Secciones bajar

No todo por aquí son centros comerciales y polución

Por CÉSAR TARGADILLA (SOITU.ES)
Actualizado 21-12-2008 11:47 CET

HONG KONG (CHINA).-  Sha Tin es, probablemente, la población más importante de los Nuevos Territorios. Con unos 500.000 habitantes, es un bosque de torres residenciales de alturas imposibles salpicado con múltiples incrustaciones de centros comerciales.

Pero también es el punto de salida de uno de los entretenimientos favoritos de muchos de los pintorescos lugareños: montar en bicicleta.

Comenzamos la excursión en la estación de MTR. Tras cruzar el obligatorio centro comercial, en este caso, reconocido como uno de los de mayor densidad de visitantes del territorio, salimos al Sha Tin Park. Por ahora, recomendamos cruzarlo, siguiendo las señales que apuntan a los quioscos de alquiler de bicicletas.

En Sha Tin hay tres quioscos distintos, de tres compañías diferentes. Conviene tener en cuenta que sólo dos de esas tres compañías ofrecen la posibilidad de devolver la bicicleta en Tai Po, el punto intermedio de nuestro viaje. Y, ya puestos a recomendar, los de las camisetas amarillas tienen las bicis más nuevas, e incluso se apañan con el inglés, lo que en Nuevos Territorios es algo que no pasa muy a menudo.

Los precios, a día de hoy, son bastante asequibles: 25 dólares por una hora, 50 por dos horas, y 70 por el día completo (debiendo devolver la bicicleta antes de las siete de la tarde). Por un extra de 5 dólares, se puede incluir una cestita. Se requiere mostrar algún documento a la hora de formalizar el alquiler.

El recorrido entre Sha Tin y Tai Po, de unos 10 kilómetros aproximadamente, discurre por un 'carril bici' perfectamente asfaltado, señalizado, e incluso patrullado por policía en bicicleta, que sigue la linde del Shing Mun River, hasta un poco antes de su desembocadura en el mar, momento en el que continúa justo al lado del mar, por tierra reclamada, hasta Tai Po. Abierta en 1981, fue la primera de las rutas que hoy conforman una amplia red con centro en Sha Tin, que llega a Tai Wai, Ma On Shan y Tai Po.

Aparte de dejarnos observar de cerca a los hongkoneses, el recorrido nos permitirá pasar por unos cuantos lugares singulares. El primero de ellos, el hipódromo de Sha Tin, el más grande de los dos del territorio, con capacidad para 85.000 personas. A su lado, aunque en avanzado estado de desmantelamiento, están las instalaciones donde se celebraron las pruebas ecuestres de los Juegos Olímpicos. En ese tramo del río, también, se encuentra el Dragon Boat Rowing Club, que suele celebrar carreras todos los domingos. Parada obligatoria, pues, para los aficionados al remo.

Un poco más adelante, y el olfato será el primero en avisarnos de su proximidad, la estación depuradora más grande del territorio, al lado de la cual se encuentra la base de la sección naval de la policía.

Al llegar a ese punto, comienza el llamado Ma Liu Shui Waterfront Park, que será por donde discurra nuestro recorrido, hasta la llegada a Tai Po. Durante la travesía encontraremos servicios, algún que otro restaurante y varios puestos ambulantes en los que las especialides son las rodajas de piña congeladas, además del agua fresca, que se entrega con una tira de plástico que el vendedor corta de bolsas del supermercado, que permite colgar la botella del manillar. En estos casos, a la hora de hacer el pedido, se debe dominar el arte de apuntar con el dedo al objeto deseado. En todo caso, para los más aguerridos, y en transcipción fonética de lo más chapucera, una botella de agua se pediría 'yat-cheng-soi', una rodaja de piña 'yat-chi-bolok', y una manzana 'yat-go-pingkuo'.

Tras pasar el muelle del ferry de Ma Liu Shui recomendamos a los que gusten de ver arquitectura hacer una parada en Science Park, una especie de polígono tecnológico, desarrollado a medias por el Gobierno y Chinese University. Los que no gusten de ver arquitectura, pero sí de tomar café, pueden aprovechar también la parada, ya que ahí está uno de los pocos coffee shops de Nuevos Territorios.

Ya al llegar a Tai Po, recomendamos tomar la desviación a la derecha que se dirige hacia el Tai Po Waterfront Park, por dos razones: la primera, porque puede ser un buen sitio para comer, degustando, por ejemplo, el típico shaomai; y la segunda, porque es habitual que haya al menos una docena de personas volando cometas. En realidad, hay una tercera razón, y es que no es extraño ver o bien una boda que se celebra en los mismos jardines, o bien a alguna pareja de recién casados haciéndose las fotos correspondientes. Y, de verdad, merece la pena ver una boda china.

Tras recuperar energías, se puede volver a Sha Tin por el mismo camino, aprovechando, si la hora empieza a ser avanzada y la contaminación del aire no es muy alta, para disfrutar de la caída del sol sobre el Tolo Harbour desde cualquiera de las 'pagodas' de descanso que encontraremos en el camino.

Para terminar, unas sugerencias:

  • Se podría comenzar la excursión, antes de alquilar las bicicletas, con una visita al Templo de los 10.000 Buddhas en Sha Tin. Eso sí, es mejor evitar los días de mucho calor, porque la subida al templo puede ser extenuante.
  • En el Sha Tin Park, todos los días alrededor de las siete de la tarde, comienzan a reunirse los grupos de practicantes de Tai Chi, y varios grupos de aprendices de Kung Fu.
  • No es mala idea dejar la comida para la vuelta a Sha Tin. Los alrededores del Sha Tin Park, incluyendo el centro comercial adyacente, están repletos de restaurantes, de un amplio rango de precios y especialidades.
  • Aunque el recorrido sugerido es llano, si se realiza en verano conviene protegerse bien del sol. Los meses de julio y agosto, aquellos en los que el aire es más limpio, son también en los que las radiaciones UV son más altas. No es malo seguir el ejemplo de los locales, que suelen salir con camisetas de manga larga, que protegen del sol y a la vez de las picaduras de los mosquitos.
  • Los occidentales llamamos mucho la atención, sobre todo en entornos donde no suele ser habitual vernos, como la ruta que hemos propuesto hoy. Por favor, que nadie se ofenda porque la gente le mire, ni porque alguien se le acerque a preguntar 'Where are you from?'. Los hongkoneses son, por regla general, muy, muy curiosos.
Temas relacionados

Selección de temas realizada automáticamente por Autonomy

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Di lo que quieras

Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.

Volver a vidaurbana Volver a portada
subir Subir al principio de la página