Si la candidatura olímpica 2016 se decidiera por la movilidad en bici, Chicago ganaría por goleada a todos sus rivales: Madrid, Tokio y Río de Janeiro. La ciudad estadounidense, lejos de conformarse con sus más de 500 kilómetros de carriles bici, tiene entre manos un ambicioso plan ciclista para 2015 que busca convertir la ciudad en todo un referente.
Si bien el Plan Ciclista de Madrid pretende que en 2016 la ciudad cuente con 575 kilómetros de carriles bici, Chicago ya dispone de esa misma cantidad de vías ciclistas. En total, unos 500 kilómetros de itinerarios para las dos ruedas cruzan y rodean la ciudad, a los que se suma una amplia red de aparcabicis que permite el estacionamiento de más de 10.000 bicicletas.
Lo cierto es que esta ciudad del norte de EEUU no ha conseguido todo esto de la noche a la mañana, sino que lleva mucho tiempo esforzándose en promover este vehículo no contaminante. Su alcalde Richard M. Daley comenzó en 1992 financiando el Plan Ciclista 2000 con Fondos federales. Los resultados no pudieron ser mejores: según la revista 'Bicycling', esta ciudad de tres millones de habitantes era ya en 2001 una de las mejores grandes urbes para montar en bici de EEUU.
Uno de los centros de bicicletas más populares de esta ciudad es 'McDonald's Cycle Center', situado al noroeste de Millennium Park. Esta estación ofrece un lugar seguro para aparcar hasta 300 bicicletas, varias duchas para que los ciclistas se refresquen antes de ir a trabajar, casillas de seguridad, un taller de reparaciones de bicis con sus mecánicos y un servicio de alquiler de bicicletas, además de ser un punto de información sobre las diferentes rutas en bici que se pueden hacer por la ciudad.
Como cuenta el encargado del centro Josh Squire en el vídeo de 'LivableStreets', 'McDonald's Cycle Center' está destinado sobre todo a personas que cogen la bici cada día para ir a trabajar. La idea es que cuando llegues a la estación, dejes tu bici (o el aparcamiento, o si lo necesitas, reparándola en el taller), te duches y vayas a tu puesto de trabajo. "Entre las 7:30 y las 9:00 de la mañana, el centro se llena de gente y las duchas se colapsan", cuenta Squire. Este centro cuenta hoy con 500 miembros, entre los que se incluyen los agentes de policía de 'Chicago Lakefront Police' que de vez en cuando llegan allí con sus uniformes para hacer uso de las instalaciones. Todo por unos 25 dólares al mes (unos 18 euros).
El departamento de Transporte de Chicago junto a la Federación ciclista 'Chicagoland' llevan trabajando desde 2002 en la redacción de su 'Bike Plan 2015' que busca convertir esta gran ciudad de rascacielos en un paraíso para las bicis, a tan sólo un año de la celebración de los Juegos Olímpicos en 2016. Todo el plan gira en torno a ocho objetivos principales:
1. Disponer para 2015 de una red de carriles bici de más de 800 kilómetros. La idea es conseguir que todos los ciudadanos de Chicago tengan a menos de 800 metros de su casa una vía ciclista. Las escuelas, universidades y estaciones de tránsito serán los puntos prioritarios. Otro punto importante es la señalización de rutas y carriles bici. El objetivo: conseguir que al menos el 5% de los viajes que no superen los ocho kilómetros se hagan subidos al sillín.
2. Hacer las calles más seguras para los ciclistas: El plan busca identificar aquellas instalaciones que puedan convertirse en barreras para los ciclistas y reparar de forma regular (y rápida) aquellos peligros —como agujeros en el camino, vidrio roto y rejillas de la alcantarilla— que puedan causar accidentes. Todo para reducir el número de heridos en bicicleta en al menos un 50%. Otro objetivo consiste en rediseñar las calles de tal manera que los coches reduzcan su velocidad. De esta manera, se quiere animar a la gente que no coge la bici por miedo al tráfico.
3. Crear una red de aparcabicis. Una forma barata y efectiva de promover la bicicleta es creando espacios seguros donde aparcar este vehículo no contaminante. Hoy, la conocida también como "ciudad del viento", cuenta con al menos 10.000 aparcabicis y unas 250 instalaciones para bicis en el interior de edificios. El plan pretende añadir 5.000 puntos más para dejar las bicis con seguridad en la calle, y alcanzar los 1.000 edificios que cuenten con este tipo de instalaciones. La red de parking para bicis quiere llegar sobre todo a lugares como hospitales, universidades, estaciones de tren, centros deportivos...
4. Conectar el servicio de bicicletas con el transporte público: La idea es combinar el uso de la bici con el transporte público. Para ello, el plan busca mejorar las conexiones entre las vías ciclistas y las estaciones de tren más transitadas, estableciendo incluso estacionamientos baratos y seguros para bicis en el interior y exterior de estas estaciones. Otro objetivos son que los usuarios puedan llevar sus bicis en el interior de los vagones y seguir equipando los autobuses con portabicicletas. Todo para aumentar el número de viajes que combina las dos ruedas con el tren en un 10% al año.
5. Educar sobre el uso de la bici.. El plan hace hincapié en la necesidad de educar a los conductores y ciclistas para que puedan compartir la carretera de una forma segura. Los niños y jóvenes son los que necesitan conocer este tipo de información, por ejemplo, con las rutas en bici que se organizan para ir al colegio. También son necesarias, según el documento del departamento de Transporte de Chicago, las campañas sobre seguridad que animen al público en general a subirse al sillín, además de proporcionar la información de forma fácil y segura (por ejemplo, a través de la web).
6. Promover los beneficios de la bicicleta. Una de las principales razones que lleva a mucha gente a empezar a pedalear es para estar en forma o perder peso. Estos son precisamente los aspectos que quiere enfatizar el plan. Pero no son los únicos. La inversión en campañas de marketing que presenten la bici como una alternativa real al automóvil son prioritarios en este plan, así como acciones más específicas que fomenten el uso de las dos ruedas para ir, por ejemplo, a la Universidad o hacer la compra.
7. Garantizar la seguridad del ciclista con normativas eficientes: Según el departamento de Policía de Chicago, cada año se reciben más de 1.000 accidentes de bici (sin contar los cientos que no se denuncian). La solución, además de mejorar la seguridad del ciclista, es reforzar las leyes de tráfico para reducir estos incidentes. Esto implica que los agentes de policía conozcan bien las leyes y sobre todo los temas que afectan a los ciclistas, para asegurar la aplicación de las normas que protegen a estos usuarios de las dos ruedas.
8. Promover la profesión de los bicimensajeros. Es muy habitual cruzarte con un mensajero en ciudades como Nueva York o Chicago. En esta última, se estima que unos 300 de estos mensajeros hacen 1,1 millón de entregas cada año. Y es que ni el coche ni la moto hacen competencia a la bicicleta cuando se trata de rapidez en este trabajo. Chicago quiere cuidar la figura de este profesional, y para ello prevé invertir en mejorar su imagen pública, hacerla más atractiva y sobre todo mejorar su seguridad. Aunque los bicimensajeros también tendrán que poner de su parte y respetar las normas. Un entrenamiento previo les preparará para ello.
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