Las chicas del saco

Hay un modelo de bolso que está viviendo un pequeño auge en estos días, vuelta absoluta a los años 80. Se trata de ese bolso con forma de saco tan habitual en aquellos tiempos, y últimamente carne de tienda de segunda mano y accesorio de neomoderna de manual. Lo estamos viendo en su versión original -de época y todo- para la vida diaria, pero también tipo limosnera, en menor tamaño para la noche. En la pasarela, en la calle, en fiestas y hasta en las grandes cadenas, el saco ha vuelto.

Ésta es una de esas tendencias que han nacido en la calle, concretamente, en la genial idea que tuvieron muchas chicas de rescatar esos bolsitos que sus madres llevaban en los 80 (de su armario o de una tienda vintage). Bueno vale, a lo mejor la verdadera pionera fue Kate Moss hace unos años en Glastonbury, pero últimamente las típicas hipsters jovencitas y no tanto los lucen alegremente. Volviendo la vista atrás una vez más, El Delgado Buil también los exhibió en su colección del verano de 2008.

Hoy se habla del bolso saco como it bag y hasta las grandes firmas han lanzado sus versiones. Empezamos con Miu Miu, pequeñito y con tachuelas, y continuamos con Alexander Wang, con su híper imitado modelo Diego, como ahora veremos.

En Elle ya es tendencia de temporada al igual que en blogs de moda de diversa índole.

Las tiendas de segunda mano son una gran fuente de auténticos sacos. Quizá con un poco de suerte puedas dar con cosas como este clásico con el cuadro Burberry o este modelo gigantón de Mulberry. Urban Outfitters, de hecho, parece haberse inspirado en estas piezas antiguas para su gran saco en negro, puro revival.

Top Shop no se queda atrás, y en su colección normal tiene piezas como bolsito saco gris con borlones y en piel, aunque el más cotizado será éste de la colección de Christopher Kane, negro y con tachuelas. Otro ejemplo, en una calle de Suiza, en el hombro de una chica con bastante buen gusto.

Como decimos, la noche también es para los sacos. Guess by Marciano nos lo vende en ante marrón clarito -y con tachuelas, que no falten- y en tamaño mini. Claro que para dimensiones reducidas, el de esta chica en Helsinki, microsaco-limosnera.

Una última versión que te será familiar de hace unas décadas: ¡la mochila! Está claro: esta temporada, saco hasta para ir de excursión.