Granada.- Pasajeros del avión operado por Spanair que cubría la ruta Granada-Barcelona, y que ha tenido que aterrizar después del despegue al detectarse un problema técnico, han vivido "minutos eternos" desde que el comandante les comunicó por los altavoces esta incidencia hasta que consiguieron tomar tierra.
En el avión, que pertenecía a la compañía Swiftair aunque era operado por Spanair con el número de vuelo JK 6621, viajaban 158 pasajeros, a los que la aerolínea ha recolocado en otros vuelos o ha devuelto el importe del billete.
Un portavoz de Spanair ha informado a Efe de que el aparato pudo aterrizar en Granada "con normalidad", tras detectarse un problema de tipo técnico relacionado con la señal que el avión envía a las torres de control.
Algunos de los pasajeros del vuelo, que tenía prevista su salida a las 12:30 horas desde Granada aunque partió con retraso, han relatado a Efe la traumática experiencia vivida, en la que han tenido muy presente la reciente tragedia aérea de Barajas.
Ana Martínez, que viajaba con su hija de 7 años de vacaciones a Barcelona, ha relatado que ya subió al aparato con recelo puesto que no entendía el retraso injustificado que tenía el vuelo.
"Imagina cómo te subes a un avión pasando lo que ha pasado y aunque crees que no va a repetirse es inevitable tenerlo presente", ha comentado esta pasajera, quien asegura haber vivido "los veinte minutos más eternos" de su vida hasta que han podido regresar a Granada.
Muchos de los pasajeros, con el miedo todavía en el cuerpo, aseguran que tardarán en volver a coger un avión, como es el caso de Kamel Mansur, un empresario de origen palestino que ha estado de vacaciones en Granada y que optará por regresar en tren hasta Barcelona, donde reside.
"Llevo prácticamente toda mi vida viajando en avión y nunca había vivido algo así, no tengo palabras para definir esta experiencia", asegura Mansur, quien ha visto cómo todos los pasajeros que le acompañaban "se ponían blancos" y que trató de tranquilizar a una señora que, llorando, "se despedía de sus hijos".
Jennifer García, que regresaba a Barcelona después de sus vacaciones en Guadix, ha relatado por su parte que la intensidad de las turbulencias en el momento del despegue era "anormal" y le hicieron presagiar lo peor.
"Lo primero que se me pasó por la mente es el reciente accidente en el aeropuerto de Barajas", ha destacado Jennifer, quien aún en el aeropuerto de Granada a la espera de obtener alguna información, califica la experiencia vivida de "angustiosa".
Muchos de estos pasajeros continuaban a las 16:00 horas en el aeropuerto de Granada, a la espera de que Spanair le ofreciera algún tipo de alternativa para sus viajes.
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