Todo ha terminado.
Barack Obama ha sido elegido presidente de EEUU. Todos están contentos. Obama y el Partido Demócrata por supuesto. Pero John McCain ha sido un digno y duro rival, que no se ha embarrado más allá de ciertos límites para evitar su previsible derrota. Sarah Palin ha saltado a la primera línea política desde la ultraperiférica Alaska. Internet ha sido fundamental para el éxito de Obama. Los 'militantes digitales' al fin han podido volcar su activismo con éxito en una campaña política. Hasta las televisiones están felices en la era de la crisis continua de los medios: los últimos publi-reportajes (por supuesto de pago) de Obama demostraban, en palabras de algunos programas televisivos españoles, que la televisión sigue siendo importante (y atractiva como canal publicitario).
Pero, además, la minoría negra norteamericana, la principal históricamente, aunque no demográficamente, tiene al fin a uno de los suyos en el poder. La mayoría, cada vez más minoritaria, blanca ha cedido por una vez su posición. Pero al final el elegido también 'es suyo' racialmente, aunque sólo sea a medias, y declara constantemente que quiere huir de posturas radicales o victimistas. Y además, ha vencido el candidato 'más europeo', que a su vez ha revitalizado el discurso más genuinamente norteamericano…
…Pero, ¿todo ha terminado?
Obama ha ¿creado, permitido, provocado? el desarrollo de una red de grupos locales de apoyo extraordinariamente activos y que han actuado con un elevado grado de independencia. Algunos se preguntan por el futuro de my.barackobama.com, la plataforma de redes sociales de la campaña. Es ésta una pregunta, en mi opinión, casi irrelevante. Los activistas y sus grupos no están anclados a una plataforma determinada, su presencia es distribuida y difícilmente controlable de modo centralizado. Por tanto, Obama está ahora 'condenado' a convivir con sus apoyos y a sufrir (y de paso aprender y negociar) con sus críticas.
Las televisiones pueden seguir instaladas en la complacencia pública por el gasto en anuncios de las últimas semanas. 2012 será otra vuelta de tuerca: menos gasto en medios tradicionales, más presencia digital (puede que incluso más gasto publicitario en internet). 2004 y Howard Dean fueron la alerta temprana. 2008 y Barack Obama han sido la constatación de la realidad (para los que la quieren ver). 2012 y… ¿quiénes serán los protagonistas?, además de Obama y su my.barackobama.com 2.0 luchando por la reelección.
Sarah Palin necesita con urgencia un blog. No porque de este modo obtenga una mayor presencia entre sus votantes tradicionales. Aunque sobre esto habría mucho que debatir: la fulgurante historia de la entrada en wikipedia nos debería dar mucho que pensar sobre la importancia de internet en la política... y de la política sobre la red. Pero las razones son otras; de algún modo una gobernadora con una experiencia casi únicamente local tiene que empezar a comprender como funciona la cultura digital que en 2012 ya habrá 'invadido' el mundo analógico en el que se han desenvuelto Palin y McCain. Este último ya no tendrá otra opción para ser candidato, pero para la primera será su gran oportunidad.
¿Y en Europa? Deberíamos aprender algunas cosas de esta experiencia y empezar a reconciliarnos con algunas de nuestras propias incongruencias. Por ejemplo:
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