Mark Glover, director de Respect for Animals, ha sido testigo de la caza de focas durante los últimos cuatro años: "He visto las cosas más horribles, focas apaleadas, empaladas y arrastradas con ganchos para después despellejarlas". Glover protesta porque, pese a la prohibición de la Unión Europea, en Reino Unido todavía está permitida la importación de los productos derivados de foca. Mientras esto siga así, dice, "todos tendremos la sangre de las focas en nuestras manos".