La mujer del principal acusado de degollar a la vecina de Mataró inculpa a su marido

Barcelona.-  Mónica A., la mujer que junto a su marido se enfrenta a una petición de 41 años de cárcel por haber matado a cuchilladas a una vecina de su bloque de pisos en Mataró (Barcelona), ha asegurado hoy que fue su compañero quien degolló a la víctima y que ella le obedeció en todo porque es muy violento.

En la Audiencia de Barcelona se ha iniciado hoy el juicio con jurado popular contra el principal acusado, Francisco M., su compañera, Mónica A., y el hermano de Francisco, David, acusados de matar en febrero de 2006 a una vecina de su propio bloque de pisos de Mataró (Barcelona), después de entrar en su casa para robar.

Los hechos ocurrieron la noche del 18 de febrero de 2006, cuando, según la fiscalía, hacia las 22.00 horas Francisco M., con condenas previas por robos y lesiones, acordó con Mónica A. ir a robar a casa de su vecina, en la calle San Valentín de Mataró, para obtener dinero para comprar droga, ya que ambos eran adictos a la cocaína.

Según el ministerio público, el principal acusado, que era temido en el vecindario por su carácter violento, utilizó a su esposa como "anzuelo" para que la víctima, una mujer de 53 años, que vivía sola y sufría problemas de alcoholismo, les abriera la puerta de su casa.

Mónica A. ha asegurado hoy en su declaración ante el tribunal que su pareja la maltrataba periódicamente y que, pese a ello, seguía y sigue con él ya que tienen una hija en común, aún le quiere y pretende ayudarle a mejorar su carácter violento, ya que, según su defensa, sufre episodios de esquizofrenia.

Aquella noche, cuando ambos iban "drogadísimos", como ocurría a menudo, según Mónica A., Francisco le pegó y la amenazó, por lo que no dudó a la hora de participar en el intento de robo que terminó con el crimen.

Cuando ya estaban en el interior del piso de la víctima, Francisco M. y Mónica A. le robaron el dinero en efectivo que tenía en casa (15 euros según la mujer y 40 según la fiscalía) y la forzaron -pinchándole la pierna con un cuchillo de cocina- a darles el número secreto de su libreta de ahorros.

Tras atar a la mujer en su habitación, Mónica, que actualmente también recibe tratamiento médico por sus problemas psiquiátricos derivados del consumo de drogas, se dirigió a un banco cercano y sacó los cien euros que había en la libreta de la víctima.

Cuando Mónica regresó, se percataron de que la víctima les había identificado como sus propios vecinos, pese a que Francisco se cubría el rostro con un pasamontañas y que Mónica se hizo pasar en un principio también como víctima para no resultar inculpada.

Al sentirse descubiertos, según la fiscalía, Francisco M. -que declarará mañana en el juicio- y Mónica A. decidieron acabar con la vida de la mujer, ante lo que el principal acusado se abalanzó sobre la víctima y, utilizando un gran cuchillo de cocina, la degolló y luego le asestó 22 puñaladas en la espalda.

Posteriormente, con el objetivo de intentar borrar las pistas que les incriminaran, ambos rociaron con perfume la cama de la mujer y luego Francisco M. le prendió fuego, por lo que provocaron un incendio que obligó a intervenir a los bomberos.

Además, la mujer, según la fiscalía, trató de abrir el gas de la cocina para que hubiera una explosión que no dejara rastro del crimen, si bien no lo pudieron hacer porque la cocina era eléctrica y no de gas.

Durante su declaración, Mónica A. ha asegurado que fue su marido quien apuñaló mortalmente a la mujer, ha insistido en que ambos se encontraban bajo los efectos de la cocaína, ha remarcado que siempre obedeció las órdenes del principal acusado porque tiene un carácter muy violento y ha exculpado a David M.

El fiscal, en sus conclusiones provisionales, pide una pena de 41 años de cárcel tanto para Francisco M. como para Mónica A., acusados de los delitos de asesinatos (por el que pide 25 años), robo con violencia e intimidación (5 años), robo con fuerza (3 años) e incendio (8 años).