monza desvió los interrogantes hacia su ex compañero Fisichella, ahora en Ferrari. El italiano cumplió su sueño el viernes por la mañana, aunque la falta de acoplamiento al coche y, especialmente, el reducidísimo tiempo para conocer sus "trucos", le relegó a una correcta novena plaza el domingo. De acuerdo, no lo hizo tan mal como Badoer, aunque necesitará algunas carreras más para regresar a lo que la prensa y media Italia esperan de él.
La F-1 descansa ahora hasta el próximo 27 de septiembre, fecha escogida para la celebración del GP de Singapur. Sin embargo, no habrá que perder de vista la decisión del Consejo Mundial en París el próximo 21 de septiembre. ¿Sanción? ¿Exclusión de Renault de la F-1? ¿Quizás el adiós a Briatore y Syumonds de la F-1? La última escena de la superproducción de Max Mosley al frente de la FIA promete.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.