"Al principio Flash no era más que un plug-in para navegadores de internet que permitía ver vídeos de animaciones vectoriales y que luego se hizo muy popular en las presentaciones". Son palabras de Miquel Bada, director de Marketing Adobe Systems Ibérica. En aquel 'principio' nadie imaginaba que la audacia y la fe de un israelí, Ari Folman, iban a dar para que dicho programita sirviera como herramienta de animación de 'Vals con Bashir', merecedora del Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera y nominada al Óscar en la misma categoría (que finalmente recayó en la japonesa 'Departures'). Lo curioso no se acaba ahí: según asegura Folman, cuando en 2005 fue a la sede de Macromedia (dueña del producto hasta la adquisición por parte de Adobe ese mismo año) de Los Ángeles para mostrar una primera muestra de lo que llevaba rodado de su proyecto, le echaron los de seguridad. Lo cuenta entre risas.
"Ni tanto ni tan calvo", corrige Bada. Macromedia estaba posicionando Acrobat en ese momento y lo más que pudieron hacer con Folman fue darle una palmadita en la espalda y decirle algo así como: «Muy bien, chico, pero no es la línea por donde queremos promover el producto»".
"Flash, como herramienta, ha sido la preferida por parte de los desarrolladores de web y nos ha sorprendido que se haya utilizado en la gran pantalla. Está claro que nos sentimos satisfechos, ya que nuestro objetivo con Flash es estar presentes en las pantallas de todo el mundo, aunque nunca pensamos que también llegaríamos a las de cine", ahonda Bada.
No es, sin embargo, el primer caso en que alguien se lía la manta a la cabeza y emprende esta aventura informática bidimensional. Flash ya había sido fundamental para la filmación de 'The Golden Blaze', largo de animación estadounidense fechado en 2005 que contó con la voz de Michael Clarke Duncan. Según datos proporcionados por Adobe América, ésa fue la primera de las nueve películas realizadas sirviéndose del programa, la última de las cuales nos toca muy de cerca: 'La crisis carnívora', estrenada el mayo pasado, fue dirigida por el español Pedro Rivero.
Pese a que había trabajo de campo ya hecho, la perfección de 'Vals con Bashir' ha hecho que todos pongamos un ojo en la animación alternativa. Según nos cuenta Rivero, supo de la película de Folman la misma semana que estrenó la suya. "Mientras me encontraba críticas que despreciaban la banalidad de 'La crisis carnívora', me enteraba de que en Cannes había causado sensación un documental hecho en Flash sobre un tema tan serio como la guerra del Líbano (la matanza de Shabra y Shatila de 1982). Conocía algunas otras experiencias en el mismo campo, pero nada comparable a un proyecto tan serio como el israelí, que nos dejaba a todos a la sombra".
Rivero, bilbaíno en el umbral de la cuarentena, fue guionista y dibujante de cómics en su juventud. Después de varias tiras, participó en los guiones de 'La Leyenda del Viento del Norte', 'Los Intocables de Elliot Mouse' o 'Goomer' (Goya a la Mejor Película de Animación en 1999). Desencantado, se puso al frente de la Asociación de Guionistas vasca, de la que fue presidente entre 2002 y 2008, año en que alumbró su largometraje.
Esta primera tentativa como director fue "muy compleja y accidentada. Inicialmente queríamos hacer una película en animación tradicional, con una fuerte apuesta gráfica de la que tan sólo ha quedado como testigo un cómic que hicimos". Aquel enfoque tuvo que ser abortado porque, a pesar de la buena acogida del proyecto en distintos foros, "su carácter cáustico y su target adulto echaba para atrás a cualquier posible inversor". Problemas y más problemas que se ofreció a atajar un distribuidor francés, hecho que "hubiese supuesto delegar totalmente el liderazgo del proyecto". Así, tras dos años de preproducción, un piloto y muchos viajes, el proyecto parecía inviable, pero "al tener que cumplir con una subvención del Gobierno Vasco no teníamos otra opción que buscar una solución". Entonces apareció la gente de Nikodemo (creadores de 'Cálico Electrónico'), que "se apiadó de nosotros y propuso el reto de hacer la película en Flash".
Un presupuesto muy limitado hizo ajustar bastante el gasto en la animación, lo que dio lugar a una planificación muy sencilla de las escenas, algo que "iba bien a un guión tan basado en el gag verbal". Paralelamente, un nutrido grupo de nombres conocidos se fue sumando para prestar sus voces a los personajes. (Enrique San Francisco, Pablo Carbonell, Jose Coronado, Álex Angulo). Conforme cogía altura el proyecto, Rivero optó por agudizar el guión, haciéndolo "más bestia y más español", circunstancia que favoreció el que se apuntara un nuevo coproductor, Continental. Sin embargo, el dinero volvía a escasear y hubo que esquivar todas las dificultades durante un periodo de nueve meses en los que se completó la animación en Flash. "Ahí es donde el programa demostró su versatilidad, porque la inmediatez con la que puedes ver cualquier prueba te ayuda enormemente en situaciones críticas".
Fue la 'pasta' la que hizo que Rivero utilizara la herramienta de Adobe, todo lo contrario que Ari Folman, que dirigió su documental en formato animado porque pudo, según explicó en la rueda de prensa de presentación de la película en Madrid hace un par de semanas. Su Flash, aderezado con un "10% de animación tradicional y algo de 3D" es más glamouroso que nuestra 'Crisis carnívora' por su mayor desahogo evidente y por ciertas decisiones maestras que nos apunta Rivero: "Cuando me enteré del 'making of', quedé muy impresionado y al mismo tiempo casi enrabietado porque habían seguido prácticamente los mismos métodos y usado los mismos programas que nosotros pero con una precisión y un acierto tan diferentes que uno sólo puede quitarse el sombrero. El uso de fotografías reales retocadas en Photoshop y de masas de sombras proyectadas en 3D fueron algunas de las soluciones que nosotros probamos cuando nuestro proyecto aún era para animación tradicional. Y toda la postproducción en After Effects es básicamente la misma experiencia".
Aun encariñado con la herramienta que le ha permitido dirigir su primera película, Rivero, como Folman, no habla demasiado bien de 'sus padres'. "Para lo que es la película, la relación con Adobe ha sido casi inexistente. No sé en qué parte de la comunicación no nos entendimos o no nos quisieron entender, porque no han apoyado materialmente en nada la llegada a las pantallas de cine del primer largometraje español animado en Flash. Tal vez éramos demasiados peces en una misma pecera, y, de todos, sólo ha pescado algo el estudio Nikodemo (para su serie web 'Cálico Electrónico'), aunque es cierto que son quienes lo merecen, pues ellos apostaron por trabajar en Flash e hicieron posible la película en dicha técnica".
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