El Gran Premio de Australia, primera cita puntuable del mundial 2009 de Fórmula 1, confirmó la revolución de los privados. Jenson Button y Rubens Barrichello firmaron el inicio soñado para la nueva escudería Brawn GP, que copó las dos primeras posiciones del podio en la carrera de su debut. Jarno Trulli, que les acompañó en el podio después de firmar una actuación de ensueño, fue penalizado por adelantar con el coche de seguridad. Sin embargo, los protagonistas de la carrera fueron Robert Kubica y Sebastian Vettel, que arruinaron su lucha por la segunda posición en un choque a tres vueltas del final. Fernando Alonso acabó en una magnífica quinta posición, y el debutante Sébastien Buemi consiguió sumar dos puntos.
La salida estropeó parcialmente el sueño de Richard Branson y Ross Brawn. Tenía que ser él, sólo podía fallar él: Barrichello se quedó detenido al apagarse el quinto semáforo mientras su compañero se escapaba desde la 'pole'. Y el desconcierto llegó justo después. El brasileño frenó muy pronto y muy hacia el interior del primer viraje, generando un choque en cadena entre Heidfeld, Kovalainen, Mark Webber y Adrian Sutil, y obligando a Fernando Alonso a esquivar a los monoplazas implicados rodando por la grava. ¿Coste del incidente? Algo de chapa y pintura para el Brawn GP, que quebró la deriva izquierda de su alerón delantero, un pinchazo a Nick Heidfeld, un morro nuevo para Sutil y Webber, y el abandono de Kovalainen, que tenía la suspensión delantera izquierda hecha trizas.
Incidentes al margen, los Ferrari y Sebastian Vettel fueron los grandes protagonistas de la arrancada. Massa y Räikkönen aprovecharon la ventaja a nivel de adherencia (grip) de los neumáticos superblandos y, con la ayuda del KERS, se auparon hasta la tercera y quinta plaza, con Robert Kubica como relleno del sándwich. Alonso cayó hasta la 13ª posición, y empezó pronto a acusar su falta de ritmo, en parte derivada de su excursión por la tierra y la elevadísima carga de carburante que llevaba a la espalda. Nelson Piquet, en cambio, logró escapar de los incidentes y aguantaba en novena plaza. Por delante, Button y Vettel se alternaban en la autoría de las vueltas rápidas, lo que da especial mérito a la actuación del alemán, cuyo Red Bull no monta ni doble difusor ni KERS.
La arriesgada táctica de quienes optaron por un primer tramo (stint) con superblandos caducó a las diez vueltas. A pesar de rodar con una temperatura de asfalto moderada (32ºC, por 21ºC ambientales), la goma perdía grip a marchas forzadas, lo que evidencia el doble adelantamiento de Rosberg y Barrichello a Kimi Räikkönen en el noveno giro. En una sensata decisión de los estrategas ferraristas, acto seguido, el finlandés tomó el carril de boxes, camino que seguirían Massa y Hamilton una vuelta después, y dos antes que Robert Kubica. En adelante, todos ellos montarían el compuesto duro de Bridgestone.
Los repostajes de los primeros favoritos llegaron a partir del 16º paso por meta, empezando por Vettel y Rosberg. El alemán siguió sin novedad; Williams rememoró sus nefastas actuaciones en los boxes de los años noventa y, a consecuencia de un fallo en la manguera, cedió 21 segundos y buena parte de sus opciones al triunfo.
Una vuelta después, el primer golpe de acción del GP. Kazuki Nakajima perdió la zaga de su monoplaza en la cuarta curva y se estampó contra las vallas de protección. Incomprensiblemente, la FIA tardó más de una vuelta y media en sacar a pista el coche de seguridad, a pesar de que el japonés estaba en una zona muy peligrosa y había multitud de restos de fibra de carbono sobre el asfalto, lo que constituía un verdadero peligro para todos los demás. Y mientras Charlie Whiting y los suyos meditaban (ahora hasta los sacan en la tele pensando...), Jenson Button aprovechó para entrar en los boxes, igual que Fernando Alonso y Fisichella.
El director de carrera relanzó el Gran Premio en la vuelta 24 con Button en cabeza, seguido de Vettel y Felipe Massa, que se durmió un poco en la arrancada y regaló dos segundos de oro a sus predecesores. Por detrás, Nelson Piquet Jr protagonizó un espectacular trompo en la primera curva, motivado por la rotura de un disco de freno, mientras su compañero se enzarzaba en el enésimo duelo con Hamilton, de nuevo, con final infeliz.
Felipe Massa paró en boxes al cabo de seis vueltas, ampliando de nuevo la gama de estrategias reinante. El brasileño cargó gasolina hasta el final de carrera y volvió a apostar por las gomas duras, táctica que le habría reportado interesantes beneficios si el cambio de su F60 no hubiera dicho basta a 12 vueltas del final. Un nuevo fallo de fiabilidad de la Scuderia que acabó de "redondear" el trompo de Räikkönen en el 42º giro. El finlandés volvió a transformarse en el Kimi de final de 2008 y dijo adiós a la zona de puntos. De nuevo, Ferrari inicia 2009 igual que la temporada pasada: con un cero en los dos mundiales.
De vuelta a la cabeza, Ross Brawn seguía intranquilo. El Brawn GP estaba exhibiendo una gran superioridad técnica, pero Jenson Button tenía serios problemas para escaparse de Sebastian Vettel. Y para complicar aún más las cosas, Robert Kubica despertó de su letargo y empezó a marcar vueltas rápidas de modo consecutivo para acercarse al dúo de cabeza. El polaco, tercero, fue el primero en romper la barrera de 1'27", y se detuvo en boxes en el 38º paso por meta para montar su último set de gomas duras.
La estrategia jugaba a favor del polaco, que podría atacar en la fase final del GP sin miedo a que su goma se degradara. Vettel, en cambio, tendría que detenerse para montar los superblandos, una opción arriesgada si lo que tocaba era jugarse el segundo puesto en un mano a mano. El piloto de Red Bull efectuó tal trámite a falta de doce vueltas para el banderazo, igual que Button, y se reintegró a la carrera con Kubica realmente cerca.
Se mascaba la tragedia. Kubica se pasó toda la pretemporada recordando a quien quisiera escucharle que en 2009 nos hartaríamos de ver alerones delanteros rotos, y que "valdría la pena instalar parachoques en el frontal de los monoplazas..." Curiosamente, el tiempo le ha dado la razón... ¡y él ha sido de los primeros en comprobarlo! A tres vueltas de la conclusión, el piloto de BMW se situó tras la estela de su rival para atacar en la primera frenada fuerte del trazado australiano. Vettel cubrió muy bien el interior, y trazó de amedrentar a Kubica desplazándole a la zona sucia del asfalto. Sin embargo, Robert quiso dedicar un "por fuera" digno del mismísimo Jorge Lorenzo, y persistió en el exterior de la trazada. Su rival, con el interior ganado, efectuó una corrección de volante en el ápice y se encontró con el frontal del F1.09 en su trayectoria. El choque arrancó el alerón delantero de ambos coches, que debido a la pérdida aerodinámica en el eje delantero, fueron a embestir contra el muro de la siguiente curva.
Tras el final de la carrera, los jueces valoraron el incidente y achacaron toda la responsabilidad al alemán, que además de pagar una multa 50.000 dólares, tendrá que salir diez puestos por detrás de la 'pole' que consiga en Malasia. Ahí acabó el duelo por la segunda posición, que heredó como quien no quiere la cosa el bueno de Rubens Barrichello. La FIA sacó el Safety Car y la competición acabó bajo régimen de bandera amarilla.
Los grandes beneficiados del incidente fueron todos los que rodaban por detrás, empezando por Jarno Trulli y Lewis Hamilton. El italiano culminó una carrera de ensueño para el equipo Toyota, que ayer fue excluido de los entrenamientos y se vio forzado a empezar desde el 'pit lane'. Parecida tesitura para Hamilton, que salió desde la última casilla de la parrilla de salida y, entre riesgos tácticos y espectaculares acciones en pista, logró auparse hasta el cuarto puesto. Sin embargo, igual que en el caso de Vettel, los jueces decidieron sancionar al italiano Trulli por adelantar al británico cuando estaba el coche de seguridad en pista, por lo que los 25 segundos añadidos le retrasaron del tercer al decimosegundo puesto, y colocaron al británico en el podio, aunque fuera en los despachos.
Detrás del inglés concluyeron, por este orden, Timo Glock y Fernando Alonso, protagonistas de un espectacular "side by side" decidido a favor del alemán a la salida de Fernando de su último repostaje. Nico Rosberg, el debutante Sébastien Buemi y Sébastien Bourdais cerraron el primer 'top ocho' del año.
La F-1 no tendrá descanso y, sin apenas tiempo para asumir el primer triunfo de los Brawn GP, habrá que coger las maletas y viajar a Malasia, sede de la segunda cita del mundial, programada el próximo domingo.
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