Cada año nos cansamos de oír que tal título es "el sleeper de la temporada" y que es casi obligatorio verlo. Los sleepers, como su nombre indica, son películas 'dormidas' que despiertan una vez llegan a la cartelera. Por lo general, tienen pequeñas dimensiones, apenas se sabe algo de ellos antes de su estreno y se van haciendo grandes porque el público los recomienda. Son las películas desconocidas de la cartelera y no hay que confundirlas con las afectadas por el fenómeno 'boca a boca', que también pueden crecer pero no venían tapadas. Como en todo, el concepto sleeper es americano y es allí donde suelen despertar. En España, casi siempre, nos llegan con los ojos bien abiertos ya.
Uno de los casos recientes de sleeper más espectaculares fue 'Mi gran boda griega', que en el 2001 recaudó más de 240 millones de dólares sólo en EE.UU. Nadie se lo esperaba y media industria se preguntó cómo aquella sencilla comedia (mediocre o mala para algunos), sin rostros conocidos ni espíritu artístico destacable llegó a producir tal cantidad de dinero. Se estrenó en 108 salas con un resultado de 600.000 dólares, nada del otro mundo. Pero desde su segundo fin de semana las cifras fueron en aumento constante día tras día, aumentando el número de pantallas de forma progresiva. Durante 20 semanas las recaudaciones se multiplicaron hasta alcanzar el número 2 del box office a finales de agosto, momento en el que llevaba 82 millones a sus espaldas.
La cosa no se quedó allí: durante las siguientes 13 semanas presentó descensos de entre el 5 y el 15%, sumando millones hasta llegar a los 200 en la semana 31. La carrera comercial de la cinta terminó justo al cumplir un año en la cartelera y recaudar los citados 241millones, 400 veces lo que obtuvo su primer fin de semana. 'Mi gran boda griega' figura como el film más taquillero sin nunca haber sido número uno, y sólo costó 5 millones. Todo un fenómeno.
'Once' sería el ejemplo más modesto y opuesto en el nivel artístico. Nació como un proyecto sin ambición comercial, financiado a través del Irish Film Council y sin ser seleccionado para ningún gran festival. Su paso por Sundance de manera discreta provocó el interés de un ejecutivo de Fox Searchlight que decidió estrenar el film en Estados Unidos. La película enamoró a sus promotores y decidieron apostar por una campaña muy focalizada, por lo que se estrenó en sólo dos cines el 16 de mayo de 2008. El lunes siguiente había recaudado 71.000 dólares. Fue entonces cuando la película creció y pasó a otras 16 salas, aumentando un 437% sus números. En 13 días ya se había embolsado 436.000 dólares y fue aumentando en número de salas hasta llegar a las 140, momento en el que ya había juntado 6,5 millones. Al final logró más de 9,4, habiendo costado 150.000 dólares.
El fenómeno sleeper, como sucede con los ejemplos vistos, se refiere a "la película por la que nadie daba un duro". Suelen ser éxitos sorpresivos y, cuando suceden, más de un ejecutivo de Hollywood suele darse de cabezazos contra la pared —o su jefe le invita a hacerlo— por dejar pasar la ocasión del éxito. Como característica principal está su comportamiento en la taquilla. Ahí es donde van engordando, aumentando sus recaudaciones de forma progresiva y convirtiéndose en películas de obligado visionado entre unos sectores concretos.
Los importantes éxitos de los últimos años de pequeñas producciones independientes, con toque de humor y drama, han provocado que algunas distribuidoras especializadas en este tipo de cine se pasen el año buscando estos 'diamantes en bruto'. Fox Searchlight es ahora la compañía reina en este aspecto. El éxito constante de sus últimas apuestas —'Once', 'Pequeña Miss Sunshine', 'Juno' y 'Slumdog Millionaire'— ha demostrado su poder y buen ojo, y sus elecciones marcan tendencia.
Durante tres años han estado en la carrera de los Óscar con sus principales apuestas y esta semana media industria mira a su nuevo estreno: '500 Days of Summer'. Comedia romántica, amable, de pequeñas dimensiones, sin grandes rostros conocidos y la presencia en algunos festivales que le ha merecido algunos honores. Fox caza estos sleepers para darles forma y lanzarlos al público como si fueran una sorpresa. Es el sleeper prefabricado.
En España hace poco hemos tenido nuestro propio sleeper: 'Buscando un beso a medianoche'. No es una producción española, sino americana, pero, por alguna extraña razón, esta comedia romántica, en blanco y negro, rodada cámara en mano y con sólo 25.000 dólares de presupuesto fue todo un éxito dentro de nuestras fronteras. Se estrenó el 5 de diciembre de 2008 con siete copias, recaudando 37.284 euros (más de 5.300 por cine). Al contrario que los anteriores ejemplos, 'Buscando un beso a medianoche' sí descendió durante las primeras dos semanas, y no fue hasta Navidad que levantó el vuelo. Subió exactamente un 55% y a partir de entonces vivió caídas de apenas el 10-15% hasta llegar a recaudar 324.000 euros, 8,7 veces su dato inicial. Ha sido su mejor resultado mundial.
En esta línea, el cine independiente también ha dado otras sorpresas en nuestro mercado, como 'Verano en la Provenza', 'The Visitor', 'Déjame entrar' y ahora 'Still Walking'. Todas ellas han tenido recorridos largos en la cartelera pasando de boca a boca sin mucho apoyo de grandes campañas. Porque el sleeper no es un producto de grandes dimensiones donde todo está calculado al milímetro.
*Pau Brunet es editor y director de la web Boxoffice.es
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