Oviedo.- El secretario general de UGT Asturias, Justo Rodríguez Braga, ha afirmado hoy que la crisis económica que afecta al mundo es "la gran resaca de la orgía financiera y urbanística" resultado del modelo de globalización vigente.
Rodríguez Braga ha realizado estas declaraciones en el acto de presentación de las movilizaciones que van a realizar conjuntamente los sindicatos UGT, CCOO y USO a favor del trabajo decente en contra de la directiva europea de tiempo de trabajo y por el rechazo de la modificación del horario laboral a las 65 horas semanales.
Además del representante de UGT, también han estado presentes en este encuentro con los medios de comunicación el secretario general de CCOO de Asturias, Antonio Pino, y el secretario de organización de USO, Jorge Gallego.
Los sindicatos han realizado un llamamiento a los trabajadores y a la ciudadanía asturiana para que acudan a una manifestación prevista para el 7 de octubre, en Oviedo, que se enmarca en los actos de la jornada mundial de acción por el trabajo decente que organiza la Confederación Sindical Internacional (CSI).
Para el responsable de UGT en el Principado, la situación financiera mundial es "el primer gran fracaso del actual modelo de globalización, que es un sistema en crisis, injusto e insolidario".
Por su parte, Pino ha explicado que estas movilizaciones se realizan con la intención de que se respetan los derechos fundamentales del trabajo definidos en las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como los referentes a la libertad sindical, derecho de huelga y negociación colectiva, supresión del trabajo infantil y el trabajo forzoso y protección frente a las discriminaciones laborales.
Esta jornada también se realiza para pedir el cumplimiento de los objetivos del Milenio definidos por Naciones Unidas para reducir la pobreza y la desigualdad.
Pino ha justificado la organización de esta manifestación en que la mitad de la fuerza laboral mundial gana menos de dos dólares diarios, en que más de doce millones de personas trabajan en condiciones de esclavitud y en que 200 millones de niños trabajan en lugar de ir a la escuela.
También ha mostrado el rechazo de las centrales sindicales a la directiva sobre el tiempo de trabajo que aprobó el Consejo Europeo, que ha de ser tramitada por el Parlamento Europeo, y que propone jornadas laborales de hasta 65 horas que puedan ser pactadas entre la empresa y el trabajador de forma individual.
A su juicio, esta directiva "vulnera" las normativas laborales, leyes y convenios colectivos, es "claramente regresiva" tanto en términos laborales como sociales y "retrotrae a situaciones que se daban en el siglo XIX".
Ha criticado que esta directiva se intente plantear en un periodo de crisis en la que se va a producir desempleo y que, de llevarse a cabo, iría en contra de la conciliación de la vida familiar y laboral.
Por su parte, Gallego ha criticado la directiva europea sobre los emigrantes que ha calificado de la "vergüenza" ya que los "denigra y trata como desecho en una época de crisis cuando fueron muy importantes en la bonanza que se ha vivido".
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