La bicicleta ya tiene su propia oficina en Barcelona

Hoy se ha inaugurado por fin la "Oficina de la Bicicleta" en Barcelona. Como suele pasar, los acontecimientos avanzan más deprisa que las instituciones. Después de muchos años registrando un alto índice de usuarios de la bicicleta en la Ciudad Condal (unos 60.000 diarios antes de la llegada del Bicing y unos 90.000 tras su inauguración en marzo de 2007), por fin tenemos un lugar específico en el Ayuntamiento de Barcelona, donde poder dirigirnos y ser atendidos como usuarios de la bicicleta. Con suerte, cada vez que queramos saber más sobre la bici en la ciudad, no escucharemos el hasta ahora habitual: "¿La bicicleta? Ni idea".

La Oficina de la Bicicleta está ubicada en el mismo edificio de la 'Regidoria de Mobilitat' (en la plaza Carles Pi i Suner, 8-10), un lugar céntrico situado en Ciutat Vella y abrirá de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas.

Esta integración en el mismo edificio donde se trabaja la movilidad de la ciudad es importante: se le otorga a la bicicleta un espació exclusivo y le da entidad como vehículo cotidiano. Hasta ahora, en muchas ocasiones, una persona que utiliza la bici para ir, por ejemplo, al trabajo, si necesita información o tiene alguna duda, lo normal era dirigirse al departamento de Deporte o Turismo. El problema: allí no te solucionaban nada. Para ellos la bicicleta era otra cosa.

Si echamos un vistazo al manual editado por la Comisión Europea "En bici, hacia ciudades sin malos humos" (ver pdf) , éste nos indica que la Oficina de la Bicicleta y la figura de su coordinador son los primeros pasos que debería efectuar una ciudad para favorecer el uso de la bicicleta.

En el caso de Barcelona no ha ocurrido así: esta oficina llega en un momento en el que ya, desde hace tiempo, el organigrama técnico del departamento de Movilidad de la ciudad lleva incorporando poco a poco el uso de la bicicleta. Por lo tanto, en este caso, la Oficina de la Bicicleta se convierte meramente en un punto de información y coordinación de lo que ya acontece en la ciudad en relación con este vehículo de dos ruedas.

Entre otras cosas, el usuario que acuda a esta oficina podrá informarse de: la ordenanza de circulación vigente, el mapa de carriles de la ciudad, las paradas del Bicing, los estacionamientos y servicios de alquiler de bicis, consejos de seguridad e incluso proyectos de infraestructura. Además, esta oficina servirá de enlace entre el ciclista y las numerosas entidades de la bici que existen en Barcelona. Todo para animar a los ciudadanos a subirse al sillín.

Barcelona, como ciudad "escaparate", es fácil que genere (como ha sucedido con el servicio de bicicleta pública) la formación de oficinas similares en otras zonas del país. Pero cuidado. Es importante que las ciudades que quieran formar su Oficina de la Bicicleta, no copien sólo lo aparente, sino que deben renovar la forma de trabajar de sus departamentos de Urbanismo y Movilidad. La mayoría de las urbes españolas necesitan crear su Oficina de la Bicicleta para reconvertir en verdaderos departamentos de Movilidad los que son hoy, en su mayoría, departamentos de "cochevilidad".

En esta época de crisis, el vehículo más efectivo a todos los niveles es la bicicleta: no emito CO₂, ni partículas contaminantes y no genera ruido. Este medio de transporte sostenible aporta salud directa a quien lo utiliza. Y aunque ahora el sector del automóvil quiere vendernos modelos de coches que emitan menos CO₂ y menos partículas contaminantes, por muy poco que genere, el conductor de un vehículo a motor inevitablemente perjudica la salud de las personas de su alrededor y el medio ambiente. Por ésta y otras razones, es totalmente justificable que todas las poblaciones del país creen rápidamente su Oficina de la Bicicleta y fomenten el uso cotidiano de este vehículo.

*Albert García es portavoz de la Coordinadora Catalana d'Usuaris de la Bicicleta (CCUB)