De película de espías —más del estilo de 'superagente 86' que de James Bond— a drama épico, al estilo 'Titanic', con toda la orquesta tocando mientras el barco se hunde. Los supuestos casos de corrupción que salpican estos días al Partido Popular han llevado a la cúpula del partido a cambiar de estrategia: de tirar balones fuera a acusar al Gobierno, al Ministerio Fiscal y al juez Garzón de perseguir al partido e "intentar manchar su honorabilidad".
Los 'populares' han pasado de presas a cazadores y todo por una cacería. Atrapados estas últimas semanas por supuestas tramas de espionaje y de corrupción— el partido se ha agarrado al encuentro que tuvieron el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y el magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, en Jaén durante una montería. Para Rajoy este encuentro es "un acto obsceno", que "liquida la calidad de la democracia" y "hace un daño a la independencia del poder judicial". Por ello, hasta que se den explicaciones en el Congreso, el PP "rompe cualquier interlocución" con el Ministerio. Y en el caso del juez, pedirán su recusación en las investigaciones abiertas contra cargos del PP.
Con un tono muy serio, Rajoy ha comparecido por sorpresa en la sede central del partido. Era la segunda vez que el líder de la oposición tenía que dar explicaciones sobre un asunto interno de su formación en esta semana. Pero en esta ocasión, y a sugerencia de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el presidente salió a leer una declaración —para la que no ha admitido preguntas— arropado por casi todos los miembros del comité ejecutivo —algo sin precedentes— intentando transmitir una imagen de unidad de partido en unos momentos donde ésta no se manifiesta demasiado.
Parecía un bodorrio, aunque no como el de El Escorial. Federico Trillo, Soraya Sáenz de Santamaría, Esteban González Pons, Esperanza Aguirre —con su inseparable teléfono móvil—, Ruiz Gallardón —prudencialmente apartado de ésta—, Ana Botella —en plan defensora de su marido—, Jorge Moragas... No cabían en el pequeño escenario donde se ofrecen las ruedas de prensa en Génova 13, sede central del partido. Todos han cambiado el tono relajado de las bromas y los cotilleos y han puesto cara de circunstancia cuando Rajoy ha comenzado a dar lectura al comunicado y ha arremetido contra el Gobierno, el fiscal general del Estado y el juez Garzón.
"El sumario que está instruyendo el magistrado es una causa general contra el PP", asegura Rajoy, para quién es sorprendente que toda la investigación se destape en un momento electoral y cuando el país atraviesa una grave crisis económica. "Estamos en un estado de indefensión absoluta —la instrucción está bajo sumario—, y se nos está haciendo un daño irreparable", con la filtración a los medios de datos de la investigación. Rajoy ha insistido en que "nada tiene que ver el PP con las actuaciones ilegales de los detenidos" y que lo conocido hasta el momento —con supuestas corruptelas de alcaldes y ex alcaldes 'populares' y empresarios vinculados al partido— "no es una trama del PP, sino contra el PP".
Por todo ello, han decidido pedir la comparecencia inmediata en el Congreso del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, "porque nunca en democracia se ha hecho tanto uso partidista" por parte del Gobierno de esta institución. También se le pedirá explicaciones por lo que se califica de trato "intolerable" contra sus militantes, "que son detenidos por policías encapuchados, se les pone grilletes, se les mete en el calabozo, todo esto ante las cámaras de televisión, y a las pocas horas, se les deja libres sin cargos", según su relato.
Mientras tanto, Fraga seguía con su argumentario basado en las Sagradas Escrituras. Hace unos días justificaba a su sucesor en el PP gallego, Alberto Nuñez Feijóo, por colocar como número uno por Ourense a un candidato que no tenía al día sus pagos con Hacienda. "Si a Jesucristo le pasó esto en una selección de personal, qué no le pasará al resto de mortales", aseguró el veterano político. Esta mañana ha vuelto a ser el único que se ha salido del guión y durante el comité ha hablado de que "hasta Jesucristo tuvo a su Judas". ¿Traidores en el partido? El ex embajador en Londres dando la razón, de nuevo, al viejo premier Churchill, que decía aquello de que "los enemigos los tiene uno detrás, en su propio partido".
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.