Hace justamente un año, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón anunciaba su Plan de Movilidad Ciclista para convertir Madrid en la tercera ciudad europea con más carriles bici (unos 575 kilómetros) en 2016. Doce meses después del anuncio del plan, el número de vías ciclistas ejecutadas es cero.
En la actualidad, Madrid se encuentra muy retrasada en cuanto a la bicicleta, sobre todo si la comparamos con otras ciudades como Barcelona, Sevilla, Valencia o Zaragoza, que están materializando sus esfuerzos en nuevas infraestructuras y normativas. Y aunque en los últimos días, la candidata olímpica está vendiendo la promesa de que el 3% de la movilidad de toda la ciudad será en bici para el 2016 (hoy es un 0,14%), lo cierto es que en Madrid no tenemos ni un servicio público de préstamo de bicis, ni una oficina de información de la bicicleta donde acudir, ni una normativa municipal propia de la bici. "Todo está parado con la crisis, no hay dinero y ahora mismo hay otras necesidades de transporte más importantes que la bicicleta", nos responden desde el Ayuntamiento cuando les preguntamos sobre el esperado sistema de alquiler de bicicletas.
Una de las demandas más solicitadas por los madrileños es la construcción de más carriles bici en la zona centro. Y es que las vías ciclistas urbanas brillan por su ausencia en esta ciudad de más de tres millones de población. Por ejemplo, dentro del límite de la M-30 sólo existen unos ocho kilómetros de carril bici (los principales localizados en O'Donnell, la Ciudad Universitaria y el Pasillo Verde Ferroviario). La gran mayoría de este tipo de infraestructura se encuentra en la periferia, sobre todo en el Anillo Verde Ciclista, orientado más al ocio de los paseos en bici del fin de semana que a una necesidad real de desplazamiento. Además, las pocas vías urbanas con las que cuenta la ciudad presentan un grave problema: la falta de continuidad. Los trayectos, que en muchos casos no superan los dos kilómetros, se pierden de repente para dar paso a la calzada o a la acera.
Lo que sí parece que saldrá adelante gracias a las ayudas del Plan E (Fondo Estatal de Inversión Local), son seis nuevos itinerarios que sumarán 40 kilómetros más de carril bici a la ciudad y que buscan conectar diferentes puntos del Anillo Verde con el centro. Un ejemplo es el que unirá por el este el carril de O'Donnell con la calle Arroyo de la Media Ley y Fuente Carrantona. Otro proyecto busca enlazar por el noreste la Avenida Donostiarra con el Parque Juan Carlos I. Todos estos nuevos itinerarios son sin duda una buena noticia, pero no son suficientes para crear una red conectada de vías ciclistas por el centro de Madrid: a excepción de la Ciudad Universitaria, ninguno de los proyectos prevé un carril bici dentro del límite de la M-30.
Como cuenta Juan Merallo, portavoz de la organización ciclista Pedalibre, "confiamos en que estos proyectos salgan adelante, porque uno de los requisitos de los "Fondos de Zapatero" es que se ejecuten durante este año; aunque lo cierto es que todo va muy lento, por ahora sólo hay movimiento en Hermanos García Noblejas". En total, unos 16 millones de euros se destinarán a estas vías y a crear más de 800 aparcabicis por toda la ciudad.
Si comparamos lo que se prevé construir en 2009 con lo que prometió Gallardón hace un año, a muchos ciclistas les sabrá a muy poco estos 40 kilómetros. Y es que en este plan se echa en falta uno de los proyectos más ambiciosos: el carril bici de la Castellana. Merallo detalla que, "este proyecto en concreto se quedó fuera de los fondos por ser demasiado costoso". Pero no ha sido el único: tampoco se construirá este año el carril bici que uniría Madrid de este a oeste o el que discurría por Atocha, Méndez Álvaro y Entrevías. Desde el Ayuntamiento sólo nos dicen que "aún no se ha tomado ninguna decisión".
Al margen de los proyectos exclusivos de vías ciclistas incluidos en el plan de movilidad, hay otras zonas de Madrid que están siendo remodeladas y en cuya transformación se ha incluido un carril bici. Por ejemplo, si paseamos por Serrano, bajo la gran cantidad de obras que invade esta famosa calle comercial, podremos ver el perfil de un carril bici de algo más de dos kilómetros. La pega es que este carril es de un sólo sentido y será de bajada (terminará en la Plaza de la Independencia, desde donde no se podrá dar la vuelta para invertir el camino). Para Merallo, "el ciclista iría más despacio si el carril fuera de subida (lo que disminuiría el riesgo de atropello al peatón), y la bajada se haría por la calzada (donde la bici circularía a una mayor velocidad e interaccionaría mejor con los coches); y es que obligarnos a ir a Velázquez o Príncipe de Vergara para circular en subida es ridículo pudiendo hacerlo por la propia Serrano en la vía ciclista".
Para el portavoz de Pedalibre, otro ejemplo de "cómo no hacer un carril bici" es el que se está construyendo en la calle General Ricardos. Aquí el problema de los ciclistas es que se encuentran en medio de los carriles barreras físicas de todo tipo, desde una farola a una marquesina, punto en el que de repente desaparece el carril, para continuar un poco más adelante, obligando al ciclista a invadir la acera o la calzada. Y es que cuando se construye un carril bici hay que creer en él y diseñarlo con cabeza.
"No basta con mejorar la infraestructura, si no existe una normativa municipal exclusiva para la bicicleta", asegura el portavoz de Pedalibre, quien admira el ejemplo de otras ciudades españolas como Sevilla, Zaragoza y Barcelona, donde existen normativas municipales que hablan de los ciclistas y los peatones. "En Madrid tenemos un Plan Director pero no una ordenanza propia sobre la bici". Merallo lamenta que la ciudad esté tan atrasada en la bicicleta. "Todavía hay mucho miedo de quitarle espacio al coche", asegura.
Lo que sí nos asegura este amante de las dos ruedas, es que el Ayuntamiento está colaborando con los diferentes grupos ciclistas para redactar una nueva regulación. De hecho, en abril, Pedalibre remitió un documento con diferentes propuestas dirigidas al Consistorio para elaborar una ordenanza de movilidad ciclista. "Fueron ellos mismos los que nos pidieron ayuda", añade. Entre las sugerencias, se incluía la posibilidad de circular con la bici en determinados carriles-bus y en calles lo bastante anchas (como Bailén), que las vías ciclistas no fueran obligatorias, la opción de acoplar remolques en la bici para transportar personas y carga o permitir pasos adelantados para los ciclistas en los semáforos, entre muchas otras.
¿Tú qué opinas de la infraestructura ciclista de Madrid?
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Subir al principio de la página
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.