MADRID.- La televisión ya no será necesaria para ver la televisión. La BBC 1, el principal canal de la televisión pública británica, comenzará a emitir en directo por internet entre este año y el próximo. La televisión se despega definitivamente del televisor.
El servicio público de radiotelevisión se traslada a internet, igual que acaba de suceder en España con el lanzamiento de la nueva RTVE.es, que incluye una mediateca con los programas de la televisión estatal.
En Gran Bretaña los planes de llevar la BBC a internet y al futuro digital se han disparado este año con su iPlayer, su servicio de vídeo bajo demanda que ha sido todo un éxito. Tanto, que en los planes de la compañía para 2008/2009 figura ya "relanzar su web para incluir un canal de vídeo en directo (simulcast)".
El director general de la BBC, Mark Thompson, explica que "sobre el éxito del iPlayer, queremos desarrollar una bbc.co.uk que incluya un amplio abanico del contenido televisivo de la BBC, así como nuevas fórmulas interactivas que fortalezcan la participación de la audiencia". Y para ello todos los programas de la BBC contarán con un espacio en la web donde el público pueda participar.
Pero en el documento de objetivos, además del refuerzo de la televisión en internet a través de iPlayer, la BBC apunta que apostará por los deportes y por la televisión en el teléfono móvil. La primera, porque en 2007 la información deportiva en la web de la BBC perdió audiencia y el segundo como nueva pantalla de la televisión futura.
La guerra entre la radiotelevisión pública británica y los medios privados vive una nueva fase. Tanto las televisiones comerciales como los servidores de internet protestan por lo que consideran competencia desleal y por el supuesto peligro de saturar las redes de telecomunicaciones con el peso de los programas de televisión.
El canon de 14 euros al mes que todos los británicos deben pagar por la televisión pública se extiende a los equipos en los que se puede recibir la televisión por internet a cambio de estar libre de anuncios. Sólo la BBC internacional en televisión y la web fuera de Gran Bretaña incluyen publicidad.
Los medios privados y los críticos del sistema se quejan de que la obligación de pagar por la televisión pública la dota de recursos públicos utilizados en contenidos y negocios que no corresponden al servicio público de la radiotelevisión.
Pero los británicos están a punto de olvidar el televisor si quieren sin renunciar a la BBC. La emisión en directo rompe una de las últimas barreras que diferencian la televisión de internet.
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