El Gabinete de seguridad de Israel ha votado a favor de la propuesta para detener la ofensiva militar en Gaza sin un acuerdo previo con Hamás pero los milicianos islamistas han anunciado que continuarán luchando pese al alto el fuego unilateral desde Tel Aviv.
Como estaba previsto, tras la reunión del Consejo de Seguridad del Estado judío, las autoridades israelíes han decidido anunciar un "cese unilateral de las hostilidades en la Franja de Gaza".
Olmert ha subrayado desde Tel Aviv los éxitos militares de su Ejército y ha fijado en las 2 de la madrugada el inicio de la tregua. El primer ministro israelí se ha referido a los esfuerzos diplomáticos y el compromiso de Egipto de no permitir el contrabando de armas como garantías de la tregua.
Horas antes de que se produjera la reunión del Gabinete de Seguridad, Hamás ha descartado dejar las armas. Los milicianos islamistas han anunciado que continuarán luchando pese al alto el fuego unilateral desde Tel Aviv.
El dirigente de Hamás en Líbano, Osama Hamdán, ha asegurado que las exigencias de su milicia siguen en pie antes de aceptar un alto el fuego: cese de la agresión israelí sobre Gaza, levantamiento del bloqueo y la apertura de los pasos fronterizos de la franja.
En el plano diplomático, Israel decidió volver a 'bailar' con su compañero histórico, Estados Unidos, para resolver la guerra contra Gaza. La ministra de Exteriores israelí —y candidata a primera ministra—, Tzipi Livni, mantuvo esta pasada noche un encuentro con su homóloga estadounidense, Condoleezza Rice, con la que ha suscrito un memorando, de cinco páginas, que "proporciona una serie de pasos" para detener el tráfico de armas y explosivos hacia Gaza".
Livni consideró que este acuerdo unilateral con el aliado norteamericano —y al que podrían unirse Francia, Alemania y Reino Unido, según Rice— "es tan importante como vital para el cese de las hostilidades", pues garantiza una de las exigencias impuestas por Israel para decretar el alto el fuego: la garantía internacional de que Hamás no podrá seguir rearmándose.
Lo que no para, a pesar de que el Ministerio de Defensa israelí reconociera hace unos días el "grave error" de bombardear la sede de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), son los ataques a estos centros. Durante la pasada noche, han muerto nueve palestinos —que se suman a los más de 1.100 desde el inicio de la ofensiva—. Seis de las últimas muertes se produjeron tras el bombardeo de un colegio de la UNRWA en la localidad de Beit Lahia. Según fuentes de la agencia de Naciones Unidas, en la escuela estaban en el momento del ataque numerosos palestinos desplazados. En este ataque fueron asesinados dos niños y su madre.
El saldo que deja el enfrentamiento de 22 días es de 1.200 fallecidos.
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