Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy una mayor protección para el organismo mundial en Afganistán después de que el atentado del miércoles en Kabul contra Naciones Unidas lo obligara a "evaluar" la situación de seguridad de su personal.
Ban trasladó la solicitud en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, al que informó de la situación de la misión de asistencia de la organización en Afganistán (UNAMA) tras el ataque contra una de sus casas de huéspedes en el que murieron cinco de sus empleados.
"No podemos hacerlo solos, necesitamos el apoyo de los Estados miembros. Tenemos que evaluar con realismo la situación y poner en práctica las medidas de protección de nuestro personal más efectivas para que puedan llevar a cabo su tarea", dijo a la salida de la reunión el secretario general.
Ban señaló que hoy volvió a conversar por teléfono con el presidente afgano, Hamid Karzai, quien le aseguró que las fuerzas de seguridad han reforzado la protección de UNAMA.
"Le insté (a Karzai) a que actúe con inmediatez para reforzar las medidas de seguridad en las instalaciones y para el personal, para su protección y seguridad", apuntó.
El máximo responsable de la ONU dijo que informó al Consejo de Seguridad las medidas a corto plazo que ha tomado en este capítulo, de cara a la celebración la semana que viene de la segunda ronda de las elecciones presidenciales afganas.
Entre ellas se encuentra el reagrupar el personal en Kabul y otros puntos del país, apostar más unidades de seguridad en las instalaciones de la ONU y pedir a la comunidad internacional que incremente su colaboración en la protección de UNAMA.
"Estas medidas son especialmente importantes en este período electoral, en particular en zonas alejadas de Kabul en las que la seguridad de la ONU es claramente insuficiente", observó.
Ban también rindió homenaje a los guardias de seguridad de la ONU que lograron repeler el asalto del comando talibán a la casa de huéspedes, con lo que evitaron con su "heroísmo" un saldo todavía más trágico.
Asimismo recordó que la ONU se ha convertido en un "blanco blando" para los terroristas, particularmente en Afganistán por su apoyo a las autoridades encargadas de organizar las elecciones presidenciales, que son rechazadas por la insurgencia talibán.
Más de la mitad de los 27 empleados civiles del organismo que han perdido la vida en 2009 fallecieron en Afganistán o la vecina Pakistán, resaltó.
Tras el encuentro con el secretario general, el Consejo de Seguridad adoptó una declaración de condena al atentado del miércoles y a la insurgencia talibán, que se hizo responsable del mismo.
El texto leído por el presidente de turno del órgano, el embajador vietnamita Le Luong Minh, resalta "la necesidad de garantizar la seguridad del personal de Naciones Unidas".
"El Consejo de Seguridad expresa su respaldo a las medidas adoptadas hasta el momento por el secretario general al respecto y espera recibir una propuesta más detallada de su parte", señala la declaración.
También elogia la determinación de la ONU de no dejarse disuadir por el atentado en su labor de apoyo a la estabilización y consolidación de la democracia en Afganistán.
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