Irónica escenificación de lo que le espera. Es el momento de quitarse la ropa, de comprobar que el material ofertado cumple con las expectativas. Lo normal, es que decepcione. A pesar del idilio que ha vivido con medios de comunicación, artistas e intelectuales, sería milagroso que pudiera satisfacer intereses tan dispares. La excitación del triunfo se desinflará. Y a él le toca encajar con esa templanza que ha mostrado hasta ahora el desencanto y demostrar cómo se crece ante la adversidad.