Su primera baza. Generosa y franca, reconfortante y serena. Una sonrisa cordial que ha desarmado a periodistas, primeros ministros, votantes indecisos y descreídos en general. Sin titubeos. Multiuso. Ideal para desdramatizar, que invita al consenso, que irradia optimismo. Una sonrisa inteligente que anuncia la intención de comerse el mundo con el permiso de sus habitantes. ¿Quién va a negarse a que le invada un hombre con ese porte y poder de convicción, tan educado y elegante?. Adicto al traje en tonos oscuros -imbatible enfundado de uno de ellos-, para él, deshacerse de la corbata es sinónimo de estar en casa. Experto en cómo vestirse para que te desnuden. El más 'cool' de todos los presidentes, se siente tan cómodo en su piel que brilla sin aditivos. Su eterno traje negro y sus camisas blancas transmiten un mensaje: seguridad y confianza. Analizamos las claves de su poderoso poder de seducción... político.