Bogotá.- El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y la ex congresista Yidis Medina, cuyo voto salvó en el 2005 la ley que permitió reelegir al mandatario y está detenida por presunto cohecho, intercambiaron hoy nuevas acusaciones y desmentidos dentro de la guerra de comunicados que libran.
Uribe insistió hoy, por medio de un comunicado divulgado por la presidencia, en que Yidis Medina, ex miembro de la Cámara de Representantes, llamó por lo menos tres veces a su hijo mayor, Tomás, para mandarle razones pidiendo favores.
El jefe de Estado señaló que su hijo, su esposa Lina Moreno, su otro hijo Jerónimo y el secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno, fueron enterados de las llamadas y declararán próximamente ante los jueces bajo juramento.
Yidis Medina, detenida el pasado 27 de abril, dio el voto que faltaba para aprobar en el 2005 la reforma constitucional que introdujo la posibilidad de la reelección inmediata en Colombia,
Por ello Uribe, elegido en el 2002 para un mandato de cuatro años, fue reelegido en el 2006.
"Cuando (Tomás) me consultó sobre esas llamadas, le dije que no le pasara más al teléfono, que no admitiera chantajes, que el Gobierno nada tenía que esconder", señaló hoy Uribe en el cuarto comunicado en tres días sobre el tema.
Horas antes, Yidis Medina, que está presa en Bogotá, había contestado diciendo que nunca ha llamado al hijo del presidente y que no sabía el número de su teléfono celular.
Medina, que fue congresista por el departamento de Santander (nordeste) a nombre del partido Conservador, uno e los que respalda al Gobierno de Uribe, afirma que miembros del Ejecutivo le ofrecieron prebendas para que votara a favor de la reforma constitucional.
Mientras tanto, en los anteriores comunicados divulgados por la presidencia se acusa a Medina de chantaje y de pedir contratos para allegados en la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol), que el Gobierno rechazó "tajantemente".
La ex legisladora aseguró hoy que "jamás" ha hablado "con algún miembro de la familia (del gobernante)" y le pidió a Uribe reconocer que se reunió con ella.
La aprobación de la reelección ha desatado un escándalo en el país por el que también resultó detenido el ex parlamentario Teodolindo Avendaño a quien se acusa de recibir dádivas a cambio de ausentarse el día de la votación para favorecer la medida que permitió el segundo mandato de Uribe.
Yidis Medina acusa al secretario general de la Presidencia, Bernardo Moreno; al ministro de la Protección Social, Diego Palacio; al ex titular del Interior y ahora embajador en Italia, Sabas Pretelt, y al anterior secretario presidencial Alberto Velásquez, de haber hablado con ella y ofrecerle prebendas.
Pero el presidente Uribe dijo hoy en entrevistas con emisoras que mete "la mano en la candela" por sus funcionarios y subrayó, en alusión a Yidis Medina, que "una persona con una conducta delictiva intenta mancillar un Gobierno honesto".
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