El musical español, siempre a rebufo del yanqui

Seguro que todos os acordáis de la fácilmente digerible 'El otro lado de la cama'. Tal vez incluso algunos no hayáis podido olvidar, no sé, por ejemplo, 'Días de fútbol'. Para todos aquellos que todavía las recordáis con cierta sonrisa boba, buenas noticias: David Serrano, la mano responsable del guión de la primera y de la dirección de la segunda, regresa el próximo verano con una nueva comedia musical, 'Una hora más en Canarias'. Todos los que acabéis de recibir la buena nueva con horror, nuestro más sincero apoyo. Sí, el musical español todavía resiste y, lo que es peor, tiene éxito.

Y es que, según Serrano, el género triunfa porque "tiene de todo: amor, música y magia" y además "es más entretenido que otro tipo de películas". Vale, vamos por partes. Sobre 'Una hora más en Canarias' —que todavía continúa en estado de gestación y cuenta con rostros como los de Quim Gutiérrez, Angie Cepeda y Juana Acosta en su reparto— el director ha comentado que, al ritmo de canciones como "Estando contigo" o "Con amor o sin amor", van sucediéndose una serie de "situaciones disparatadas" que tienen como fin crear una película de "alta comedia" —esto último lo ha dicho una de sus protagonistas, la televisiva Isabel Ordaz—.

¿Alta comedia? Sí, para Serrano y sus condiscípulos, la comedia de enredo pura y dura puede llegar a ser fina y hasta graciosa, pero ¿de verdad puede ser más amena que otros géneros? Dejamos la pregunta en el aire y nos hacemos otra: ¿Fue ético rodar la segunda parte de 'El otro lado de la cama', cuyo guión también fue laboriosamente tejido por Serrano?

Sí, pero sólo porque fue una de las películas españolas que —junto con 'Volver'— más facturó en taquilla en el 2006 y, como todos sabemos, el dinero no lo justifica todo, pero casi. Si no, ¿cómo puede ser que todavía exista gente dispuesta a llevar a la gran pantalla otras películas —también musicales— como 'Hanna Montana' o 'High School Musical' y sus múltiples secuelas? De acuerdo, nos hemos ido al extremo de la indecencia, pero existen otros ejemplos más cercanos y recientes sobre el imparable éxito del género, como 'Mamma Mia!', con la mismísima Meryl Streep como protagonista, o el discutible remake de 'Hairspray'.

Sorprendentemente, uno de los pocos largometrajes musicados que no ha barrido últimamente en taquilla ha sido la versión cinematográfica de 'Sweeney Todd. El barbero diabólico de la calle Fleet', que, a pesar de contar a priori con todo lo necesario para triunfar —gran director, grandes actores—, no convenció ni al público ni (del todo) a la crítica.

Por otro lado, nos podéis llamar retrógrados, o nostálgicos, pero hubo una época, allá en los setenta y los ochenta, en la que, a pesar de la crisis cinematográfica del musical, se rodaban cintas tan divertidas, osadas o inquietantes como 'The Rocky Horror Picture Show', 'Fiebre del Sábado Noche', 'Hair' o 'Jesucristo Superstar'. Y, apurando, si nos remontamos algunas décadas antes, tenemos las inolvidables e ingenuas 'Melodías de Broadway 1955' —una de las favoritas de Serrano—, 'Cantando bajo la lluvia', 'Siete novias para siete hermanos', la turbadora 'El Mago de Oz' o incluso 'Mary Poppins', sólo por mostraros unas pocas obras maestras.

Por aquel entonces, mientras el tándem formado por Fred Astaire y Ginger Rogers era lo más de lo más en Hollywood, en España se vivía el auge de las folclóricas, con Conchita Piquer o Imperio Argentina protagonizando cintas como 'Yo canto para ti' o 'Morena clara', y allanando el terreno para que años más tarde triunfasen sin precedentes, y siempre guardando las distancias, Joselito y Marisol.

Regresando al presente, las cosas no han cambiado demasiado: España persigue el modelo norteamericano pero se queda en el camino, y esto es aplicable también al musical en el teatro. Un ejemplo bastante representativo es 'Enamorados anónimos', un espectáculo coplero a la par que kitsch y en el que, ¡sorpresa!, también ha colaborado como guionista David Serrano.