Recurrir a la última tecnología para que todo pueda seguir igual. Es la jugada de la prensa norteamericana, que hoy ha visto como uno de sus tótems, el editor del New York Times Arthur Sulzberger, volvía a los decimonónicos cuarteles generales del diario más famoso del mundo para presentar junto a Jeff Bezos un nuevo modelo del libro electrónico de Amazon, Kindle. "Sabíamos desde hace más de una década que un día un lector electrónico podría ofrecer la misma experiencia de uso satisfactoria que leer un periódico impreso", ha dicho Sulzberger. Y le ha dado las gracias al fundador de Amazon. Tiene razones para hacerlo.
La batalla de los libros la ganó el primer Kindle. Existen 275.000 libros disponibles para él, y el 35% de las ventas de libros de Amazon pertenecen al formato electrónico. Se calcula que sólo del primer modelo se vendieron más de 500.000 unidades en 2008. Si en febrero Bezos subió al escenario a Stephen King para simbolizar el asalto al mercado de masas de los lectores de 'bestsellers', hoy ha sido Sulzberger que el que ha representado la unión ¿salvadora? de los bits y el papel.
El frente, pues, se ha desplazado a dos grandes mercados de papel: el de los diarios y revistas y el de los libros de texto. El nuevo Kindle DX elimina algunas las limitaciones que impedían que fuera ideal para leer el Times. La más importante de todas es puramente física: la pantalla del nuevo libro electrónico es mucho más grande, mide 24,64 centímetros. Eso significa más espacio para el texto... y también para la publicidad.
"Los editores podrían usar estos nuevos dispositivos de lectura móvil para presionar el botón 'reset' y volver de alguna forma a su modelo de negocio original: vender suscripciones y financiar los artículos con publicidad", afirmaba significativamente el propio New York Times hace unos días en un artículo que avanzaba su acuerdo con Amazon, comentado por Francis Pisani en soitu.es. En estos tiempos de ahogos financieros y tambaleantes modelos de negocio, volver a las viejas palabras "suscripción" y "publicidad" suena a música celestial para las grandes damas del periodismo.
Incluso sin estar específicamente adaptado para los diarios, al viejo Kindle no le fue nada mal consiguiendo suscripciones, y no precisamente baratas, para los periódicos y revistas "repartidos" desde Amazon. 14 dólares al mes por recibir cada mañana de forma inalámbrica el New York Times, 10 el Financial Times y 15 Le Monde. 2,5 dólares por un Forbes y 1,5 por Time. Un buen pellizco, con fidelidad mensual y sin gastos en rotativas. No es extraño que a esta promesa de salvación se hayan unido, además del NYT, el Boston Globe (con serios problemas de subsistencia) y el Washington Post. Los tres grandes diarios subvencionarán un Kindle DX más barato a cambio de una suscripción larga, siguiendo el modelo de las operadoras con los móviles.
Los libros de texto —un mercado nada despreciable— también ganan con una pantalla que permite pasar largas horas sobre ella y que puede mostrar gráficos e ilustraciones a un buen tamaño. Cinco universidades norteamericanas probarán el nuevo Kindle DX el próximo curso como parte de un programa piloto, ha anunciado hoy Bezos.
Sobre el gadget también se habían filtrado detalles antes del lanzamiento. Además de las casi 25,4 centímetros de pantalla, destaca en él la capacidad de reproducir PDFs sin necesidad de convertirlos vía correo electrónico, un "detalle" que se echaba de menos en el modelo anterior. Sigue manteniendo la conexión móvil inalámbrica que hasta ahora le permitía comunicarse con la tienda on line. Así se convierte, de alguna manera, en un equipo un poco más flexible frente al encorsetado primer Kindle, excesivamente dependiente para muchos de la gran librería de internet.
Otra de las novedades es la inclusión de un sensor que rota el texto automáticamente y permite su uso tanto en horizontal como en vertical. Grande y tan delgado "como un periódico de papel", mide 26,4 x 18,3 x 0,96 centímetros. Permite almacenar hasta 3.500 documentos y conserva la función de lectura en voz alta introducida en el modelo anterior. Cuesta 489 dólares, 130 más que el modelo de 15,24 centímetros. Al cambio son unos 367 euros, un buen pellizco para llegar al mercado masivo, pero no excesivamente caro si se compara con otros modelos del mercado inferiores.
El iRex Digital Reader del fabricante europeo iRex, que también ha sido orientado a los lectores de periódicos, posee una pantalla un poco mayor que la del nuevo Kindle, de 10,2 pulgadas y se vende desde hace un tiempo. Otro fabricante, Plastic Logic, ha prometido que pronto lanzará al mercado un dispositivo de gran pantalla.
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