BRISBANE (AUSTRALIA).- Ya se han acabado los tiempos en los que, después de pedalear hasta tu destino, sacabas un humilde candado de la mochila y buscabas el poste más cercano al que enganchar la bici. En Brisbane, la gama de posibilidades de aparcamiento es cada vez más amplia. La Universidad Tecnológica de la ciudad australiana cuenta con el primer 'Green Pod', una moderna y completa instalación para bicicletas que ocupa lo mismo que una plaza de aparcamiento para coches. Tiene capacidad para diez bicis, casilleros, duchas y utiliza energía solar para calentar el agua. Visitamos este aparcabicis junto a sus creadores.
La idea se le ocurrió al australiano Mark Rossiter, que, después de ir de vacaciones por Europa, pensó que su ciudad natal no daba la talla en cuanto a infraestructuras para los ciclistas. Mark, licenciado en económicas, y su amigo Tim Ceolin, que está haciendo un máster de arquitectura, formaron la compañía 'Penny Farthings Pushbikes' en 2007. Juntos han diseñado varios tipos de aparcabicis, pero, sin duda, su producto estrella es el 'Green Pod'.
Como cuenta Tim, "estos cubículos ocupan más o menos lo que una plaza de aparcamiento: 2,4 metros de ancho por 5 metros de largo, y tienen de momento dos posibles configuraciones: una ducha, un vestuario, 10 bicicletas y 10 casilleros ó bien 2 duchas, 2 vestuarios y 20 casilleros, sin bicicletas". Además, añade su compañero, "tienen instalados dos paneles solares en el techo que producen energía suficiente para las luces, el sistema de biofiltración y el agua caliente de las duchas". ¿La iluminación? Con luces LED, por supuesto. Están activadas por movimiento y las duchas tienen un temporizador de cuatro minutos. Entre las tres y las cinco de la tarde, si los sensores no detectan movimiento, se cierra automáticamente y se limpia él solito. ¡Ah! Y el agua se puede reutilizar para regar el jardín.
Por un módico precio, los estudiantes, profesores y miembros del campus de Kelvin Grove pueden añadir a su tarjeta de identificación el acceso al Green Pod y disfrutar de todas las facilidades. Sus creadores esperan que éste sea el primero de muchos, ya que "su diseño modular, el bajo coste de construcción y mantenimiento y el poco espacio que ocupa ofrecen más flexibilidad y opciones que otras alternativas más tradicionales". Además, se pueden instalar dentro (por ejemplo, en aparcamientos subterráneos) o fuera; añadir o reducir módulos, dependiendo de la demanda, e incluso se pueden trasladar. Esta infraestructura se presenta como una buena oportunidad para promover las dos ruedas, sobre todo en las empresas. El precio de una plaza de garaje para aparcar un solo coche es aproximadamente de 7.000 euros; en ese mismo espacio, por un poco más del doble, podrías poner un Green Pod para diez personas, con ducha, vestuario, aparcamiento para bicicletas y casilleros.
Otra de las instalaciones más esperadas por los ciclistas de Brisbane es el RBWH Cycle Centre que prevé abrir sus puertas en octubre con una oferta de 750 aparcamientos (ver pdf) y más extras que en la película Cleopatra. Su construcción —debajo de la nueva estación de autobuses del Northern Busway adjunta al hospital Royal Brisbane & Women’s— está en sus etapas finales. Se promociona como "el no va más" y espera atraer no sólo a ciclistas, sino a los que hacen ‘jogging’ al mediodía e incluso a los que van a hacer algo después del trabajo y quieren darse una ducha y cambiarse.
El centro contará, como decíamos, con 750 aparcamientos para bicicletas, duchas, casilleros, secadores de pelo, facilidades para planchar, toallas e incluso servicio de mantenimiento para las bicicletas. Si eres miembro, para entrar tendrás una tarjeta de acceso o, si eres usuario casual, un número de pin. Acceder al centro será posible las 24 horas del día. Entre las seis de la mañana y las dos de la tarde, de lunes a viernes, en el primer piso habrá una cafetería que servirá café, comidas ligeras y refrescos. ¿Qué cuánto cuesta este aparcamiento de cinco estrellas? De momento la oferta de lanzamiento es de 4,5 euros por semana, con un contrato de doce meses; y la visita ocasional: tres euros. Una gota en el océano, si echas la cuenta: dos semanas para aparcar el coche en la ciudad equivalen a la cuota anual. Y, si tomamos como guía el centro de 'King George Square', que abrió ahora hace un año con plazas para 420 bicicletas, seguro que tendrá un éxito rotundo.
Está claro que hoy en día, en muchos casos, si no vives muy lejos del trabajo, se tarda menos en bicicleta que en coche. Lo puso a prueba a principios de este mes el 'South-East Advertiser', uno de los periódicos locales de Brisbane, un día laborable por la mañana, a la hora punta, en un recorrido de ocho kilómetros desde el suburbio de Bulimba hasta la Post Office Square en el centro de la ciudad. La bicicleta fue el claro ganador, consiguiendo llegar en tan sólo 21 minutos. El coche tardó 33 minutos, el ferry 35 y ¡el autobús casi una hora! Y con esto de la recesión, ¿quién quiere gastarse quince euros al día en aparcar el coche en el centro de la ciudad? No es de extrañar, por tanto, que cada vez más gente se decida por ir al trabajo en bici. Qué hacer con ella después depende de lo que tú quieras.
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