Toledo.- La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a diez años de prisión al ciudadano polaco Krzystof K., de 46 años, por el homicidio de su ex compañera sentimental Concepción L.H., de 48, a la que estranguló para luego enterrarla oculta en una maleta en un paraje de Almendral de la Cañada (Toledo) en 2001.
En la sentencia, dictada una semana después de que un tribunal jurado declarara al acusado culpable de la muerte de Concepción, la Audiencia fija la pena mínima que el Código Penal prevé para un delito de homicidio, aunque tanto el fiscal como la acusación particular pedían una condena de quince años de cárcel.
El magistrado presidente del tribunal de jurado expone que no procede aplicar esa pena, pues el jurado consideró que concurrieron en el caso las circunstancias agravantes de parentesco y superioridad en los que se apoyaban las acusaciones para reclamar una condena más alta.
Asimismo, considera "suficiente" que el reo indemnice a la madre de la víctima con 15.000 euros y a su hijo con 30.000, cuando las acusaciones reclamaban 200.000 euros para ellos.
Los hechos que el jurado consideró probados ocurrieron en una fecha no determinada entre enero y marzo de 2001, cuando el acusado estranguló a María Concepción L.H., de 48 años, con la que había tenido una relación sentimental que terminó en 1999.
Después de matarla, el procesado trasladó el cadáver en una furgoneta oculta en una maleta de tamaño medio para enterrarla en el paraje 'Venero Rubisco' de Almendral de la Cañada, un pequeño municipio de la Sierra de San Vicente, en la provincia de Toledo.
En ese lugar, el 2 de marzo de 2001, fue visto por unos agentes forestales.
El jurado incluyó en su veredicto como hecho probado que la víctima "llevaba una vida muy peligrosa, relacionada con el mundo de la delincuencia, tráfico de personas, drogas, etc, que la hacía relacionarse con un sinfín de delincuentes".
El cadáver de Concepción L.H., 'Conchi', fue hallado meses después del crimen (el 23 de julio de 2001) semienterrado junto a un roble, a unos doscientos metros donde se le quedó atascada la furgoneta.
El acusado fue detenido en Polonia cinco años después de los hechos (en 2006) tras una orden de busca y captura de la Interpol, ya que huyó de España por la frontera portuguesa tras cometer el crimen.
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