Barcelona.- El director del Orfeó Català, Josep Vila, considera que antes de nombrar a un director artístico del Palau de la Música debe haber un debate "profundo, libre y plural" entre las personas que hasta ahora se han responsabilizado de la parte artística de la institución.
En una entrevista con Efe, Vila ha recordado que hasta ahora no ha existido esta figura en el Palau, sino que había una serie de personas que se encargaban de esa parte, "por debajo de una estructura rígida", y ha subrayado que "si alguien debe asumir esta tarea debe ser el mejor candidato posible, porque hay que ser ambiciosos, al no ser (el Palau) un auditorio cualquiera".
Hasta ahora, la ausencia de un director artístico era suplida por el voluntarismo del director del coro profesional, Jordi Casas, el propio Vila y el equipo directivo de la escuela del centro.
"Ni siquiera para el ciclo emblemático, el Palau 100, éramos escuchados ni podíamos decir nada de cara a la programación", ha precisado.
La cúpula directiva anterior, según el director del Orfeó, "no tenía ninguna cultura musical y actuaban como meros especialistas de la mercadotecnia".
En su opinión, ahora lo que debería llevarse a cabo es "un proyecto que sirva de base para el ideario artístico en el que se apoye la nueva dirección artística".
Algunos músicos como el compositor Xavier Benguerel han llegado a pedir que se convoque un concurso internacional para crear la plaza de director artístico, con el objetivo de que el Palau vuelva a ser "el templo de la música catalana".
En la nueva etapa que se ha abierto en los últimos meses a raíz de la destitución del presidente de la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música, Félix Millet, y de su círculo más próximo, Josep Vila entiende que debe "incrementarse la presencia del orfeón fuera de Cataluña y de España".
Sostiene Vila que aunque se trata de unos coros de aficionados, hay repertorios que los pueden hacer como si fueran profesionales.
La intención es que el Orfeó Català pueda hacer dos viajes importantes al año, lo que también permitiría que los miembros de este coro pudieran compaginarlo con sus tareas profesionales, al margen del ámbito musical.
En paralelo, el Orfeó fomentará, según Vila, la presencia de coros invitados de otros países en un intercambio para racionalizar los gastos que comportan estos desplazamientos.
La primera gran cita fuera de las tierras catalanas será los próximos días 28 y 30 de enero en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada -una cita que había sido suspendida por el propio Millet alegando falta de medios- junto a la Orquesta Ciudad de Granada.
En cuanto al contacto más íntimo con el público de siempre, que tendrá lugar en la tradicional noche de Sant Esteve, el 26 de diciembre, Vila reconoce que este año el Orfeó "estará más que nunca en el punto de mira" y anuncia que han preparado un programa que combinará la música catalana de raíz tradicional y religiosa con piezas universales como el "Magnificat" de Bach.
"Es un día que no se debe ensuciar con alusiones a los hechos tan indignos que nos están sacudiendo actualmente", ha precisado.
Respecto a cómo están los ánimos después del escándalo protagonizado por Félix Millet por el desvío de fondos del Palau, Vila remarca: "el mensaje que recibo de los miembros de los coros es que están dispuestos a todo y muy ilusionados de cara a nuevos proyectos. Lo que ha pasado ha pasado, y ahora estamos rehaciéndonos, pero estamos y queremos continuar estando".
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