La Fiscalía espera que en 2010 haya un veredicto en el caso de Charles Taylor

Naciones Unidas.-  El fiscal del Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL), Stephen Rapp, aseguró hoy que el veredicto en el juicio en La Haya contra el ex presidente de Liberia, Charles Taylor, podría darse a conocer a principios de 2010.

Rapp dijo en una entrevista con Efe que la fiscalía presentó el pasado viernes el último de los 91 testigos en el juicio que se sigue en La Haya contra el ex jefe de Estado liberiano por crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante la guerra civil en la vecina Sierra Leona.

Luego de que la defensa tome su turno a partir del próximo abril, y presente a sus testigos durante los siguientes seis meses, el caso podría quedar en manos de los jueces en octubre o noviembre, indicó el jurista estadounidense durante su visita a la sede de Naciones Unidas.

"En algún momento de principio de 2010, de seguro que en los primeros seis meses, tendremos una decisión sobre si es culpable o inocente", afirmó.

Al ex presidente de Liberia, que ocupó el poder entre 1997 y 2003, se le imputan, entre otros cargos, asesinato y mutilación de civiles, uso de mujeres y niñas como esclavas sexuales y reclutamiento forzoso de niños y adultos.

Rapp observó que nadie cuestiona las atrocidades cometidas por los rebeldes de Sierra Leona aliados de Taylor durante el conflicto de 1991 y 2002, que causó cerca de 50.000 muertos.

"El argumento de la defensa de Taylor, obviamente, es que él no sabía nada de lo que estaba sucediendo. Admitirá que sí tenía afinidad con el movimiento rebelde, pero que no es responsable de sus acciones", apuntó.

Sin embargo, defendió que los miles de documentos y el cerca de un centenar de testigos que han pasado por el juicio celebrado en La Haya desde enero de 2008 han demostrado que Taylor sabía lo que pasaba en el país vecino.

"Las pruebas demuestran con abundancia que, como mínimo, sabía lo que estaban haciendo y de todos modos les proporcionó el apoyo que les permitía seguir con sus operaciones", destacó.

Rapp recordó que, bajo el derecho internacional, aunque Taylor personalmente no fuera quien "cortaba manos", se le considera responsable por ayudar a quienes cometieron este tipo de crímenes.

"Los controlaba como si tuviera una llave de paso", insistió.

El fiscal describió a Taylor como un hombre "egocéntrico que quería triunfar como fuera", al que la experiencia le había demostrado que para llevar a cabo con éxito una guerra sin grandes recursos debía acudir al terror y al saqueo.

El proceso contra el ex presidente liberiano es un "hecho sin precedentes" que le proporciona credibilidad al sistema internacional de justicia y sirve de elemento disuasorio para otros jefes de Estado que hasta ahora se creían impunes, opinó.

En su opinión, "los líderes son, hasta cierto punto, personas racionales y saben hacer cálculos sobre el riesgo que corren" si cometen crímenes contra la humanidad.

El jurista rechazó las acusaciones vertidas por algunos críticos de este tipo de tribunales, que los consideran instrumentos occidentales para juzgar a líderes del mundo en desarrollo.

"Los que acuden a estos argumentos tratan de convertir a los culpables en víctimas", valoró.

Observó que el Tribuna Especial para la Antigua Yugoslavia ha sido el que más veredictos de culpabilidad ha fallado de entre todas las instancias judiciales de esta naturaleza.

Además, "a las víctimas, que en su gran mayoría son africanas, lo que les importa es deshacerse de estos tipos", agregó.

El juicio contra Taylor se celebra en las instalaciones de la CPI de La Haya, a donde el TESL trasladó desde Sierra Leona este caso por razones de seguridad.