Tras la pista de las gangas electrónicas

HONG KONG (CHINA).-  Son fechas para hacer regalos. ¿Y qué mejor regalo que algún aparato electrónico? Aunque el 'made in Hong Kong' pasó a la historia, éste sigue siendo un muy buen sitio para encontrar gangas.

Empezamos nuestra búsqueda del tesoro en una de las zonas más vibrantes del territorio: Mong Kok.

En este barrio se puede encontrar de todo, desde compañía amorosa de pago hasta prototipos de contrabando del último teléfono que va a marcar tendencia en el mercado. Vamos a quedarnos con la última parte.

La salida D3 de la estación de MTR de Mong Kok (ojo, no Mong Kok East, sino Mong Kok a secas) nos lanza directamente a una de las calles con mayor densidad de tráfico humano de Hong Kok: Sai Yeung Choi Street.

Nada más salir del metro, a mano derecha, está uno de los paraísos de los aficionados a la fotografía: Wing Shing Photo Supplies. Gran surtido, todo en stock, vendedores que conocen su trabajo y los artículos que venden, y que además, se apañan con el inglés.

En la misma calle, a ambos lados, hay al menos una tienda de las cuatro grandes cadenas locales de electrónica: Fortress, Citycall, Broadway y GOME. Todas ellas recomendables, aunque debo reconocer que yo prefiero Fortress. Se puede conseguir entenderse con los vendedores en inglés, y son de los pocos que pueden llegar a aceptar devoluciones.

Para los aficionados a la informática, en Nelson Street está el MongKok Computer Centre, cuatro pisos atestados, a partes iguales, de personas y cacharros, algunos a precios verdaderamente increíbles. Cualquier cosa, cualquiera, que a uno se le pueda imaginar (hardware, software, cualquier tipo de accesorio) se puede encontrar ahí.

Para salir con los ojos en blanco

También para salir con los ojos en blanco, la parte norte de Sai Yeung Choi (la no peatonal). Repleta de nano-tiendas en las que se vende de todo, todo ello de contrabando, y casi todo ello procedente de las fábricas del otro lado de la frontera. Cuando hace más de un año se liberó el primer iPhone del mundo, se hizo ahí. Eso sí, hay que tener bastante sangre fría, y apañarse en cantonés.

De Mong Kok se puede ir andando, por Nathan Road, o en MTR, a dos paradas de distancia, a Sham Shui Po, el paraíso en la tierra para los aficionados a cualquier tipo de gadget. Un barrio entero, repito, un barrio entero, entregado sin descanso a la venta de ordenadores, teléfonos, consolas, y, en general, a cualquier cosa que tenga batería recargable. El Akihabara hongkonés.

Empezamos en el Golden Shopping Centre, que aunque aún sigue manteniendo algunas de las tiendas que le dieron su reputación como meca del software pirateado, hoy en día es el lugar donde poder conseguir el ordenador, completo o por piezas, más barato de todo Hong Kong. Pero no sólo ordenadores: routers, juegos, consolas... de todo.

De ahí, podemos seguir dando una vuelta por Ap Liu Street y su mercado de accesorios. Cableado, baterías, fundas para teléfonos y PDAs, y cosas de lo más peregrinas como brújulas, bastones de hiking, radios, bolas de discoteca... un festival para los ojos. Por cierto, en las tiendas que flanquean el mercado, se encuentran los mejores precios en alta fidelidad.

De Sam Shui Po, y si aún quedan ganas de seguir torturándose ante la visión de tantas cosas, se puede hacer una visita a Tin Cheung (Carnarvon Road, Tsim Sha Tsui) o Photo Scientific (Stanley Street, Central) para ver más cámaras, o al Wan Chai Computer Centre (Wan Chai) para otra inmersión en la marea de componentes electrónicos.

Para tener en cuenta

• Debe huirse de las tiendas que no tienen precios expuestos. En especial, de las de escaparates más llamativos de la parte cercana a la mezquita de Tsim Sha Tsui. Por mucho que se pueda regatear, los vendedores siempre van a salir ganando. Por cierto, en Hong Kong no hay ningún impuesto similar al IVA, así que no tiene sentido el 'tax-free'.
• En muchas tiendas hay un 'sello de calidad' de la autoridad de turismo. No es mala idea comprobar que el sello está visible en la puerta antes de comprar nada.
• En las tiendas en las que los precios están expuestos, y en general en todas las que se recomiendan aquí, no se debe regatear. Ellos son honrados y honestos, y merecen que se les trate como tal.
• Normalmente, las tiendas de electrónica, en cualquiera de sus vertientes, abren de las 11 de la mañana a 11 o más de la noche.
• Las compras deben seguir un ritual: el vendedor debe desempaquetar el gadget, ponerlo en funcionamiento, y dejar al comprador que lo pruebe. Ése es el ritual por defecto, lo que se hace en todas las tiendas.
• Como pasa con otras muchas cosas, el concepto asiático de 'servicio al cliente' es completamente distinto del occidental. Eso quiere decir, en este caso, que una vez que se sale de la tienda con la mercancía, el vendedor se desentiende de cualquier posible problema que pueda surgir. Siempre. No se devuelve el dinero, no se aceptan cambios. La excepción: Fortress (siempre y cuando se conserve, sin rayar, el embalaje).
• Las compras con tarjeta de crédito suelen tener un sobrecargo del 3%.
• En general, basta con guiarse por el sentido común. En ninguna parte dan duros a cuatro pesetas, menos aquí. Si algo es muy, muy barato, lo más probable es que sea como mínimo de segunda mano y que se quiera pasar como nuevo. Y que nadie se fíe del embalaje para juzgar el estado de un artículo. Aquí son maestros en pasar por nuevo cualquier cosa.
• Todos los teléfonos se venden libres, y normalmente con el sistema en inglés y en chino tradicional. Conviene asegurarse, en todo caso, que incluyen el sistema en inglés como mínimo, aunque el vendedor, normalmente, lo primero que va a hacer al arrancar el aparato es enseñarnos que no está sólo en chino.