Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy a la Asamblea General del organismo un aumento del presupuesto de seguridad tras las dudas sobre el nivel de protección de su personal y la capacidad del Gobierno afgano para protegerlo, generadas por el reciente atentado en Kabul.
Ban trasladó la petición en una reunión a puerta cerrada con representantes de los 192 países que integran Naciones Unidas y tras celebrar un encuentro con personal del organismo en el que se guardó un minuto de silencio por los muertos en el atentado del miércoles.
"He pedido más fondos para aumentar los mecanismos de seguridad y protección de las instalaciones y el personal de Naciones Unidas", dijo a la salida de la reunión el secretario general, quien se mostró "animado" por la respuesta de los embajadores de los países miembros.
Resaltó que la organización necesita el apoyo político, moral y logístico, además de financiero, de sus Estados miembros para afrontar una situación de vulnerabilidad que no se limita simplemente a Afganistán.
"Hemos sufrido ataques terroristas en todo el mundo y lamentablemente nos hemos convertido en una especie de blanco fácil", apuntó Ban, que consideró "inaceptable" que el terrorismo se cebe en una organización dedicada a la paz y las causas humanitarias.
El máximo responsable de la ONU pidió a la Asamblea General de la ONU 50 millones de dólares adicionales para reforzar los accesos a sus instalaciones, así como otros 25 millones de dólares más para el departamento de Seguridad de la organización.
También solicitó que se le otorgue la autoridad para aprobar gastos imprevistos en tiempos por encima del tope de 1 millón de dólares que marca el reglamento interno de la ONU.
Unas horas antes, el secretario general se reunión con empleados de Naciones Unidas para rendir homenaje a sus cinco compañeros muertos en Kabul, explicar las medidas que se tomarán y explicar las circunstancia que rodearon al asalto de un comando talibán a la casa de huéspedes en la que se alojaban las víctimas.
Un detalle que llamó la atención de los presentes es que las fuerzas de seguridad afganas tardaran una hora en llegar a la escena del atentado, pese a que el inmueble se halla en un lugar céntrico de Kabul cercano a la embajada española.
Ban señaló que solo la firme respuesta de los guardas de seguridad de la ONU, que repelieron con pistolas el fuego de ametralladora de los asaltantes, evitó una matanza mayor.
La portavoz de la ONU, Michele Montás, indicó posteriormente que fue una sorpresa saber que las fuerzas de seguridad afganas tardaron una hora en llegar a la casa de huéspedes después del inicio del tiroteo.
"Queremos saber por qué tardaron tanto en llegar los refuerzos", agregó.
Fuentes del sindicato de empleados de la ONU dijeron a Efe que el atentado del jueves ha puesto de manifiesto la necesidad de aumentar las medidas de protección en lugares "peligrosos" como Afganistán, y también resaltaron la necesidad de unificar la política interna de seguridad, que calificaron de "desigual".
Las víctimas del atentado en Kabul identificadas por la ONU hasta el momento son la filipina Jossie Esto y la liberiana Lydia Wonwene, ambas parte del equipo de asistencia electoral del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Otros dos fallecidos fueron el agente de seguridad de la ONU Lewis Maxwell, de EE.UU., y el guardia del PNUD Laurance Mefful, de Ghana. Un quinto empleado de la ONU fallecido todavía no ha sido identificado.
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